Quince

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Él estaba a lo lejos, su cabello era de un color castaño claro, una bonita combinación. Se veía muy grande para tener esa edad, su sonrisa era idéntica a Taehyung. De eso no había ninguna duda, la había heredado desde su abuelo, era la replica exacta de él. Lo único que ese niño tenía en físico era mi nariz, lo podía notar desde donde me encontraba. La primera lágrima resbaló por mi mejilla izquierda hasta caer a mi regazo, era este momento donde me había dado cuenta que seguir las palabras de Taehyung no eran buenas. Él había tenido la gran idea de dar en adopción a ese niño, ni siquiera había disfrutado lo que era tener un hijo en tus brazos, el ser madre. ¿Que fue lo que hice? Obedecer sus palabras porque según yo, era lo correcto. ¿Porque mis hermanos no intervinieron? ¿La familia Kim o mis padres? Porque también lo habían considerado como una buena opción.

Ahora me doy cuenta que no. Porque aunque tenga tan solo veinte años, quería tener a mi hijo conmigo, en mis brazos y disfrutar su niñez. Taehyung creía que volveríamos a recuperarlo así de fácil, estaba claro que no eran así las cosas, por el simple hecho de qué hay un contrato de por medio. Permanecía estática en mi lugar, sentada en una banca del parque más cercano de la universidad donde a nuestros al rededores había algunos puestos de comida rápida, las lágrimas empezaban a bajar una tras otra, sin parar. Ya para este entonces, había llamado la atención de algunas personas quienes me miraban confundidas y otras simplemente con preocupación pero no se atrevían a acercarse. Y no quería que lo hicieran porque no quería dar explicaciones a nadie.

La señora parecía tratar de lo mejor al niño, era como ver a Taehyung de bebé, eso me causaba ternura y a la vez una tristeza profunda. Mira que, ahora será padre por segunda vez y si, aceptaría ese bebé. Se haría cargo. Y de acuerdo, estaba perfecto que fuera responsable en ese aspecto pero... conmigo no lo hizo, no quiso saber del bebé por algunos días hasta que lo di en adopción. Ni siquiera disfrutó los momentos a su lado. Eso era lo que me dolía, aún mucho más cuando lo vi entusiasmado con esa chica llevándola al centro comercial para comprar alguna ropa de bebé. Kim Taehyung me había destruido de la peor manera posible ¿algo más peor que eso? Lo seguía amando.

Me levante de la banca, tomé entre mi mano derecha el asa de mi mochila y la coloqué en mi hombro para seguir mi caminar hacía esas personas. Lo hacía de una manera lenta pero a la vez nerviosa, cada segundo lo sentía más alejado como si nunca llegaría a ellos. Pero lo hice, después de atravesar los juegos de niños. Le sonreí a la señora quien pareció reconocerme un poco, había fruncido su ceño tratando de averiguar de donde me conocía. Había cambiado demasiado últimamente.

— Hola — Susurré, la señora me sonrió sin mostrar sus dientes y después desvió su mirada hacía el niño. No tenía la voluntad de mirarlo fijamente, me dolía tanto el corazón que él me viera tan inocente sin pensar que yo lo había dado en adopción. Me odiará en algún futuro por haberle hecho eso. Cerré mis ojos fuertemente soltando un sollozo que me hizo colocar mi brazo izquierdo en mi estómago mientras que el restante se apoyaba de este, lleve mi mano derecha a mi rostro secando algunas lágrimas pero salían más y más.

— ¿Gusta cargarlo? — Me ofreció la señora, deje caer mis manos a cada lado de mi cuerpo y asentí. Sorbí mi nariz y extendí mis brazos para tomarlo. Era tan liviano y la vez muy suave, su aroma era delicado, a un bebé. Empezó a jugar con mi collar y sonreírme con inocencia mientras miraba mis ojos, los de él eran preciosos. Brillaban mucho, como si tuviera una galaxia en ellos, Taehyung ya no era el único en tener unos ojos tan únicos. Se lo había heredado a su hijo, sonreí con lágrimas de por medio cuando me volvió a sonreír sin quitar su mirada de la mía. Como si él supiera que yo soy su verdadera madre. Tal vez sentía ese calor que desprendían las madres, y eso fue lo que hizo mi corazón romperse aún más.

— Lo siento tanto — Bese su cabecita, noté que la pareja me veía con tristezas — Gracias por cuidarlo tan bien, han hecho un gran trabajo.

La señora llamada Sunhee me sonrió en grande, soltó un suspiro aliviado y me dijo: — Sé que lo extrañas tanto, Sora. Cuando me diste al bebé tenías tan solo diecisiete años pero eras tú mente siempre fue tan madura, sin embargo, te dejaste llevar por tu novio. Aunque si, eras muy chica para tener un bebé pero podía notar ese brillo que tenías en tus ojos, no querías que te los arrebataran de tus brazos. Sufriste mucho, aún lo sigues haciendo. ¿Porque? — Acarició mi brazo, mordí mis labios y miré al niño, en realidad, aún era un bebé. Para mí lo era, tan sólo tres años.

— Taehyung será padre y lo aceptó. Sin más. Eso fue lo que me dolió mucho — Su rostro cambió a uno de asombro, de un momento a otro, noté a unas cuadras el auto de Kim. Me empece a colocar nerviosa por que no quería que me viera, solo deseaba tenerlo lejos.

— Él no es para ti, preciosa. Mira, ahora tenemos que irnos pero te dejan mi número para que nos visites. Necesitamos hablar contigo — Me extendió una tarjeta que sacó de su bolso, le sonreí y asentí. Al momento que tomó al bebé en sus brazos, sentí como si me hubieran arrancado un pedazo de mi cuerpo. Me despedí de ellos y me quede estática solo llorando y mirándolos como se iban a casa a ser una gran familia.

El auto se estacionó frente a mí, de él bajo Taehyung con un conjunto en negro y gorra. Lo cual era raro, me di la vuelta tratando de escapar pero me tomó de la cintura.

— Es hora de que te alejes de mí, te lo deje en claro. No quiero verte, Taehyung. Por favor — Le supliqué, me miró con tristeza. Sabía que me había visto con esa familia, mi voz empezó a temblar demasiado al igual que mis manos y lo único que hice fue desplomarme. Pero el me sostuvo, solloce tan fuerte que sentía mi corazón y alma salir de mi cuerpo. Le repita una y otra vez lo tanto que lo odiaba por hacerme esto.

— Perdóname, Sora. Perdóname. Te prometo que recuperamos a ese bebé.

— Eres un hipócrita, ¿ahora si lo quieres? Estarás tan ocupado con otro bebé, él no tiene la culpa de todas tus tonterías pero si te encargaras de él. Es hora de que te olvides de mí, además, sabes que estoy con Jimin — Susurré en cuanto me había calmado un poco la voz. Taehyung me miró fijamente, desvié mi mirada hacia cualquier otro lugar y está paro en su auto. Justamente en los asientos de atrás. Habían muchas bolsas de tiendas para bebés recién nacidos, solté una risita falsa y llevé mis manos a mi rostro para limpiar todo rastro de lágrimas. — Parece que estás encantado con el bebé que llegará en unos meses. Te deseo lo mejor Taehyung, de verdad. Me has destruido de la peor manera, me quitaste a mi bebé quien ahora tiene una familia y ni siquiera puedo quitárselos. ¿Y tú? Embarazas a una chica, le das todo lo que quiere y aceptas ese bebé. De acuerdo, no hay problema. Pero conmigo no lo hiciste nunca, ¿sabes que es lo que más me duele? Que demuestres acciones realmente maravillosas con otras chicas cuando conmigo no lo has hecho. Las ultima veces tenía que rogarte por un beso porque no lo querías. ¿¡Que es lo que quieres de mí!? Estoy harta de ti, Taehyung. Te odio tanto.

— Sora, espera — Me detuvo cuando hice ademán de irme. No respondí solo espere a que siguiera sus palabras — Haré lo posible para darte a nuestro hijo, cuando sea así, te prometo que...esto se acabará.

Dicho eso, se adentró al auto y se fue. Dejándome en la avenida totalmente destrozada, sintiendo mi mundo venirse a abajo. Todas las personas me veían raro pero eso no me importaba, el dolor me carcomía toda. Deseo tanto el no haber conocido a Kim Taehyung, el no haberme enamorado en cuanto lo vi entrar al instituto. Me arrepiento cada segundo del momento en el que nos hicimos novios.

Él ya no volvería a mí.

Without Me | KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora