𝗦𝗨𝗡 & 𝗠𝗢𝗢𝗡 │ DOTAE

TWENTY SEVEN

     Los días pasan sin mucho contacto ni de DoYoung ni de SBS. La mente de TaeYong está llena de apatía, inquietud y los leves dolores de cabeza de la soledad. Ha pasado sus días en su habitación, tomando siestas, o en la de SungYeol, viéndolo perder casi todas las rondas de cualquier videojuego que juega. Hay un aura de paz, pero se siente más como la calma antes de la tormenta. De todos modos, sin nada que hacer, TaeYong desea con urgencia que la tormenta salga de la nada y lo derribe. 

Una vez más, está en la habitación de SungYeol, acostado en su cama y mirando al techo. Se vuelve consciente de su respiración y cuenta cuántas veces inhala antes de cansarse de eso también— Oye, SungYeol —dice después de contar 371— ¿No deberías estar repasando?

—¿No deberías estar trabajando? —SungYeol responde, sin apartar los ojos de la pantalla. 

—Gracias a alguien, ya no tengo trabajo —TaeYong murmura para sí mismo antes de volver a hablar—. Digamos que esto funciona así. Mi salario eventualmente triplicará lo que ganaba antes. ¿Quieres comprar algunos muebles nuevos? O tal vez, incluso podemos renovar todo este lugar.

Ante estas palabras, las manos de SungYeol se debilitan, y observa cómo Hanzo le dispara ya qué no puede moverse. Gira su silla para mirar a TaeYong— ¿Qué dijiste?

TaeYong se sienta y mira la pantalla— Apestas en Overwatch. Quédate en League.

—No quiero jugar con todos los demás. Son malos —SungYeol niega con la cabeza como si se recordara a sí mismo lo que realmente quería preguntar—. Cómo sea, ¿qué quieres decir con muebles nuevos y esa mierda? ¿Quieres decir que si consigues un trabajo legítimo, te quedarás aquí?

TaeYong parpadea por un momento antes de darse cuenta de lo que está diciendo SungYeol. Se rasca la nuca tímidamente y mira al suelo— Quiero decir, sí. A menos que quieras que salga, puedo buscar un lugar-...

—¡No, no, no! —SungYeol lo interrumpe con urgencia— ¡No, tienes que quedarte! No pensé que lo harías —le sonríe un poco a TaeYong, incapaz de contener su alegría—. Pensé que querrías irte, pero estoy sorprendentemente feliz de que no lo hagas.

Hay un incómodo momento de silencio antes de que TaeYong comience a reír— ¡Wow, mírate! ¡Todo blando por mí! ¿Qué, tienes un crush ahora? —salta fuera de la cama— ¡Supongo que me extrañarías mucho si me fuera!

La sonrisa desaparece del rostro de SungYeol y una expresión de estoica insatisfacción la reemplaza— Hermano. Eso es asqueroso. Olvida que dije algo.

Antes de que TaeYong pueda seguir burlándose de su amigo, escucha el timbre de su teléfono por una notificación. Lo saca para comprobarlo y ve que es un mensaje de texto automatizado de SBS. Traga saliva y mira a SungYeol— Son ellos.

Los ojos de SungYeol se agrandan y salta de su silla al lado de TaeYong— Dios mío. Lo abriré por ti. —mientras toma el teléfono, TaeYong se lo quita. 

—De ninguna manera. Vas a engañarme. Mi suave corazón no podrá soportar eso.

—No lo haré. Lo prometo, hermano, es entre nosotros, hombre. No te engañaré.

—No.

—¿Por favor?

—No.

La alteración va y viene así durante unos minutos más. SungYeol mira a TaeYong antes de finalmente agarrar su teléfono y salir corriendo al baño. TaeYong lo sigue, pero se encuentra con el portazo. 

—¡No te preocupes, Taeyong! ¡Te lo diré! —SungYeol grita entre la rendija de la puerta mientras TaeYong la golpea. 

En este momento, TaeYong se da cuenta de que es demasiado tarde, por lo que se desploma y se apoya contra la puerta mientras espera las noticias. Pasan minutos de silencio hasta que SungYeol abre lentamente la puerta. 

—¿Entonces? ¿Qué dice?

SungYeol mira a TaeYong, con una mirada vacía y distante en su rostro. No sonríe ni frunce el ceño. Incluso se las arregló para mantener sus cejas perfectamente quietas. Se ve tan serio que el estómago de TaeYong se siente como si fuera a explotar por la tensión. 

—Lo siento, TaeYong. Lo lamento. —se muerde el labio. 

TaeYong se pone de pie rápidamente— Solo dímelo. Puedo manejarlo. —SungYeol estalla en una sonrisa y comienza a reír. 

—¡Lamento mucho que vayas a tener que gastar tanto en muebles! Lo primero que quiero es un La-Z-Boy.

TaeYong deja escapar un suspiro de alivio antes de golpear a SungYeol en el brazo— Honestamente me asustaste. ¡Dijiste que no me engañarías!

—¡Y no lo hice! —SungYeol dice entre carcajadas. 

TaeYong suspira para sí mismo antes de reír. Se une a la risa mientras la calidez y el consuelo lo envuelven como una manta. 

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DoYoung firma el último archivo en su escritorio antes de estirar la espalda en su asiento. Mira el reloj. Ha vuelto a trabajar horas extras. 

Se frota los ojos antes de levantarse para tomar su abrigo. Antes de salir por la puerta, suena su teléfono. Contesta mientras toma el ascensor hasta su coche. 

Se aclara la garganta antes de hablar— No esperaba que llamaras, papá.

—No lo habría hecho, pero esto es un poco importante. Estás a cargo de ese nuevo proyecto. Es extremadamente importante.

Cuando DoYoung se abrocha el cinturón de seguridad, oleadas de pavor lo invaden— Sí, el del resort. Es inusual que me llames por eso, he estado bien en todos mis proyectos hasta ahora. Seré muy cuidadoso si eso es lo que te preocupa.

Hay un silencio antes de que DoYoung reciba su respuesta— No estoy preocupado por eso. Es bueno ver que lo estás haciendo bien entonces. Continuaremos esta conversación en persona.

Su padre cuelga antes de que DoYoung pueda responder. Sólo está confundido y asustado, no está seguro de lo que acaba de pasar. Está a punto de empezar a conducir cuando de repente recibe un mensaje de texto. A la vista del remitente, los sentimientos de adversidad desaparecen y misteriosamente para DoYoung, son reemplazados por sentimientos de amenidad.

DoYoung inmediatamente responde, sonriendo para sí mismo mientras lo hace.

La forma de lenguaje hace que DoYoung niegue con su cabeza, pero guarda su teléfono y sale del estacionamiento, olvidándose de cualquier asunto que lo haya estado molestando antes.

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ESTA ES UNA TRADUCCIÓN. El autor original es yeondreams