-Advertencias.-
·Tiempo en la historia: Los alumnos de la academia U.A están realizando las pasantías.
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—¡Midoriya, por favor! ¡Debes ayudarme! —gritaste eufórica, con todos tus nervios crispándose.
—¡Pero no comprendo, (nombre)! ¿En qué cosa? —Tu compañero parece asustado ante tu reacción y la alborotada manera en la que llegaste corriendo antes de que saliese de la academia—. Además, se me hace tarde, debo irme. Gran Torino está esperándome, ¿tú no irás con Ryukyu?
—¡Eso ahora no! ¡Aún falta! Debes ayudarme a buscar a Bakugõ. —Posaste con desespero tus manos sobre sus hombros, abriendo tus ojos hasta el límite y mandando tus exigencias hacia las esmeraldas que te miraban con confusión.
—¿A Kacchan? ¿Por qué? —Todo comenzaba a ponerlo nervioso. Tu estado alterado lo preocupaba.
—Debemos impedir que vaya con Jeanist o que realicen el patrullaje en Shinjuku.
—¿La ciudad de Shinjuku? ¿Qué tiene de malo? Es muy tranquilo allí.
—¡No! Dentro de tres días se desatará un caos y ellos estarán allí. ¡Debes ayudarme! Midoriya, por favor. —Un sollozo se escapó entre tus suplicas.
—(Nombre), tranquilízate. Podemos ir con Aizawa y explicarle lo que supones. ¿De dónde oíste la información?
—¡No! —Pasaste tu mano por tu cara con frustración—. ¿Es que no me ves, Midoriya? —Diste un paso atrás para que él pudiera observarte. Así lo hizo, dándote una repasada rápida de pies a cabeza pero no notó nada raro. Chasqueaste la lengua ante su rostro confundido y exhalaste aire antes de confesar—: Midoriya... No soy de este tiempo... Vengo de dos años en el futuro —susurraste con tono tembloroso, pero mirando a tu compañero de cabellos verdes con fijeza.
Él queda blanco en su lugar, con sus labios entreabiertos y abriendo poco a poco sus ojos hasta casi quitarlos de sus cuencas. Palidece y vuelve a mirarte de otra manera, con un rostro cargado de terror pero curiosidad ante tus palabras.
—¿De qué estás hablando? —logró susurrar, con voz temblorosa.
—Lo que oíste. Pero no tenemos tiempo, mejor será buscar a Bakugõ y evitar que se vaya a las pasantías, o que evite ir a ese lugar.
—Espera... Explícame de nuevo qué sucede allí. —Midoriya palidece aún más y traga con dificultad, tomándose con seriedad el asunto. Un sudor frío ya recorría toda su frente.
Exhalaste con pesadez, sintiendo tus ojos aguarse cada vez más.
—Midoriya, habrá un ataque de villanos. A éste grupo nadie los conoce, no pertenecen a la liga, pero, en aquel pequeño lugar, causaran un caos y... y Bakugõ... —Tragaste el pesado nudo que se atoraba en tu garganta, sintiendo la dolorosa manera en la que caía con gran peso dentro de tu estómago, dando un vuelco a todos tus órganos y provocando nauseabundas sensaciones. Inhalaste profundo para continuar hablando, teniendo el ceño fruncido de Midoriya y sus ojos puestos en ti—. Bakugõ morirá queriendo salvar a Jeanist —expresaste con voz trémula, sintiendo una opresión en tu pecho al recordar lo que viviste en tu tiempo y que, ahora, solo tenías ésta oportunidad para cambiar lo sucedido—. ¿Dónde está Bakugõ? Hoy estaba entrenando, ¿verdad? Tenemos tres días antes de que todo ocurra y comiencen las pasantías. Podemos hacer algo para evitarlo y ayúdame a informarle a todos los héroes profesionales. Además, debemos-
—(Nombre)... Alto... ¿De qué estás hablando? —Da un paso hacia ti, con gesto dolido, y una expresión compungida, la cual jamás habías llegado a ver en él—. Kacchan... Kacchan ya se fue...
—¿Qué? —Soltaste un jadeo, comenzando a marearte—. P-pero... Aún falta para-
—¡Hoy comenzaron las pasantías! —Sus grandes ojos se aguaban de la misma manera que los tuyos.
Tus piernas flaquearon en tu lugar. Midoriya te toma por los hombros al ver que te tambaleaste y poco a poco perdías el equilibrio.
—No puede ser —musitaste con pasmo, negando con un meneo de tu cabeza, deseando que no sea cierto. Posaste una mano en tu frente, tratando de recordar todo lo que habías hecho para viajar al día que querías; recordaste todo el esfuerzo que hiciste y sabías que no había lugar para errores—. Hoy es quince de julio... Programé para venir tres días antes del suceso.
—¿Qué?... No... —siseó en un hilo de voz y su mandíbula tembló al contener las lágrimas—. Hoy es dieciocho de julio, (Nombre)...
Tus cálculos habían fallado.
Y así como te había advertido el Midoriya de tu tiempo, pese a la ayuda que te brindó para que tomases la única oportunidad para viajar al pasado, él te advirtió que el destino era algo muy difícil de cambiar... Y, al final, tenía razón.
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Micro Escenarios de Bakugõ Katsuki •
FanficDicen por ahí, que la magia de la vida se esconde en los pequeños momentos. Para poder entender mejor esa expresión, me atreví a crear un libro con muchos escenarios que demuestran cómo un sentimiento tan grande cabe en un escrito tan pequeño. ¡Bie...