Micro Escenarios de Bakugõ Katsuki •

Grabación.

-Advertencias-

·Universo de BNHA/·Los protagonistas asisten a su último año y ya se graduaron.

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Satõ está feliz. 

Los preparativos para la graduación duraron todo un año, y debe admitir que fueron un completo sufrimiento mientras duró. Los constantes percances fueron piedras en el camino que resultaron siendo, incluso, conflictos y guerras entre la clase. La organización de un evento tan importante no fue nada fácil, pero finalmente ya estaba disfrutando de los resultados de tantos meses fatídicos y tediosos.

Satõ camina por todo el salón que Yaoyorozu se esforzó por conseguir para estas fechas —y que terminara ajustándose al presupuesto económico de la clase—, camina a través de los familiares invitados, de los profesores que asistieron y también a través de sus compañeros, únicamente porque esa noche se propuso llevar una cámara para guardar cada momento en un vídeo conmemorativo, donde pueda quedar el mejor recuerdo de esta etapa.

Filma a las chicas en la pista de baile; a Jiro ser revoleada por los aires por Mina, a Izuku bailando con Eri; al director Nezu en los hombros de Aizawa; a Mineta cayéndose en la fuente de jugo; a Todoroki huir de la cámara de Endeavor.

Varios conflictos habían ocurrido ese año, pero Satõ está feliz de que ahora ya todo estaba solucionado. Feliz de que pudieran disfrutar.

Pero entre todos esos problemas que parecían no claudicar, Satõ está inmensamente feliz por uno en especial. Una de las parejas del curso se había distanciado y peleado los últimos meses, la relación estaba pendiendo de un hilo, y como espectador de afuera, la situación critica lo ponía mal, lo angustiaba... Más aún si aquella relación al borde de terminar era la tuya con Bakugõ.

Como tu mejor amigo, Satõ había sido gran oyente de tus problemas y tristezas, de tus inquietudes y dolores. Siempre estuvo dispuesto a que fueras a su cuarto y, mientras cocinaba algo rico, sus orejas te escuchaban al desahogarte. Luego, aunque no tuviera los mejores consejos para lidiar con la personalidad de Bakugõ, te acercaba el plato con su comida recién horneada y le satisfacía verte sonreír mientras la degustabas. 

Ahora, su cámara te encuentra a ti entre todo el gentío, y te enfoca a unos metros de distancia de él. Hace zoom y le grita entre susurros desesperados a Kaminari para que se corra del lente porque lo está tapando, y cuando tiene el trayecto libre, el lente los enfoca a ambos: a ti y a Bakugõ.

Ambos se ven muy elegantes; tú con un vestido celeste pastel que se ajusta a tu cuerpo y lleva una bonita abertura en una de tus piernas, mientras Bakugõ presenta un esmoquin negro que lo hace ver como un maniquí de una tienda muy cara y elegante. Pero esos solo son detalles cuando la cámara solo puede grabar sus sonrisas, el modo en que se miran. 

Bakugõ guarda sus manos en los bolsillos de su pantalón pero se atreve a sacar una para rodear tu cintura y obligarte a que te pegues a él. Sus ojos rasgados te observan desde su altura, mientras una sonrisa suave brilla hacia ti. Es pequeña, pero muy perceptible para el lente de la cámara... y para tus ojos. Satõ lo primero que piensa es que Bakugõ parece otro, parece domesticado, irreconocible... Pero pronto corrige sus pensamientos y decide creer la verdad: él solo está enamorado.

Pronto, los labios de Bakugõ se mueven para decirte algo. Está muy lejos para escuchar, pero sabe leer labios y distingue lo que te dice.

Bésame. 

Antes de cumplir, una sonrisa se extiende de oreja a oreja en tus labios. Tus manos descansan en su pecho y aunque tienes tacones altos, ve cómo te estiras hasta besarlo. Vuestros labios mantienen el contacto mientras sus ojos se cierran. Ambos están viviendo en su propio mundo, ajenos al resto y felices por lo suyo; por lo que mantienen, por lo que sienten, por lo que repararon y se decidieron a amar.

Pronto Satõ debe apartarse porque Kaminari volvió a entrometerse, pero esta vez intencionadamente. Obliga al lente de la cámara a que lo enfoque y como está tan cerca su aliento empaña el vidrio. Kaminari dice que quiere decir unas palabras, y propone algo como que el video se guarde en una capsula del tiempo.

Pero Satõ lo reprende por ensuciar el lente, y Kaminari ríe pidiendo por ser grabado mientras da brincos en su lugar.

Satõ se queja, pero aún así está feliz..., porque puede ver a la distancia que su amiga también lo está.

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