El frío de la mañana se desvanecía, para dar paso al amanecer, todos seguían dormidos, el viaje les había pesado. Lucy fue la primera en levantarse ya que había escuchado un ruido, se puso de pie y empezó a recorrer el bosque, buscando aquel sonido.Caminó hacia unos árboles muy hermosos, había pétalos rosados volando, formaban figuras, pero una muy llamativa era la de una mujer riendo quien pronto se fue alejando; Lucy pudo ver que los árboles se abrían dándole paso, a lo lejos se encontraba alguien pero ¿Quien sería? Fue entonces cuando decidió acercarse más, ese alguien la llamaba a susurros y cuando la pequeña pudo contemplar quien era dejó escapar una sonrisa.
-¡Aslan!- exclamó corriendo hacia el león, estaba parado en una gran roca mientras el brillo del sol reflejaba su gran melena.- Te he extrañado muchísimo.... ¡Has crecido!
-Cada año que tu creces, yo también.
-¿Dónde has estado? ¿Por qué no viniste a ayudarnos?
-Nada sucede de la misma manera dos veces.- dijo. Un "Crack" hizo despertar a Lucy de su magnífico y hermoso sueño. Observó a su alrededor y confirmó que seguían sin despertar.
-¡Susan despierta!- susurró, ella contestó con un leve ¿"Hmm"?
-Claro que si Lu, lo que tu quieras.- respondió adormilada poniéndose boca abajo. La niña hizo una mueca y se levantó decidida a ver si lo que sucedía en su sueño podía ser también realidad. Corrió hacia los bosques, el ambiente le daba tristeza y muchas ganas de llorar.
-Despierten.- murmuró tocando uno de los árboles, pero como vio que no sucedía nada siguió su camino...de nuevo, ese ruido.- ¿Aslan?- preguntó. Una mano le tapó la boca y la impulsó hacia atrás. Era Peter.
Los dos observaron que era un mino-tauro. El mayor le indicó con el dedo que hiciera silencio, salió de los arbustos con la espada en alto. Estaba apunto de atacar cuando alguien se interpuso en su camino retándolo con otra espada, Caspian; Ambos peleaban duro, Peter golpeó muy fuerte al príncipe, luego con unos pasos hacia adelante le quitó el arma arrojándola por los aires, seguidamente hizo un movimiento el cual casi le quita la cabeza, afortunadamente él lo esquivó pateándolo en las costillas, eso le dio tiempo para tratar de quitar la espada del árbol, Peter tomó una piedra y si no fuera por su hermana se la hubiera arrojado.
-¡Paren!- gritó saliendo de su escondite. Peter se dio cuenta de que había hecho y en su alrededor fueron apareciendo toda clase de animales y personas, la mayoría eran Narnianos.
-¡Caspian!- exclamó Idalia apareciendo- ¿Estás bien?- El sumo monarca la contempló unos momentos y luego dirigió su vista hacia el príncipe.
-Si Idalia, no te preocupes.
-¿Príncipe Caspian?
-Si, ¿Y quien eres tú?
-¡Peter!- exclamó esta vez Susan apareciendo junto a Edmund y Trumpkin.
-El gran rey Peter.- dijo mirando los grabados en la espada.
-Creo que nos llamaron.- miró a la pelinegra.
-Si, pero creímos que serían mayores.
-Si quieren podemos volver en un par de años.
-¡No!- detuvo.- Es solo que no son lo que esperábamos.- murmuró observando a todos, su vista se quedó trabada en Susan, , Caspian no pudo evitar pensar que ella era hermosa, ésta se sonrojó.
-Ni ustedes.- afirmó Edmund contemplando a Idalia, le pareció muy atractiva la primera vez que la vio, jamás había visto mujer tan hermosa como ella. Idalia pensó que Edmund era apuesto, muy, muy, apuesto. Le sonrió.
-Un enemigo común une hasta los viejos amigos.- recitó el tejón.
-Hemos esperado su regreso, alteza.- inquirió Reepecheep haciendo una reverencia.- Le ofrecemos nuestros corazones y espadas.
-Cielos, que lindo es.- susurró Lucy a su hermana.
-¡¿Quién dijo eso?!- exclamó sacando su espada.
-Perdona.
-Oh, su majestad, con el debido respeto. "Valiente" "Cortés" o "Caballeroso" le van mejor a un caballero de Narnia.
-Al menos sabemos que algunos saben defenderse.
-Si y recientemente aproveché mi talento para obtener armas para su ejército.- musitó el ratón.
-Perfecto, necesitaremos muchas espadas.
-En ese caso, querrás que te devuelva la tuya.- dijo Caspian entregándola, él lo guardó de mala gana.
Los presentes siguieron al gran rey Peter, no sabían muy bien a donde se dirigían, es por eso que Caspian tenía que liderarlos y estar al frente, claro con la ayuda del mayor Pevensie. Susan iba detrás de ellos, luego Edmund junto a Idalia, Lucy y los animales fueron los últimos.
-Entonces ¿Cómo son?- preguntó Nikabrik a Trumpkin.
-Revoltosos, quejosos, tercos como mulas en la mañana.
-Te caen bien ¿No?
-Bastante.- sonrió levemente.
-Entonces, vienes de otro mundo.- afirmó Idalia.
-Si, vengo de Inglaterra.
-¿Y cómo es?
-Es muy frío, tiene lugares interesantes, pero nada se compara con Narnia.- sonrió el chico, igual la princesa.
-Por su puesto que no.- suspiró.
-Tampoco se compara con las hermosas mujeres que habitan aquí.- prosiguió. Lo último hizo enrojecer a Idalia. ¿Qué querría decir con eso el rey Edmund? ¿Le dijo que era hermosa? Debe ser idea mía.- pensó la muchacha.
Caminaron un rato más, los insectos eran insoportables, a Lucy le habían picado cientos de moscos, por fortuna ahí no te hacían daño como aquí en la tierra, nada más querían verificar si era humana o no, luego de tantas piedras pateadas y pies cansados llegaron a su destino.
Parecía una gran pirámide rocosa, se veía muy antigua, como si se hubiera construido hace millones de años, pero los Pevensie no se encontraban para ese entonces.
-Hemos llegado.- musitó Idalia.
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el principe caspian y la princesa idalia ✓
FanfictionEsta historia se empieza en tiempos del príncipe Caspian e Idalia X. Ambos herederos al trono, quien es usurpado por su tío Miraz, en la huida del castillo ambos se dirigen hacia el bosque y en un momento inesperado tocan el cuerno invocando a los h...