Todo empieza en ti [Rubegetta]

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—A-a qué te refieres— se distanció un poco con los ojos brillosos —Hable con él... Y...— antes de poder contestar Rubén lo interrumpe con cierta aura de ataque –¿Como hablaste?– Mangel se sintió cohibido por el tonito que uso el mayor, pero aún así aclarando un poco la voz, explico lo que había dicho –Digamos que le deje en claro ciertas cosas...– desvío la mirada atenta a la mesa tras ellos, a continuación procedió a comentar parte de lo que le había hablado al moreno.

–¿Que hiciste que?– Se oyó retumbar por toda la casa, unos pasos presurosos se oyeron provenir de la habitación contigua –¿Todo bien?– pregunto Alexby asomando su cabeza por el marco de la puerta.

–Si, si– apresuró en decir el menor que sostuvo la mirada a la puerta sin hacer contacto visual con persona alguna –No, nada aquí está bien, Mangel amenazó a Samuel– señaló acusador generando más distancia entre ellos dos.

–¿Ahora si te preocupas por él?– habló en un tono más fuerte el que llevaba lentes, el castaño en un intento de hablar se trabó las palabras –Siemp- digo acaso importa— volvió a estar a la defensiva, se giraron los tres al oír la puerta abrirse, del marco de asomó una cabellera castaña idéntica a la de Rubén.

–¿Papi vamos a ir a comer? Ya tengo hambre– se quejó tiernamente haciendo un pequeño pucherito.

–Perdón no pude retenerlo mucho, ¿No pequeño?– entro una segunda persona levantando en el aire al menor, quién empezó a reír de las cosquillas que le producía el tacto –Perdón señor, pero es que tenía mucha hambre– se quejó ya en las alturas.

Los tres adultos que principalmente estaban discutiendo sonrieron de lado al presenciar tal escena tan conmovedora –Ya vamos Chiqui– los ojos de Samuel se agrandaron al oír tal apodo – Espera termino de hablar algo con tu tito Mangel– tras eso ambos fueron de nuevo a la sala.

–Piénsalo, ahora te importa tanto como le importas a él– soltó alexby antes de irse a seguirlos.

–Nunca me dejó de importar~  susurró para luego seguirle el paso a la sala, dejando la conversación con Mangel y Alexby atrás.

Al llegar vio que Alex está en los hombros del moreno, un nudo se formó en la boca de su estómago, una risilla se oyó, provenía de Alexby

–¡Alex!– corrió a bajarlo por miedo a que se lastime, le arrebató al pequeño de encima del pelinegro, quién se sintió mal, no quiso hacer ningún daño.

Alexby río por última vez, y miró mal al encargado de la molestia de su amigo, lo cual hizo sentirse peor.

–Vamos ya a comer– pidió el pequeño, el padre asintió y Mangel procedió a pedirle a Samuel si aún estaba en pie que los llevarán en el coche, este respondió de manera positiva.

Yacían todos en el auto, Samuel conducía, Rubén iba de copiloto y Alex estaba sentado entre sus tíos; hubo un silencio incómodo en la parte delantera del auto, apenas llegaron a la pizzería el castaño agradeció y en silencio fue por su hijo quién al parecer se había divertido con sus tíos.

–Gracias señor– dijo y estiró su brazo para darle la mano, este se agachó y tomo su hombro –Puedes decirme Sam– sonrío, revolvió sus cabellos y se paró dispuesto a caminar a la mesa.

Pasó la cena, todos hablaban sobre Alex, todos excepto Samuel, quién se había sentido mal de no haberlo conocido antes, el tema central eran las travesuras de Alex, Alex en el zoológico, Alex en su primer día de clases, Alex jugando a los fuertes, Alex y sus nuevos amigos; se tornó algo incomodo cuando Alex volvió a preguntar por el señor de la puerta, los tres callaron pensativos, ahí fue donde Samuel entró.

–Hace tiempo que no veo a Frank– lo miraron atento a lo que diría –¿Quieres que te cuente una historia?– preguntó, el pequeño abrió sus ojos, tanto como pudo y empezó a asentir rápidamente –Vale, una vez estábamos en la residencia de estudiantes en la universidad y habíamos tomado unas gelatinas para compartir con el grupo– alzó la mirada recordando lo sucedido en ese día, había hecho que Rubén se sonrojara mucho al hablarle al oído como parte de un coqueteó, y cuando sus amigos los vieron se tumbaron sobre ellos en las habitaciones, siendo que el pequeño juego les diera hambre y que de ahí viniera lo de las gelatinas –Las llevamos a mi cuarto y por accidente Frank tropezó con un botiquín que por error había dejado en el piso, manchando toda mi cama; para intentar solucionarlo tomo unas sábanas que había dejado en mi mesa de noche, y trato de limpiar el desastre, con lo que no contaba era que como estudiaba medicina, esas sábanas eran impermeables para los pacientes– antes de seguir el pequeño lo interrumpió –Señor Sam,¿Que significa imperable?– el peligro río un poco –Impermeable significa que no absorbe agua, que no se puede mojar, así que no retuvo las gelatinas e hizo una macha gigante sobre mi cama– el menor se empezó a reír de imaginarlo, y los demás que también lo recordaron sonrieron, con excepción de Alexby, que a él se lee escapó una pequeña lágrima, que quito con rapidez.

–¿Al final limpiaron la cama?– preguntó tras dar un sorbo a su gaseosa –No, no, no, esa cama era inservible, tuve que comprar otra– agitó sus brazos en el aire, Alex bostezó, era una señal de sueño, así que pagaron y volvieron a la casa de su tío.

Mangel se había ofrecido para arropar a su sobrino, Alexby entro con ellos por el frió, aunque la lluvia hacia cesado aún corría viento –Perdón por cargar así a Alex, no fue mi intensión molestarte– el castaño bajo la mirada, no era algo con lo que se haya sentido orgulloso –No debí de comportarme así–.

–¿Qué paso Chiqui?¿Por qué tan borde?– mostró compasión e intentó tocar tu brazo, pero este lo quito inmediatamente con algo de temor –Eh, que no muerdo– sonrío –Solo a veces– ambos sonrieron, ya que era un chiste interno de cuando ambos eran pareja, pero no duró mucho, ya que volvió el silencio incómodo –Perdón Sam, por todo, se que me he estado comportando extraño, ¿Quieres empezar de nuevo?– extendió su mano, como sellando un trato –Me parece bien– tomo su mano, pero tiró de ella para poder darle un abrazo, esa acción sorprendió al castaño, pero no negó que necesitaba ese abrazo –Te extrañe Chiqui– susurró sonriendo –Y yo a ti–.

Ohtia, adoro escribir esta historia.
Espero que a ustedes también les guste.
Voten por favor💕
Los quiero.

El que sepa de qué serie hablo en lo de la gelatina, le dedicó el siguiente capítulo.

Buzón de comentarios/ preguntas/ lo que sea.