Little sister |SETH CLEARWATER|

Capítulo 19

PDV DE SETH

Observo como Paul vuelve a su cuerpo humano y se pone los pantalones sin apartar su mirada rencorosa de mí. Suspiro hondo y me acerco un paso, mostrando valentía por fuera, mientras que por dentro no paro de querer irme corriendo lejos de su furia fatal.

—Amanda ha despertado. —Hablo yo primero al ver que él solo va a mirarme de forma asesina, pero mi frase hace que gruña levemente. —Creo que has escuchado que no quiere verte de momento.

—¿Cómo te atreves, niño? —Pregunta con la voz contenida, seguramente por no gritarme bajo la ventana de Amanda. —¿Cómo te atreves a hablar por ella?

—No lo he hecho, ya has oído que de momento no se siente preparada para verte, entiende que, pese a saber lo que somos, ha visto, y sentido, por primera vez lo letales que podemos ser. —Digo con la voz calmada, ni sabiendo como demonios lo estoy haciendo, ya que estoy tremendamente asustado, pero asumo que mi lobo está tomando el control, protegiendo a nuestra pequeña y herida impronta.

—¿Dónde...? La herida, dime que no es como Emily. —Dice Paul perdiendo el cabreo de forma instantánea y bajando los hombros con tristeza. —Por favor, dime que no la he marcado.

—La quedará una marca en el brazo, desde el codo hasta el dorso de la mano. Tres líneas que son profundas y que ya se están curando. —Respondo sin mentirle, hacerlo no hará que nada cambie. Pero me está sorprendiendo Paul, ha dejado su ira y se está metiendo de lleno en la pena y desdicha que siente. —Lo siento.

—No, tú no has sido el que no ha sido capaz de controlarse y ha dañado y marcado a su hermana para siempre. —Dice Paul con la mirada en el suelo, nunca lo he visto así de derrotado. —Si no hubierais aparecido, no sé que hubiese sido de ella.

Paul cae de rodillas frente a mí, y no paro de debatir si voy o no para animarlo, después de todo me la tiene jurada porque Amanda es mi impronta. Pero antes de ir, escucho unos pasitos, al girarme, veo que Amanda lleva una camisa de Sam que la queda enorme, camina descalza y me da la mano suavemente.

Está demasiado débil y dolorida, no debería hacer estos esfuerzos. Aún con nuestras manos unidas, caminamos hacia su hermano, y ella se arrodilla frente a Paul, soltando mi mano y abrazándolo con toda la fuerza que ella puede tener.

—No ha sido tu culpa, hermanito. —Susurra en su oído, quiero darles la ilusión de privacidad, así que me alejo unos pasos hasta que Amanda me mira y alarga su mano, agarrándola de inmediato, no puedo negarme a ella. —Seth tampoco lo piensa, ha sido un accidente, los accidentes ocurren.

—Pero mira. —Dice Paul agarrándole el brazo vendado con extrema delicadeza. —Por mi culpa tendrás una marca sobre tu piel para siempre. Ha sido un accidente, pero por mi culpa.

—Bueno, igual que cuando tenía cinco años y me dijiste que podía volar. —Dice Amanda con una sonrisa débil, pero divertida. —Me llevaste hasta la ventana del salón y me dijiste que volase. Estuve un mes con el pie escayolado. Eso si fue por tu culpa, esto no, no podías controlar a tu lobo.

—Pero antes has dicho que no querías verme. —Dice Paul, contrariado al conseguir el perdón fácil que le está ofreciendo mi dulce impronta. —¿Por qué ahora estás abrazándome sin miedo?

—No hay que dejar que el miedo domine la vida. —Dice simplemente, encogiéndose de hombros y besando la mejilla de Paul. —Pero sí que hay que seguir las normas.

Se levanta y se apoya en mí, claramente está cansada después del trayecto de la cama hasta aquí teniendo en cuenta la sangre que ha perdido. Sin importarme que Paul me mire mal o me intente matar después, cargo a Amanda al estilo princesa y camino hacia el interior de la casa de Sam.

—Te veré en cuanto esté totalmente curada. —Dice Amanda lanzándole un beso en el aire a Paul, quien sonríe mínimamente y sale corriendo hacia el bosque. —Llévame a dormir, lobito. Pero quédate a mi lado.

—Siempre.