Emoción navideña.

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·Bakugõ y la protagonista son adultos, una pareja y tienen un retoño.

·Universo de BNHA.

·Narrado en primera persona.

·····


Mis botas se hunden entre la nieve y ésta cruje ante cada paso que doy. A través de mi guante, siento el calor que me transmite el vaso plástico del chocolate caliente recién comprado, y aunque tenga la tapa, puedo sentir su olor... y divertirme porque ya han comenzado a caer —otra vez— pequeños copos de nieve que se posan sobre él.

A mi alrededor, en la prefectura de Kanagawa, Kamino se ha vuelto un lugar completamente diferente a cómo fue recordado años atrás, y pese a que la ciudad fue reconstruida luego del incidente que vivimos, cada año se la busca embellecer aún más. Por eso, estas navidades, la plaza que rodea la estatua de All Might permanece con un brillo único, especial y embriagadoramente navideño. En cada árbol fue puesto una serie de luces de colores que por la noche es hermoso de admirar, mientras que en sus troncos, gruesos lazos de cintas decorativas los abrigan. Y como es de esperar, la nieve embadurna y pinta de blanco todo por donde se vea; dando la oportunidad de crear vistosos muñecos de nieve y la divertida atmósfera donde todos vienen a pasar el día, en especial esta tarde del 25 de diciembre, donde, aparentemente, hay muchos que desean estrenar sus trineos nuevos y jugar en celebración.

Y nosotros, somos unos de los tantos que se han animado a venir. 

No me he negado cuando Katsuki me lo propuso hace tres noches, pero sí estuve algo sorprendida, no solo por el hecho de que él evita los lugares tan concurridos de personas —y en especial donde se ve el alboroto de niños—, sino también por su camuflada emoción de venir aquí los tres. Especialmente aquí, y especialmente nosotros tres. Por ese preciso hecho es que no pude negarme a su petición, donde creí ver que los ojos le brillaban. 

Ahora, desde donde estoy, ya los puedo ver a ellos dos entre la nieve, con una emoción más visible que todo nuestro entorno blanco. Katsuki está agachado, arrodillado en el suelo y permitiendo que Takeo pose sus pequeños pies en la esponjosidad de la nieve acumulada. Sus ojos se ven grandes, amplios, y parece no decidirse a qué mirar primero y en qué centrarse más. Su curiosidad lo lleva a los niños que juegan con bolas de nieve y las lanzan de un lado a otro, a los que se deslizan con trineos, a los que hacen ángeles en el suelo, a los que escalan y se sacan fotos con la estatua de All Might que lleva su propio gorro navideño. Le encantan los muñecos de nieve, le encanta los niños que se hunden en colchones de nieve, le encantan los juegos, las risas... Pero parece más asombrado y cautivado por los diminutos copos que han empezado a caer del cielo. Le fascina verlos descender con lentitud, posarse sobre el pelo de Katsuki, posarse sobre sus manos enguantadas y rodear todo su entorno por donde sea que mire.

Takeo está fascinado y lo demuestra al abrir su boca con admiración, junto a ese travieso brillo que nada en sus hermosos ojos rojos. 

Y no es sorpresa que esté así, tampoco es sorpresa que a mí me golpee el pecho verlo tan encantado por todo este ambiente..., ya que, a sus cuatro años de edad, es la primera vez que Takeo conoce la nieve. 

Como madre me hubiese encantado darle esta experiencia desde antes, pero los primeros años de su vida no fueron nada fáciles. Y todo esto puede explicar el gran entusiasmo de Katsuki como padre de querer hacerle ver este mundo pintado de blanco. 

Cuando yo estaba embarazada, tuve un problema con mi quirk al intentar usarlo, y eso causó un gran riesgo para Takeo en mi vientre.., llevándolo a nacer prematuro. El parto se adelantó, los riesgos aumentaron tanto para mí como para él, y todo fue un caos del que creímos que no íbamos a salir. Finalmente, todo se puso en orden y luego de estar un mes internado en el hospital, Takeo pudo volver a casa con nosotros. Sin embargo, su crecimiento no fue fácil tampoco. Su inmunidad excesivamente baja le traía constantes enfermedades, gripes y la simple idea de sacarlo a pasear en invierno jamás se nos había cruzado por las mentes. 

Micro Escenarios de Bakugõ Katsuki •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora