Esta historia se empieza en tiempos del príncipe Caspian e Idalia X. Ambos herederos al trono, quien es usurpado por su tío Miraz, en la huida del castillo ambos se dirigen hacia el bosque y en un momento inesperado tocan el cuerno invocando a los h...
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Llevaban al pequeño Narniano Trumpkin amarrado de nuevo de la cabeza a los pies, estaba en un bote, junto con dos telmarinos. Estos portaban una armadura color azul, tirando al negro, tenían un aspecto de rudeza y maldad.
-No deja de mirarme.- dijo uno de ellos.
-Entonces no lo veas.- respondió el otro. La mirada de Trumpkin era de odio y rencor, como si se pudiera soltar los ahorcaría en ese momento sin duda alguna. Era una mirada fría y temerosa.
-Aquí está bien.- dijo con miedo. Entonces se levantó y lo cargó junto con el otro, apunto de tirarlo, sin embargo una flecha color dorada dio a parar en el bote.
-Libérenlo.- gritó Susan apuntándolos con su arco.
-¿Libérenlo?- repitió Trumpkin con dificultad. Los telmarinos lo arrojaron al lago, mientras que Peter y Edmund corrieron a socorrerlo, Susan tomó otra flecha y apuntó en dirección hacia los telmarinos quienes intentaron darle pero ella fue más rápida y lanzó la flecha así tirando a uno al lago, el otro simplemente se lanzó.
Peter se hundió más intentando alcanzar al pequeño amigo, finalmente pudo agarrarlo y lo sacó a la superficie, Edmund jaló el barco hasta donde pudo, cerca de la tierra, Trumpkin escupió toda el agua luego de que le quitaran las vendas de la boca; Lucy tomó su daga y cortó las que tenía en las manos.
-¡¿Libérenlo?! ¿Es lo mejor que se te ocurrió?-protestó el pequeño levantándose del suelo.
-Un simple "gracias" era suficiente.- reclamó Susan algo enojada.
-No necesitaban tu ayuda para ahogarme.
-Tal vez deberíamos haberlo dejado.- inquirió Peter. Él lo miró con indiferencia.
-¿Por qué trataban de matarte?- preguntó Lucy.
-Son telmarinos, es lo que hacen.- contestó bruscamente.
-¿Telmarinos? ¿En Narnia?- exclamó Edmund confuso.
