♡ 19 ♡

333 50 20
                                    

La compra se nos fue de la mano, hicimos dos coches llenos, llevamos sin saberlo, keke marmoleado, un pastel, y más cosas sin importancia que habíamos comprado de impulso ¿Quién necesita shampoo de fresas? Después de todo ya lo habíamos pagado; al llegar a casa pusimos una playlist a todo volumen con canciones que nos gustaban a ambos, un a mezcla con un poco de todo, y nos pusimos a ordenar buscando espacio para todo lo que compramos, entre eso una vajilla completa de color morado, por mi culpa, uno de esos cilindros que parecían aerosol que venían con crema Chantilly en su interior, no sabíamos para que lo necesitabamos, pero lo compramos; tras haber ordenado todo lo que pudimos, él se dió un baño para salir como antes me había comentado, salió de la ducha apresurado gritando "Va a venir en 5 minutos", por suerte habíamos comprado una secadora de cabello, morada también, pero sonó el timbre cuando estaba en eso, tomó rápidamente su billetera y una bolsa de regalo que estaba en el recibidor desde anoche, acercándose rápidamente a la puerta para abrirla –Hola Guille– saludó la chica, que vestía un hermoso vestido negro, él cerró la puerta de golpe en su cara corriendo a su habitación nuevamente.

¡Casi lo olvido!– gritó bajando las escaleras guardando algo en su bolsillo –Esta tarde se lo propondré en la tienda de crepé dónde salimos por primera vez– comentó muy emocionado saliendo por la puerta rogándole perdón a Cristina quien reía sin parar, ya que conocía las actitudes de su pareja, y le daba bastante gracia como se había arrodillado abrazandola, que desde mi punto de vista, era algo meloso, dandome ver algo que no conocía mucho de él, su lado romántico.

¡Vegetta!– escuché la voz del menor desde mi pieza, al parecer ya había llegado, tan rápido se hizo la tarde, y me la pasé todo el día bobeando en mi habitación, reacomodando mientras cantaba a todo volumen algunas canciones que me gustaban escuchar; baje las escaleras para encontrarlo sentado en la cocina –¿Y, qué pasó?– le pregunté indeciso, ya que si le había dicho que no, me sentiría mal por hacerle recordar –Me ha dado el sí– exclamó contento –Pero que me cuentas chaval– exclamé con alegría como solía hacerlo antiguamente –Soy papa casada– su comentario me hizo reír bastante, sobre todo por la película a la que se refería me agradaba bastante –Serás tonto chaval– hablé balbuceando, no me esperaba lo que había dicho –Ya cene, ¿Y tú?– me preguntó aún con la alegría presente –Me haré una tortilla con arroz que prepare antes– fue lo que se me ocurrió hace un rato cenar –Uff, mañana empiezas en el trabajo, eh– pues coño, si, y me daba nervios, aunque sabía que lo haría bien; después de todo, ¿Qué es lo peor que podría pasar?

Rubén:
Me desperté con los primeros rayos de luz que entraron por mi habitación, al parecer había dejado la cortina abierta, cosa que no me dio mucha molestia; me estiré un poco para después volverme a echar sobre mi cama, ya estaba despierto, pero eso no me quitaba lo cansado; tenía unos minutos para que empiece a sonar mi alarma, la cual detestaba escuchar una vez que ya estaba despierto, así que tome mi celular y le baje el volumen para no tener que oírla tan fuerte, pero para saber a qué hora debería levantarme; mirando al techo de mi habitación, me puse a pensar en cómo me iría en mi nuevo trabajo, seguro sería un reto personal, pero trataría de hacerlo lo mejor que pueda, me puse a pensar en cuántos años llevaba en esta empresa, y todo lo que había pasado en esta, cómo conocí a un gran amigos, y pensar que Raúl y yo creamos el nuevo nombre de la empresa, incluyendo el logo actual diferente al anterior, hace un par de años.

Una melodía escandalosa sonaba del móvil que yacía sobre la mesa, mire unos segundos al techo mientras seguía sonando, hasta que decidí apagarlo, ¿Como era posible que después de tanto tiempo, en su primera semana aquí, en España, me haya reencontrado con el que alguna vez fue el amor de mi vida? Fue, ya que ahora ella giraba entorno a mi pequeño, cuánto lo quería, y cuánto quería que no creciera; verifiqué la hora que daba mi celular antes de salir de mi cama con el aire frío que azotaba mis brazos entrando por la ventana que anteriormente habría dejado abierta, por sol que haya no quería decir que no corriera una brisa helada para contrarrestar el calor bajo la sombra; busque con la mirada donde estaban los zapatos que había dejado la noche anterior al rededor de mi cama, la cual estaba posicionada al centro del cuarto, al agacharme note cómo ambas pantuflas afelpadas, se encontraban bajo el escaparate alto que yacía frente a mi cama, me las coloqué para ir a asearme para empezar el día. 


Buenas, ¿Que tal todo?
Amo mi playlist de Spotify, me ayuda a escribir^^

Buzón de sugerencias/preguntas/lo que sea💕

Todo empieza en ti  [Rubegetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora