Todo empieza en ti [Rubegetta]

♡ 25 ♡

–¿Y su ropa de mañana, sus cosas del colegio?¿Mi traje para mañana?– sin duda no iba a dejar que Alex vaya con la misma ropa dos días seguidos –Ve a traer todo ahora, vienes con lo que necesiten y te lo llevas por la mañana– me gustaba su solución, y internamente se lo agredecía gritando, pero no iba a gritar en ese momento –Gracias– dije sonriendo –Entonces cuídalo un rato, voy por las cosas y vuelvo– mencioné parandome sacando las llaves de mi bolsillo, camine apresurado a la puerta, él me siguió –Por favor, no le des más dulces– pedí, y sonrió, fue lo último que vi antes de cerrar la puerta para dirigirme a mi apartamento; ya una vez allá me apresuré en tomar todo lo que se me ocurrió que necesitaría, la metí en una mochila que ya no usábamos, busque ropa y todo lo que pude, entre cepillos de dientes, cuadernos, cartucheras entre otras cosas, tome la mochila llena y la posicioné en el asiento de atrás de carro, y me subí para manejar para su casa ¡Wilson!, Olvidé dejar comida y agua para el gato gordo, retrocedí el auto lentamente para volver a estacionarme.

¿Cómo pude olvidarme? Corrí por toda el lugar para buscar sus galletas, había olvidado donde las había guardado, busque en los dos pisos de apartamento, en la cocina, en los cuartos, en el baño, en el pequeño patio que teníamos por ser primer piso, y nada, luego como si de un foco se tratara recordé algo, lo había metido a la bendita mochila, me había demorado cerca de media hora buscando esa comida, la memoria no era mi fuerte, así que fui hacía el carro y abrí la puerta, había olvidado las llaves del carro dentro de este, las saqué y abrí la mochila viendo las galletas como se encontraban en el fondo de esta, como burlándose de mi, tome el paquete, y lo saqué de ahí, adentrándome a mi apartamento para sacar un puñado y depositarlo en su vasija, él se acercó y empezó a olfatearlas, mientras tome su vasija para el agua y la lave para poder ponerle agua limpia, porque sino el señorito no toma de ahí, cuide de dejar el seguro de niños en el refrigerador, y dejar todo lo que era comida, tapado, porque sabía que si dejaba algo a la mano Wilson lo comería.

Rápidamente llegué a su casa, tomé la mochila como pude, toque la puerta tomando mi móvil para mostrarle algo a ambos, y compartir mi alegría con ellos; Alex, su tío, me abrió la puerta, sonriendo como casi siempre, le pedí ayuda para llevar las cosas al interior de la casa –Eh, que no les he dicho que se muden– criticó por la cantidad de cosas que llevaba en la maleta –Tampoco lo he pensado, pero traje todo esto por si pasaba algo– Alex simplemente río porque había llevado hasta medicinas innecesarias como "Doloneurobion" ¿Para que un niño de 4 años necesitaría tomar eso? No sé, pero por si acaso; dejamos todo lo que lleve en el cuarto de invitados, al parecer cuando me fui la adrenalina en su cuerpo aumento, y para cuándo llegué, ya estaba con sueño, eso me favorecía, ya que tenía que hacerlo dormir por las clases que tenía al día siguiente; una vez ordené un poco nuestras cosas, fui a la sala, donde estaba sentado en el sofá junto a su tío, quién lo abrazaba guardando el calor –Alex, cariño, ya debes ir a dormir– llamé desde el arco que formaba la pared de la sala.

–No tengo sueño, no quiero ir a dormir– decía mientras se aferraba al cuerpo de su tío, quién se moría de ternura al ver a su sobrino en ese plan –¿No quieres ir mañana a jugar con tus amiguitos?– de alguna manera llamó su atención –Si, pero no quiero dormirme ahora, me estuve divirtiéndo con el tito Alex, no quiero que acabe– dijo antes de soltar un bostezo –Vamos a cambiarte y nos echaremos a la cama, no dormiremos, tu me contarás cómo te fue hoy con tu tío ¿Vale?– preguntó desde lejos –Si papá– dijo antes de levantarse y despedirse de su tío, como un peluche que había llevado al sofá, y tomó la mano de Rubén, quién lo guío por la casa hasta llegar a la habitación, una vez ahí le entregó su ropa para que empezará a cambiarse, él hizo lo mismo, sólo fue quitarse la ropa sudada, y ponerse una de esas playeras viejas que había llevado, junto a unos pantalones cortos con elástico para que se ajusten a su cuerpo –¿Mi cepillo?– preguntó frotando su mano con sus ojitos –Toma– le entregó el cepillo con aquella pasta dental que no era lo suficientemente fuerte para provocarle malestar. 

Perdoooon, olvide actualizar
:((((

Buzón de sugerencias/preguntas/lo que sea 💕