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¿Que haces aquí?– se acercó despacio mientras el pequeño corría atrás de él, ocultándose del casi extraño que aseguraba conocerlo de algún lado –Supe que habías vuelto, en Twitter pusiste tu dirección– susurró sin emitir emociones en su rostro –Eres un- se detuvo a pensar en que palabra podía sustituir a la soez en la que pensaba, no quería que Alex lo escuchara decirlo –Vete, no quiero hablar contigo- largó moderando su tono de voz –¿Tío Frank?– salió de sus escondite, ya lo había reconocido, era con quién hablaba –Hola pequeño– saludó al ver como se acercaba –Alex entra, vamos al patio– ordenó sin sonar severo –Pero tito...- reprochó suplicante –No, no pasa nada Alex, entra con tu tío, yo... Dejaré esto por acá– dejó la bolsa de regalo en el suelo y se giró para irse; una lágrima cayó por su mejilla, fue secada inmediatamente para cargar a Alex y distraerse con cualquier otra cosa, olvidar lo que sucedió.

¿Frank?– preguntó Samuel en voz alta cuando ya estaban estacionándose –Rub, despierta– sanmaqueo al castaño –¿Qué? ¿Qué pasa?– preguntó asustado –Mira– señaló al chico que no estaba tan lejos de ellos –¡Alexby!– gritó para salir del coche directo a la puerta.

La abrió entrando de golpe –¡Papá!– se zafó de los brazos de su tío y corrió a donde él –Rubén– entró por detrás el moreno –Alex, quédate con Sam ¿Ya?– el pequeño fue con el alto señor de la puerta y lo llevó al auto para ver dibujitos.

Alex ¿Estas bien?– preguntó tomando su brazo –Es un puto acosador– gruñó molesto con lágrimas que amenazaban en salir –Ya se fue, lo vi irse; ¿Quieres que pasemos la noche acá? O ¿Quieres ir con nosotros?– preguntó caminando junto a él a la cocina –¿Pueden quedarse? No quiero que vuelva a venir– tomó el vaso con agua que Rubén le ofrecía –Si, solo iré por otro cambio de ropa y vuelvo– Alex tomó asiento en una de las sillas móviles que tenía en la pequeña barra de la cocina –¿Viniste con de Luque?– se sonrojó tras la pregunta, pero giró su cara para evitar preguntas –Si, si, si, solo que... Sabes... No llevé mi coche al trabajo hoy, y... Necesitaba movilidad, él se ofreció, le dije que ya y estoy acá– suspiró después de hablar pausado solo para pensar –Eh, ¿Y ese suspirito?– encaró una ceja sonriendo para balancear el agua –Voy a pedirle el carro– abandonó la cocina para volver a salir.

(Apartir de acá, sepan que es como lo paralelo a lo que paso desde que se besaron)

(Apartir de acá, sepan que es como lo paralelo a lo que paso desde que se besaron)

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Trabajar en equipo le venía bien, Raúl se había desaparecido una hora antes de su salida normal, quería darle una sorpresa a Luzu en su trabajo, y como ya había acabado su parte en el proyecto se podía dar el lujo de fugarse

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Trabajar en equipo le venía bien, Raúl se había desaparecido una hora antes de su salida normal, quería darle una sorpresa a Luzu en su trabajo, y como ya había acabado su parte en el proyecto se podía dar el lujo de fugarse.

Raúl:
Se que estuvo mal no decirle que teníamos un trabajo pendiente, pero necesitaba salir antes del trabajo, ahora estaba en camino al instituto de inglés, invitaría a mi niño a almorzar, sabía que últimamente se había estado sintiendo mal, pero quería tratar de alegrar su tarde como cuando el hace lo mismo conmigo, ya me encontraba frente al edificio de donde estaba, esperando a que de la hora exacta para poder entrar y darle la tan planeada sorpresa.

Ring, ring, ring...

Sonó el timbre, y varios adolescentes hormonales salieron corriendo de clases seguramente a cumplir con sus planes, corrí en contra de los demás, ya en el edificio subió por los pabellones buscando el aula 365-M en la puerta de cada salón, busque hasta que lo encontré, ahí estaba él, sentado en la silla.

Se encontraba ordenando unos papeles para luego pararse y borrar algunos escritos en la blanca pizarra, se veía distraído, así que aproveché para acercarme en silencio por detrás y abrazarlo para darle un beso en el cuello, sentí como se erizó al tacto –Renato, ya para– comentó por lo bajo.

Renato... ¿Quién es Renato?

¿Renato?– pregunté un poco confundido –Lo siento Auroncito, me confundí– dió un paso hacia adelante, y por cada paso que dió, yo retrocedí –¿Quién es Renato?– pregunté nuevamente –No es nadie, solo uno de mis estúpidos alumnos, cree que por ser el primero de la clase puede tener algo conmigo ¿Estabas celoso?– desvié mi mirada de su rostro –Ay mi Auroncito– se lanzó a abrazarme y besar todo mi rostro hasta detenerse en mis labios –¿Que hacías aquí?– sonrió deteniéndose, a lo que contesté soltando un gruñido por detenerse –Quería darte una sorpresa como las que tú me das, pero se arruinó– abulte mis labios haciendo un pequeño puchero –Pero ahora estás acá, si me diste una sorpresa y me gustó bastante– al ver su carita sonrojada me emocioné, y no pude evitar besarlo –Aún no almuerzas ¿No?– negó suavemente con su cabeza –¿Algo en mente?– sonreí y lo tomé de la mano –Yo invito–.



Al que no sepa quién es Renato le pegó :)

Reborn haciendo aparición salvaje

¿Que tal?

¿Les gustó el Luzuplay?

No tengo nada que decir, cuídense.

Todo empieza en ti  [Rubegetta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora