Capítulo XXVII

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—¿Crees que lo lograrás?— le pregunté. Thristan y yo estábamos en la punta de la proa, ya casi íbamos a ir de vuelta a Angarth y nos estábamos poniendo de acuerdo en lo que debía hacer.

—Es la primera vez que hago algo como eso, pero lo intentaré— respondió con una ligera sonrisa—. Haría cualquier cosa por ti, Arden, sin importar lo difícil que sea— puso su mano sobre la mía cuando dijo eso. Yo la retiré al instante y desvié la mirada.

—Iré a buscar a los demás, ya casi es la hora— traté de huir pero él me detuvo tomando mi mano poniéndome los nervios de punta.

—Estabas aquí anoche, lo sé— le escuché decir y respiré profundo para calmar mi desorden interior, luego me giré hacia él.

—No sé de qué me hablas— respondí fríamente.

—Hablo de que te hiciste invisible en cuanto llegué y escuchaste todo lo que estaba pensando.

—Eso... Eso no importa— retiré su mano—, no va a cambiar en nada mi decisión, Thristan, lo siento.

Y así me retiré del lugar. Sí, sí, huí como una cobarde pero no podía siquiera tenerlo cerca. Él había provocado demasiadas cosas sin sentido dentro de mí, y lo que parecía ser, no podía ser, así que antes de lastimar a alguien, de lastimarlo a él, lo mejor era que me fuera.

Me encargué de buscar a los demás porque ya era hora de que bajáramos a Angarth. Cuando todos estuvimos sobre la cubierta ya listos para iniciar la misión, Thristan comenzó a hacer de las suyas.

Le había pedido que hiciera una especie de túnel con el agua y que luego lo congelara para que pudiésemos llegar secos a Angarth. Era algo difícil por la distancia pero no imposible. La otra parte la haría yo, volvería ese túnel invisible para que los fomorians no lo notaran.

Thristan terminó de hacer su parte del trabajo, tardó un poco pero logró separar el agua justo como le pedí y luego congelar el túnel, inmediatamente yo le hice invisible y todos comenzaron a bajar. Al final quedamos solo nosotros dos sobre la nave, le extendí mi mano para que entramos juntos, porque teníamos que mantenerlo hecho invisible mientras bajábamos y se deshacía. Fue cuestión de segundos para que me arrepintiera de ello, pero él fue más rápido que mi raciocinio y se aferró a mi mano sin dudar poniéndome delante de suyo. Me abrazó (¡Aprovechado!) y saltamos dentro del túnel de hielo.

Creo que nunca había gritado tanto, nos había caído en que el hielo resbalaba un montón e íbamos demasiado rápido. Llegamos al final y ambos caímos de pie de milagro, todos los demás nos esperaban allí. Yo me separé de Thristan al instante y noté como el túnel había desaparecido a nuestras espaldas.

Hayden y Kian cargaron a Thristan y todos comenzamos a volar alto, casi rozábamos la parte superior de la barrera, y esa era la idea, entre más alto, menos posibilidades de que nos vieran.

Escudriñé todo el panorama y me di cuenta de en dónde sería el sacrificio, era en una parte del castillo parecido a una gran plazoleta de forma redonda. Allí se encontraban unos cuantos fomorians que estaban llevando hacia el lugar a las chicas encadenadas unas a las otras.

Descendimos detrás de algunas torres que había allí cerca. Yo y Ulises estábamos en una y los demás en otra que quedaba del otro lado justo al frente de nosotros. Esperamos por un rato, les hice una seña a los chicos para que bajasen de la torre y se acercaran un poco más, nosotros hicimos lo mismo.

Las chicas seguían llegando, eran bastantes y obviamente los fomorians eran muchos más.

—Arden, creo tenemos un problema— escuché decir a Ulises y cuando miré hacia atrás le tenían sujeto un par de fomorians. Ellos no hablaban, solo gruñían (sí que eran unas criaturas horripilantes) Comprendí rápido lo que intentaban decir, no hacía falta traducir caundo tenían bien amenazado a mi amigo, y levanté mis manos soltando las espadas. Nos llevaron al centro de la plazoleta, los demás nos estaban observando a lo lejos, aún no habían sido descubiertos así que les dije que se quedasen justo ahí.

Arden (Dark Angel II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora