cap8: Ataque al Castillo Telmarino.

2.1K 116 9
                                    

Por fin, la hora había llegado, todos atacarían el castillo que solía ser el hogar de Caspian e Idalia, a ellos no les parecía una gran idea, pero tenían que aceptarla puesto que Peter era el sumo monarca y a él tenían que obedecer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por fin, la hora había llegado, todos atacarían el castillo que solía ser el hogar de Caspian e Idalia, a ellos no les parecía una gran idea, pero tenían que aceptarla puesto que Peter era el sumo monarca y a él tenían que obedecer... Por ahora. Idalia se quedaría a cargo de los centauros, faunos y minotauros, mientras Edmund le daba la señal, los demás se internarían en el castillo para atacar.

Peter, Susan y Caspian volaban en grandes águilas cafés, las plumas tenían toques dorados, aves que habían luchado la vez pasada junto con los antiguos reyes, fieles, poderosas y grandes criaturas Narnianas, quienes parecían no molestarse en llevar a los 3 entre sus filosas garras. Uno de los guardas telmarinos pareció observar esta escena, apunto de dar aviso cuando de pronto una pata amarilla lo tomó por los hombros y lo alzó, dejando en su lugar al pequeño y valiente rey Edmund. Él, tomó su linterna y dio aviso a sus hermanos y al príncipe. Idalia observaba desde lejos, con algo de temor miró de reojo a Nikabrik y asintió, alzó la espada en señal de que avanzaran...

Por otra parte, ahí estaban los ratones, pequeños pero peligrosos, sin temor alguno pasaron por la reja que tenía aberturas cuadradas, con las espadas en alto, ideando cautelosamente su plan Los otros 3 habían recibido la señal de Edmund, así que fueron bajando de las águilas, Caspian sacó su espada y con ella atacó a un soldado que se encontraba vigilando por ahí, Susan con su arco, con suma agilidad disparó a otros dos que intentaban matar a su hermano menor. Peter triunfante acababa de asesinar a otro; Los ratones escalaban las cuerdas que cruzaban con la otra parte del castillo, donde vieron un gran gato color naranja, con algo de miedo le ataron las patas y la boca. Típico de ratones.

Caspian, Susan y Peter usaron una cuerda para bajar hacia una de las ventanas, el príncipe silencioso tocó a ésta.

-¿Profesor?- preguntó. Nadie respondió. Entonces Caspian con la espada forcejeó la cerradura y la abrió entrando en la habitación que se encontraba a obscuras, lo siguieron Peter y Susan quien ayudaba a Trumpkin. El joven pudo notar que había hojas y libros regados por todas partes, tomó los lentes circulares que estaban en el escritorio.- Tengo que encontrarlo.

-¡No tienes tiempo!- exclamó Peter.- Necesitas abrir el portón.

-Tu no estarías aquí sin su ayuda.- protestó.- Tampoco Idalia y yo. Peter miro a su hermana, hasta que ella habló.

-Tu y yo iremos con Miraz.

-Aún puedo llegar a tiempo al portón.- dijo y se fue. Los otros salieron por la puerta en otra dirección.

Caspian ya estaba en el calabozo, vio la celda donde su profesor estaba y la abrió. No tenía llave. El viejo hombre estaba acostado con las manos esposadas, parecía enfermo, las barbas le habían crecido y el cabello estaba enmarañado, la piel seca y áspera, y las ropas desgastadas. El joven se acercó con angustia, lo movió para comprobar que aún seguía con vida. Lo estaba.

-¿Cinco minutos más?- dijo sonriendo. El hombre se movió quejándose y tosiendo un poco, Caspian abrió las esposas con su espada.

-¿Qué hace usted aquí? ¿Dónde está su hermana? ¿Está a salvo? Sabe, No les ayudé a escapar para que regresaran.- dijo con voz ronca. - Tienen que irse, antes de que Miraz se de cuenta de que están aquí.

el principe caspian y la princesa idalia ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora