Ellos se fueron y yo aún tenía sus palabras dándome vueltas por la cabeza ¿Acaso los irins habían borrado mis recuerdos? No sabía si era cierto o no, pero ¿Y si era verdad? ¿Qué haría si era todo cierto?
—¿Arden, estás bien?— me preguntó Thristan sacándome de mis pensamientos, yo le miré algo ida—. Arden— insistió.
—Estoy bien— respondí—, o eso creo.
—¿Qué sucedió? De momento todo quedó en negro y no recuerdo nada.
—No es momento para eso, les explicaré luego— dije caminando hacia el portón.
—¿Arden, que rayos sucede?— me preguntó Thristan haciendo que detuviera mi paso—. No puedes irte así sin más.
Me giré para verle— Todos en Atlantis están bien, ahora debo resolver un asunto, volveré luego— respondí y continué mi camino saliendo de allí.
Cuando estuve en los pasillos abrí un portal que me llevara hasta Heaven y fui directamente hasta la sala donde me llevaron la primera vez, sabía que allí estarían todos.
—¡Gabriel!— le llamé abriendo la puerta estrepitosamente y ellos se pusieron en pie al verme entrar así.
—¿Por qué entras de esa forma, Arden?— preguntó Miguel algo molesto.
—Dime que no es cierto— dije acercándome a la mesa y mirando a Gabriel que quedaba frente a mí—. Dime que no es verdad lo que me dijeron.
—¿De qué hablas?
—¡Hablo de que me borraste los recuerdos sobre Thristan! ¡De eso hablo!— grité alterada.
—¿De qué está hablando, Gabriel?— le preguntó Miguel y pude ver como él apretaba los labios.
—Creo que será mejor si tomas asiento, Arden.
—¡No, no pienso hacer nada! ¡Explícame de una vez y dime que es mentira! ¡Dime que no lo hiciste!— exclamé desesperada.
—Lo siento, Arden, tuve que hacerlo— esas palabras resonaron en mi cabeza como si fuesen un gran martillo dándole golpes a una campana. No pude evitar dejar salir algunas lágrimas.
—¿Por qué? ¿Por qué condenarme a esta miserable vida sin amor cuando sí puedo amar a alguien? ¡Dime, Gabriel! ¿Qué razón tenías para hacerme esto?— pregunté llorando.
—¿Quién es Thristan?— le preguntó Miguel.
—El chico del que Arden se enamoró cuando era una niña— respondió pesadamente.
—Dijiste que ella no había descubierto que podía amar— dijo Miguel y yo sonreí indignada secando mis lágirmas con furia.
—Todos lo sabían, ¿verdad? Todos supieron todo este tiempo que yo podía amar ¡Todos lo sabían y me hicieron vivir ciento cincuenta miserables años de mi existencia creyendo que no podía, sintiéndome como un monstruo!— lo último lo dije alzando la voz por lo molesta que estaba— ¿Por qué? ¿Qué razón hay para eso? ¡Díganme!— exigí y sentía que las palabras quemaban ni garganta, no podía creer que me hubiesen hecho eso.
—Porque de no ser así sería aún más difícil que aceptaras el final de tu misión— respondió Miguel y yo llevé mi vista hacia él.
—Ya veo, todo es parte de sus artimañas— dije sonriendo con molestia y secando mis lágrimas.
—No es así, Arden.
—¿Cómo que no es así? Me quitaron la oportunidad de ser normal, de amar a Thristan y de amar a mis padres, hermanos y a todos ¡Me condenaron a una vida miserable cuando ni siquiera soy una irin!— les reclamé llorando.
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Arden (Dark Angel II)
Fantasy¿Qué pensarías si hubieses vivido más de un siglo sin poder amar? ¿Sin sentir en absoluto ese sentimiento por nadie? Arden ha vivido así durante más de un siglo, está condenada a vivir sin poder amar a nadie, ni familia, ni amigos y mucho menos cua...