Capítulo IV

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     —Arden, debes cuidarte —dijo papá acariciando mi cabello, ya estábamos en la salida, a punto de partir y nuestros padres nos estaban despidiendo—. En serio lamento mucho que tengas que pagar por mis errores...

    —Papá, no te preocupes, sé que jamás quisiste esto para mí.

   Él me abrazó, diciendo una vez más lo mucho que me amaba sin que yo pudiera corresponder, mamá también hizo lo mismo y me besó en la frente. Mi padre le dio su espada a Kian y el colgante de localización a Hayden. Alexa no estaba muy contenta con la decisión de Ulises, pero Uriel le había convencido, o al menos consiguió que no dijese nada al respecto. Ella tenía razón en temer, no quería perder a Ulises como mismo perdió al tío y esta vez no habría forma de revivirlo.

   Todos nos pusimos las capuchas de nuestras capas y abrí un portal que nos dejaría a unos minutos de nuestro destino. Cuando lo atravesamos estábamos en una llanura, detrás nuestro había un bosque y se podía ver el pueblo desde el otro lado de la ladera a unos cuantos kilómetros.

    —¿Y cómo se llama este lugar?  —preguntó Hayden algo horrorizada.

   A esa distancia no podíamos detallar mucho, pero sí lo suficiente como para notar que era un pueblo bastante siniestro.

    —En el pergamino dice que es Mistwheat. Debemos buscar la mansión Wildemoor.

    Empezamos a caminar porque volar no era la mejor opción, con humanos cerca lo mejor era mantener las apariencias; y les expliqué todo a los chicos. Les dije que las misiones consistían en eliminar, hacer alianzas o conseguir objetos, todo con la intención de descubrir a quien estaba detrás de todo. También les comenté que se trataban de criaturas del reino oscuro que estaban matando a los humanos.

    Los cuatro entramos por los portones de la ciudad rozando con el mediodía; y si de lejos era siniestra, por dentro era aún peor. Las ventanas de las casas estaba carcomidas por la humedad y las paredes blancas llenas de enredaderas y moho, todas estaban cerradas y en las calles casi no había personas. Llegamos hasta una plazoleta donde había una fuente en medio en un estado deplorable. Unos niños estaban jugando pero al vernos salieron corriendo.

    —¿Qué sucede con estas personas? —preguntó Kian extrañado por su reacción.

   —Han estado desapareciendo paulatinamente desde hace unos años. La mayoría son encontrados muertos a las afueras de la mansión Wildemoor, debe ser por eso que tienen estas reacciones.

    —¿Qué crees que sea lo que está pasándoles?

    —Pueden ser muchas cosas. —Caminé hasta la fuente observando alrededor—, pero aún no sé cómo es que mueren y eso debemos averiguarlo.

    —Eso será difícil dado que todos huyen al vernos —comentó Hayden.

    —Una taberna —dijo Ulises—, en una taberna venden más que alcohol.

    —¿Crees que en un pueblo como este haya algo como eso?

    Él sonrió ante mi pregunta— Claro que hay, está justo ahí. —Me señaló una de las calles que estaban a nuestra derecha. Había un cartel con una mujer dibujada en frente.

    —Eso me parece más un burdel.

    —Creo que cualquiera de los dos nos sirve, ¿no, Arden?

   Asentí y nos dirigimos al sitio. Cuando entramos efectivamente era una taberna. Habían unos cuantos hombres que nos miraron bastante mal cuando estuvimos dentro (Imagino que notaron que no éramos de por allí debido a nuestros atuendos) No le di importancia y me dirigí a la barra donde había una cantinera bastante provocativa (típico, es lo normal en estos sitios) Me senté.

Arden (Dark Angel II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora