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No sabía que decir, ¿Le decía la verdad? ¿Tenía que decirlo? -No está- fue lo único que dijo, dejo a Samuel con más preguntas, pero él notó la incomodidad en su respuesta, y decidió no preguntar más y se quedó callado -¿Qué haces acá?, es decir, aquí en España, ¿No estabas en California?- empezó a cuestionar el castaño -Necesitaba volver, conseguí un trabajo cerca de acá ¿Vives por aquí?- esta vez fue él quien preguntó -Si, a unos cinco minutos en coche- le contestó -¿Y tu? ¿Donde te estas quedando? ¿Cuando regresaste?- el moreno sonrió un poco, recordando lo curioso que siempre había sido -Regresé ayer por la tarde, estoy viviendo con Guillermo- dijo girándose a ver al niño -Se parece bastante a ti- le comentó sonriendo -Me lo dicen seguido ¿Tienes whatsapp?- cambio de tema de golpe -Claro- dijo pasándole su número para que lo anotara -Un día hay que quedar- propuso el moreno, cosa que fue inesperada para el menor -Eh... si claro, dime cuando para hacer espacio- respondió rápido -Bueno, nos vemos pronto- dijo sonriendo el pelinegro que tomo uno de los empaques de café para llevar -¿Sabes que eso que llevas no es nada saludable?- dijo señalando algunos dulces que habían en el coche de compras -Ya empiezas- murmuró el castaño, ya que cuando solían vivir juntos el mayor siempre supervisaba lo que compraba para que coma bien -Te oí- le mencionó -No tengo mucho apuro en llegar a casa ¿Te ayudo?- preguntó arriesgándose a recibir un rotundo negativo.

-Si quieres, me vendría bien ayuda- respondió –Bueno, ¿Tienes una lista?- preguntó esperando una respuesta de su ahora amigo -...- pero no la obtuvo, solo desvió la mirada -Doblas...- refutó sonriendo, se perdió en esos ojos característicos que poseía el castaño -Sabes que no soy muy ordenado que digamos- contestó aún sin mirarlo, por otra parte su vista estaba aún fija en su pequeño, que pasaba su avión por las repisas haciéndolo volar -Habrá que recorrer los pasillos a ver si te acuerdas que te falta- mencionó tomando el coche que obstruía el paso en el pasillo -¿Tu que venías a comprar?- le preguntó el castaño -No mucho, unas cuantas cosas que me mandó Guille- contestó sacando su celular para revisar la pequeña lista.

-Tengo todo lo que me falta de este pasillo- acotó Rubén a la conversación -Tengo noticias de mi nuevo trabajo- mencionó Samuel bajando el tono de su voz -¡Alex, no!- ese llamado de atención hizo que el moreno levantará la mirada y viera como Rubén cargaba al niño por qué se trató de subir a los escaparates -Que te he dicho que eso no se hace- le regañaba mientras el pequeño bajaba la mirada arrepentido aguantando unas lágrimas -Chaval, pero no es para tanto- le dijo al verlos acercarse -Si es para tanto, si le llega a pasar algo no se que sería de mi- dijo abrazando al menor -Perdoname mi niño, solo no quiero que te lastimes- el pequeño recibió el abrazo soltando unas lágrimas sin decir nada, Alex siempre había sido callado y tranquilo, un poco travieso la verdad, pero extrovertido con las personas cercanas a él, así que en público no era mucho de expresarse, pero en la comodidad de su hogar lo haría sin dudar.

>De Luque «Jefe Hunt»
>Se que por mi sabático le dije que empezaba a trabajar finalizando el mes «Jefe Hunt»
>Pero requiero que empiece el lunes «Jefe Hunt»
>Puntual a las 8:40 lo quiero en mi oficina «Jefe Hunt»
>Las jornadas laborales son de 9:00AM a 2:00PM «Jefe Hunt»
>He ascendido a mi mejor trabajador para que sea su mano derecha «Jefe Hunt»
>Se que le dije que iba a tener tiempo para adaptarse, pero es urgente «Jefe Hunt»
>Espero lo comprendas y respondas pronto «Jefe Hunt»
>ATTE: Hunt «Jefe Hunt»

-Perdoname, ¿Estabas diciendo algo antes de irme?- preguntó con el niño en brazos mientras hacía malabares para llevar el coche y coger algunas cosas para llevarlas -No es nada importante, déjame ayudarte- corrió a socorrer al castaño; estuvieron comprando hasta que los rayos del sol empezaron a ocultarse dando espacio a que llegue la noche, para ese entonces Alex estaba dormido en brazos del castaño, quien junto a su amigo estaban terminando de pagar, al salir del establecimiento Samuel lo acompaño a su auto para guardar las compras y recostar al niño en su asiento -Lo siento si fuimos una molestia hoy, muchas gracias por tu ayuda- agradeció el de tez pálida -No sé cómo haré para meter todo a casa- comentó sin pensar -Si quieres voy contigo y te ayudo- propuso el moreno con una sonrisa -No tengo ningún problema, y no tengo apuro en llegar a casa, Willy llega hasta más tarde- el noruego lo pensó mientras metía las compras a la maletera.  






Uiss... ¿Que le dirá?

Esto se verá en el próximo capítulo.

Aquí buzón de sugerencias 💕

Todo empieza en ti  [Rubegetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora