Dos

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Y si te digo adiós no es porque no te ame, es porque un día me di cuenta que te amaba tanto que deje de amarme a mí.





¿Cuantas veces nos habíamos dicho adiós? Había perdido la cuenta hace un tiempo, siempre regresaba a ti. Y me odio por ser una estupida que depende emocionalmente de ti, Taehyung.

Mientras me encontraba en el auto junto a mi hermano, me prometí a mi misma no responder sus mensajes y llamadas. Decidí colocar en silencio el móvil, de verdad me sentía muy mal con lo ocurrido hace unos minutos atrás.

— No te despediste de Taehyung, ¿sucede algo? ¿Discutieron? — Mi hermano no despegó la mirada del camino, suspiré y busqué alguna excusa. Por supuesto que él no estaba enterado de nuestros problemas.

— Algo así, no importa, no es grave — Recargue mi cabeza en el ventanal del auto, solo necesitaba llegar a casa lo más rápido posible y llorar como una tonta. Taehyung siempre lograba hacerlo, había perdido la cuenta de cuántas veces le dediqué lágrimas.

— Eso espero, si te falta al respeto o algo parecido, no dudes en decírmelo Sora — Me dio una mirada seria y algo rápida, solo pude asentir. Amaba que mis hermanos se preocuparan demasiado por mí. Pero me sentía mal por mentirles de esa forma, no estaban enterados de la clase de persona que es Kim. Estaba segura que me obligarían a terminar esa relación por mi salud mental.

Una vez en casa, entre rápidamente hacía mi habitación sin avisarle a Namjoon. No quería generar sospechas ante mi hermano. Una vez ya en mi habitación, me deslicé hasta el suelo hecha lagrimas. No solo porque Taehyung le haya prestado la sudadera a la chica, simplemente todo lo que pasaba junto a él, me dolía. ¿Porque decía amarme cuando él se veía con otras chicas? ¿Cuál era su afán de hacerme sentir de esta manera? No lo entendía, si tan solo no quería estar conmigo más, debería hablarlo conmigo y lo entendería.

Tome mi teléfono móvil entre mis manos, Taehyung solo había insistido con dos llamadas y diez mensajes. Estaba a punto de contestar cuando un mensaje de Irene llegó.

Irene

No quiero destruirte, eres mi amiga pero en verdad tienes que ver esto.

Espero abras los ojos, te quiero, si me necesitas solo ven a casa

15:05 pm

Se trataba de cuatro fotos las cuales me daba temor abrirlas, sabía que en ellas estaría Taehyung con una chica en una situación que me rompería aún más. Lo había hecho tantas veces y aún así lograba perdonarlo.

Y no me equivocaba, las fotos eran de hoy, Taehyung besaba a una chica que me fue irreconocible su rostro, eso fue lo que hizo que me derrumbara aún más. Me coloqué en posición fetal en mi cama, sentía todo mi rostro mojarse por las lágrimas incontrolables. Deseaba tanto un abrazo de alguien pero mi hermano no podía enterarse de esto. Lancé el móvil hacía alguna parte de mi habitación sin importarme si este se destruía, estaba harta de sufrir por su culpa. Harta de que siempre caía a sus pies con sus estupidas excusas.

Después de una hora de solo llorar y llorar como Magdalena, decidí darme una ducha y tal vez bajaría a la primera planta como si hace minutos atrás no me encontraba en sufrimiento. Era probable que Namjoon no estuviera en casa, solía trabajar demasiado. Hace tres años, mis hermanos fueron legalmente mis tutores después de que mis padres me trataran de lo peor, ellos no podían acercarse a mi por ningún motivo. Después estaba mi otro hermano, Seokjin, quien era dueño de algunos restaurantes.

— ¡Sora! ¡Ven aquí! — El grito de Jin me hizo fruncir el entre cejo al pensar que él debería estar en su trabajo y no aquí en casa. Solté mi ropa limpia en la cama y baje a la primera planta trotando con una sonrisa pequeña.

Frente a mi se encontraba Taehyung con una pequeña sonrisa en su rostro, llamaba demasiado la atención con su cabello tintado de azul. Mi sonrisa se esfumó en un santiamén.

— Los dejare solos, iré al trabajo — Mi hermano besó mi cabeza y salió de casa. Me di la vuelta cuando vi intenciones de Taehyung acercarse a mí, me dirigí de nuevo a mi habitación ignorándolo por completo como si nadie estuviera en casa.

— No entiendo que te sucede, no puedes molestarte así como si nada. Te recuerdo que no soy adivino — Escuche sus pasos detrás de mí, tome mi celular que se encontraba arriba del buró y busque las fotos que Irene me había enviado.

Le lance mi celular con furia cuando tomó asiento en la cama, él logró tomarlo rápidamente. Me dediqué a mirarlo esperando sus palabras y acciones estupidas.

— Vete de aquí, terminamos — Mi voz empezaba a romperse, de nuevo, odiaba llorar frente a él pues me hacía sentir débil y una idiota de primera.

— Sora, escucha. No se quien te mando esto pero no puedes dejarme así, ella me besó primero y traté de quitármela de encima. Te lo juro ¿no confías en mi? — Susurró, a mi mente vinieron todos esas fotos. De nuevo me había traicionado y quería que ahora no se acercara a mí. Siempre eran las mismas palabras.

—- ¿Estas seguro? Porque en la ultima foto parece que lo disfrutas, acariciando su mejilla — Su rostro se volvió serio, su ceño se encontraba ligeramente fruncido sin perder mi mirada en ningún segundo, no reaccionaba ante mis palabras. Y yo solo me dediqué a llorar frente a Taehyung. Como la estupida que era.

— No es lo que parece, en serio, odio que siempre le creas a otras personas lo que te dicen. ¡Solo debes creerme a mi! — Se levanto bruscamente y camino con grandes zancadas hacía mí para tomarme de la barbilla y obligándome a mirarlo cuando desvíe la mirada. Tenerlo frente a mí donde sus labios rozaban con los míos y sus manos se encontraban en mis mejillas ejerciendo fuerza, me resultaba intimidante.

Pero estando a su lado, las inseguridades era lo que abundaba en mí quiera o no, había demasiadas chicas detrás de él. Algunas eran realmente preciosas tanto que parecían muñecas y Taehyung parecía disfrutarlo pues siempre lo veía conversando con ellas por los pasillos. Le había perdonado infidelidades y malos tratos hacía mí, es por eso que todos me decían que debía dejarlo o devolverle lo mismo. Hasta sus propios amigos, ellos sabían lo que en realidad hacía en esas fiestas a las cuales yo no iba o cuando no se encontraba conmigo.

Eran cómplices pero no podía cargarles la culpa porque aquí la única culpable, era yo; por no dejarle. Ya no era nada sano estar juntos y lo sabía perfectamente pero mi felicidad dependía completamente de Kim Taehyung por más absurdo que suene.

— Dame tiempo para pensarlo Taehyung — Asintió y soltó un suspiro pesado cerrando los ojos por algunos segundos, sus manos pararon en mi rostro donde unió nuestros labios en un beso delicado donde podría decir que se trasmitían muchas emociones por parte de los dos, estaba segura. Disfrutaba de sus labios que sabían a menta.

— Solo piénsalo bien ¿si? Realmente no me merezco este trato, no significo nada para mí y deberías saberlo. Solo te quiero a ti.




Y volví a perdonarlo.

Without Me | KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora