PROLOGUE

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     Aunque hace algo de frío, DoYoung no se da cuenta de la temperatura que lo rodea. Su barbilla está metida en su bufanda y su madre le habría hecho usar varias capas de ropa debajo de su abrigo.

Hay una suave brisa que susurra alrededor. Es divertido en la forma en que se desliza entre los mechones de cabello de DoYoung. De la misma manera, se desplaza entre las ramas de los árboles. De vez en cuando, el pétalo ocasional de las flores rosadas en los árboles bailan delicadamente sobre el suelo. 

DoYoung se ríe de la frustración de su madre mientras intenta poner una manta de picnic. La brisa sigue levantando las esquinas antes de que la manta se pueda mantener recta. 

—No te rías solamente —le regaña, aunque también sonríe— ¡Ayúdame!

DoYoung corretea rápidamente, buscando rocas en la hierba. Finalmente encuentra cuatro pequeñas rocad y las coloca en las esquinas de la manta mientras su madre la estira. Los dos finalmente pueden sentarse.

Su madre suspira y DoYoung vuelve a reír. —Hoy es un gran día para hacer un picnic, mamá. —comenta con DoYoung maliciosamente.

—Ni una palabra más de esa boca tramposa tuya. —su madre cierra los ojos e inclina ligeramente la cabeza hacia atrás. La brisa hace parecer que su cabello oscuro flota alrededor de su rostro. Luego sonríe y abre un ojo hacia DoYoung.— ¿Hambriento?

Él asiente con entusiasmo en respuesta. —Tu comida es la mejor.

—Ojalá pudiera hacerlo más a menudo —responde su madre exhalando. Agarra el paquete de comida que trajo consigo, revelando un bento de arroz frito con verduras y pollo al lado—. Sabes, esta fue mi comidilla en la universidad. Podrías haber pedido algo más.

DoYoung niega con la cabeza. —No, nada se compara con la comida que cocinas. Es diferente. Y eso me gusta.

La madre de DoYoung sonríe de nuevo pero está vez algo triste y amarga. —Hmm... Nunca cambies, ¿de acuerdo? —ella se sienta derecha de nuevo— Come. ¡No puedes seguir siendo un enano si ya casi empiezas el segundo grado!

—¡Mamá! —DoYoung se queja mientras su madre se ríe de él. 

Los dos comen, ríen y hablan. La brisa sigue soplando y los pétalos siguen cayendo. 

Cuando terminan de comer, su madre le hace un gesto a DoYoung para que se acerque. Él se sienta en su suave abrazo, un poco avergonzado pero sobre todo feliz. Ella le acaricia el pelo y le besa la coronilla. —Espero siempre puedas ser una buena persona —dice lentamente—. Uno que se lleve bien con los demás. Y quiero que siempre seas amable y hagas tu mejor esfuerzo. —abraza a su hijo con un poco más de fuerza. 

—Mamá, ¿estás bien? —pregunta DoYoung. Mayormente está bromeando pero en el fondo piensa que algo anda mal.

—No importa qué, siempre estaré a tu lado. Nunca pienses lo contrario.

—Suenas como una vieja abuela. O una extraña tarjeta de felicitación. —dice DoYoung en un intento por evitar que el estado de ánimo tenso se acumule en su pecho. 

—Apenas tengo treinta, pequeño mocoso —ella ríe pero luego continúa hablando—. DoYoung. Haz siempre lo que creas que es correcto. No importa qué, haz lo que creas que es mejor para ti. Te prometo que yo también haré eso.

DoYoung empuja su frente hacia los hombros de su madre, enterrándose en su cuerpo. Él se sumerge en su calidez y cierra los ojos. 

No es consciente de las lágrimas que brotan de los ojos de su madre.

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ESTA ES UNA TRADUCCIÓN. El autor original es yeondreams

𝗦𝗨𝗡 & 𝗠𝗢𝗢𝗡 │ DOTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora