La mente de TaeYong se acelera mientras espera a que llegue DoYoung. Se sienta en un banco, frente al río Han. Familias y parejas pasan caminando disfrutando del paisaje nocturno. Parece que TaeYong es la única persona inquieta en el área. Le tiembla la pierna y juguetea con su dedo. Cuando ve a DoYoung acercándose, se muerde el labio con ansiedad.
DoYoung sonríe suavemente al sentarse junto a TaeYong— Hola —dice, frente a TaeYong— ¿Qué pasa? —las comisuras de su boca se levantan de una manera bonita. La acción generalmente llenaría a TaeYong de una paz inconmensurable, pero sólo siente más miedo cuando la ve.
Al ver el rostro amable de DoYoung, TaeYong casi estalla en lágrimas. Su garganta se siente seca como si no se estuviera ahogando con nada. Su pecho está tan caliente que se siente sofocado. TaeYong se da cuenta de que no puede demorarse. Hacerlo solo rompería su corazón aún más, haciendo que no quisiera decir nada en absoluto. Abre la boca para hablar, pero las palabras se niegan a salir.
—¿Estás bien? —DoYoung pregunta, arqueando una ceja con preocupación— No te ves muy bien. ¿Cómo estuvo tu cita?
Cada acción se siente realmente difícil. TaeYongng de repente desearía no haber conocido a DoYoung para empezar. Desearía que sus caminos nunca se hubieran cruzado. Si nunca se hubieran conocido, tal vez TaeYong no se sentiría tan miserable en este momento. Él piensa que es la peor persona viva, haciendo que DoYoung lo ame y luego tener que arrancarle el corazón del pecho. TaeYong realmente se siente como si se estuviera ahogando en el océano; el agua es tan oscura que ni siquiera puede ver.
—DoYoung, no creo que pueda hacer esto. —murmura TaeYong. Se pasa la mano por el pelo. Se ve tan obviamente agitado mientras sus manos tiemblan como hojas en el invierno.
Su miedo retrasado finalmente ha llegado. Su corazón martillea contra su pecho, haciéndolo sentir como si estuviera al borde del caos. La parte de atrás de su cuello se siente helada, como si la propia Chione susurrara comentarios sofocantes detrás de él.
Dios mío, voy a morir. No quiero morir. No, no quiero dejar a nadie, odio esto.
—¿TaeYong? —DoYoung se inclina, luciendo extremadamente preocupado— ¿Qué ocurre?
—Terminemos —las palabras son agudas y limpias cuando salieron de la boca de TaeYong. TaeYong traga saliva, sabiendo que no puede retractarse de lo que se ha dicho—. Ya no quiero seguir juntos. —casi exhala, queriendo dejar escapar la agonía en la que se está ahogando. Pero el peso de su desolación le recuerda que sólo él debe llevar esta carga.
DoYoung se inclina hacia atrás y mira a TaeYong. La preocupación en su rostro es reemplazada por una estática falta de emoción. Parece estar pensando un poco, pero finalmente habla y dice:— No entiendo por qué estás diciendo esto de la nada. Y yo tampoco estoy de acuerdo. Al menos explícamelo. —los ojos de DoYoung son fuertes y firmes, pero TaeYong no deja de notar el más mínimo temblor en sus cejas.
La expresión del rostro de DoYoung es demasiado familiar para TaeYong. Es el viejo DoYoung del pasado, uno que es frío y sin emociones para todos los que lo rodean. Pero TaeYong sabe demasiado bien que DoYoung ya está herido y confundido. Podría haber sido engañado por los gestos profesionales de DoYoung si no hubiera conocido a DoYoung tan bien.
—No hay nada que explicar —dice TaeYong, tratando de mantener un tono de voz—. Ya no me gustas.
Un sutil shock se abre camino hacia el rostro de DoYoung, pero rápidamente es reemplazado por un destello oscuro en sus ojos— Okey. —su voz es plácida, insinuando que de ahora en adelante solo se dirán breves declaraciones.
La falta de respuesta es increíblemente frustrante para TaeYong. No quiere ir más lejos, pero el comportamiento tranquilo de DoYoung le hace sentir como si tuviera que empujarlo hasta el final— ¿Lo entiendes? No eres la primera persona que me gusta, así que tiene sentido que tampoco seas la última. —las palabras salen corriendo desesperadamente, TaeYong utiliza cada oración como una bala. Desea con todo su corazón que DoYoung sólo sienta ira y no tristeza.
—Está bien.
—Quiero decir —continúa TaeYong—, ¿a quién le gustaría alguien como tú de todos modos? Tienes un mal humor y estás callado y todo lo que haces es trabajar. Eres aburrido ya que nunca te gusta hacer nada. Tú-...
—Lo entiendo, TaeYong. —hay un tono en la voz de Doyoung, que simboliza tanto la ira como la amargura.
¿Cómo puede TaeYong decirle que nunca ha odiado nada de eso sobre DoYoung? Las amables sonrisas y el suave silencio de DoYoung: ¿cómo podría decir eso si son todas las cosas que ha amado de él?
TaeYong mira el rostro de DoYoung. Es duro y frío como una piedra. DoYoung mira al río, negándose incluso a mirar en dirección a TaeYong.
—Si lo entiendes, no hay nada más que decir. —se las arregla para decir TaeYong.
—Bien —DoYoung se levanta para irse—. Entonces adiós. —se va.
TaeYong se permite mirar la espalda de DoYoung cuando se aleja. A medida que DoYoung camina cada vez más, TaeYong finalmente deja escapar un suspiro. Luego, se permite llorar.
La cara de TaeYong se humedece con lágrimas mientras solloza en sus manos, deseando que esto sea sólo un mal sueño. Le duele el pecho como si tuviera una vara sofocante clavada en su interior, algo tan caliente que se siente terriblemente frío. Quiere despertar y encontrar a DoYoung para decirle que se quedará con él para siempre. Quiere decirle a DoYoung que lo ama como un loco y que haría cualquier cosa por él.
Pero TaeYong sabe que no es un sueño y el mundo sigue su camino. Mientras la noche continúa, pasando del último día de junio al primero de julio, TaeYong piensa que esta es una forma bastante patética de celebrar su vigésimo séptimo cumpleaños.
TaeYong sabe que él también debe seguir adelante. Así que se pone de pie, todavía llorando, y camina a casa.
(💌)
ESTA ES UNA TRADUCCIÓN. El autor original es yeondreams
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𝗦𝗨𝗡 & 𝗠𝗢𝗢𝗡 │ DOTAE
Fiksi Penggemar❛Kim DoYoung no es de los que hacen amigos. Su duro y estricto mundo sólo le recuerda su fría realidad, una que lo obliga a abandonar ideales superficiales y metas brillantes. Se dice a sí mismo que sus acciones están junto al deber, por lo que, aun...