Capítulo 6

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Respiro hondo contra la puerta del cubículo en el cual estoy encerrada. Seth lleva unos minutos esperando a que salga de aquí para hablar conmigo. Kim se ha ido nada más decirme que Seth estaba aquí. Abro la puerta y sonrío avergonzada.

—Hola, Seth. —Digo cerrando la puerta a mi espalda y observar sus preciosos ojos castaños oscuros que me miran con un poco de tristeza en ellos. —¿Cómo estás?

—Bueno, teniendo en cuenta que mi alma gemela, mi impronta, se va corriendo cada vez que quiero contarle por mi mismo la situación... Si, estoy bien. —Dice de forma sarcástica, abriendo la ventana del baño y saltando fuera. —Vamos, me niego a tener una conversación tan importante aquí.

Salto la ventana con su ayuda y caminamos unos pasos hacia el inicio del bosque, donde hay un montón de troncos caídos para poder sentarnos y charlar tranquilamente. Seth y yo nos sentamos en uno al azar, y miramos un poco el ambiente tan tranquilo que hay a nuestro alrededor. Saca una flor de su bolsillo y me la ofrece.

—Es de plástico, así no morirá, como mi amor por ti. —Dice sonriéndome de lado antes de colocarla sobre mi oreja. —Sé que tu hermano ya te lo ha contado, pero quiero decírtelo yo. No quiero que pienses mal de mí.

—No pienso mal de ti, solo huyo de ti. —Susurro bajando la mirada. Pero Seth se ríe levemente antes de pedirme permiso para agarrar mi mano con la mirada. Cuando asiento, su cálida mano rodea la mía y veo que sonríe solo por esa acción.

—Bueno, como sabrás, estoy imprimado en ti. —Comienza diciendo Seth. —Eso no significa que tengas que salir conmigo si o si en este instante. Solo quiero que sepas que puedo esperar hasta que tu quieras. Lo único que te pido es que no me ignores o huyas de mí.

—Vale, te prometo responder a tus saludos. —Repongo divertida mientras veo su dedo pulgar acariciando mi dorso suavemente. Lo curioso, es que me encanta este pequeño roce sobre mi piel.

—Bien, eso es un progreso. —Dice Seth apoyando la espalda en el tronco que hay tras él. —Bueno, no quiero decirte nada, pero me gustaría saber cosas sobre ti. Sé que siempre hemos sido compañeros de clase, pero nunca hemos hablado antes.

—Oh, genial, ¿una especie de juego? —Pregunto enarcando una ceja, Seth asiente y así comienza una conversación de más de cuatro horas en la cual no paramos de hacernos preguntar para averiguar cosas sobre nosotros.

Ha sido divertido hablar con Seth, tenemos muchas cosas en común, y resulta curioso que ambos tengamos un hermano, en su caso, hermana, mayor con un humor de perros y con el vocabulario muy sucio, pero que nos aman como a nadie.

—Bueno, Amanda. —Susurra Seth levantándose del tronco y haciéndome levantar del tronco, ya que no nos hemos soltado las manos desde que me la agarro en su momento. —Creo que es momento de llevarte a casa. Ya he recibido suficientes palizas de tu hermano.

—Y las que te quedan. —Susurro divertida mientras caminamos lentamente hacia el aparcamiento, donde veo que me guía hacia una preciosa moto negra. —¿Es tuya?

—Es mi precioso bebé. —Dice Seth con orgullo. —Tengo un permiso especial del jefe Swan para poder conducir dentro de la Reserva. Ya que solo me quedan dos meses para los dieciséis.

—Vaya , vaya Clearwater, ¿sobornando al sheriff? —Pregunto con una sonrisa y veo a Seth reírse. Me encantan sus reacciones tan puras, o que hable tanto cuando está nervioso, como cuando le pregunté si había tenido novia antes o si había dado ya su primer beso y no sé como comenzó a recitar los ingredientes de una lasaña.

—No hablaré sin un abogado presente. —Responde divertido ofreciéndome un casco y subiéndose él primero, luego espera que haga lo mismo, y al hacerlo, abrazo con fuerza su cintura, deleitándome en secreto con su duro y bien formado abdomen.

—Una pregunta, ¿tener un cuerpazo de infarto viene con el pelaje de chucho? —Pregunto cuando arranca, comenzando a conducir hacia mi casa. Escucho reírse a Seth con un pequeño deje de vergüenza, lo sé por el leve rubor que se ve en su piel.

—N-no tengo... No tengo un cuerpazo. —Susurra por encima del sonido del motor de su moto. —Simplemente he crecido un poco más.

—¿Qué? Bueno Seth, todas las chicas de clase babean por ti, realmente estás de toma pan y moja. —Respondo rápidamente, arrepintiéndome por la facilidad que salen las palabras sin filtrarlas antes por mi cerebro.

—¿Toma pan y moja? —Pregunta entre abochornado y complacido por mis palabras. El resto del camino lo hacemos en un silencio divertido hasta que aparca en frente de mi casa. En el porche, Paul está cruzado de brazos y mirándome con el ceño fruncido. Cuando bajo de la moto ante la atenta mirada de mi hermano. Seth arranca y se despide de mi con la mano antes de perderse por el camino.

—¿Dónde estabas? Ni un mensaje, ni una llamada. —Exclama cuando llego ante él. —Claro, aquí a la señorita "no me importa preocupar a mi hermano" Lahote no le importa que me muera del susto si no sé donde estás. Claro, para que avisarme con un simple "Hey, Paul, voy a irme con el imbécil de Clearwater a no sé donde para hacer manitas en esta dirección y a esta hora".

—Oh dios, pareces mamá. —Respondo cuando veo que va a pillar carrerilla para seguir echándome la bronca. —Estoy bien, estaba con un hombre lobo que me puede proteger.

—¡Esa es otra! ¿Seth Clearwater? Demonios, Amanda Tayen Lahote. —Dice Paul agarrándose el puente de su nariz. —Pensé que ibas a ignorarle y a vivir conmigo para siempre. No que ibas a dejarme para casarte con él y abandonarme como si fuese un simple chucho.

—Te limpio tu cuarto durante un mes si te callas ya. —Digo rodando los ojos y pasando por su lado para entrar en casa, donde veo que la guía de teléfonos está abierta justo en la página de los números de emergencias. —¿Hago la cena?

—Hecho. —Dice sentándose en el sofá y poniendo el partido de fútbol. —Quiero muchos filetes con muchas patatas, y mucha guarnición.

Little sister |SETH CLEARWATER|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora