Sinestesia | SEKS #1

1.

CAPITULO 1

—Entonces, ¿Qué opina? —le pregunto a mi director de tesis, que está sentado del otro lado del escritorio. Tiene el ceño fruncido y luce contrariado.

—Aburrido y... tonto, Lianna— me dice, sacándose los lentes de pasta gruesa que usualmente utiliza para leer. Se pellizca el puente de la nariz y suspira —. Me decepciona que esta sea tu tesis final.

—Pensé que hablar sobre cómo el machismo en la música contemporánea afecta nuestra percepción...

Me interrumpe.

—Tú puedes más que esto— me dice —. Hablar sobre el machismo parece una moda y, aunque es algo que debemos resolver y abordar, creo que estás para más. No estoy diciendo que el machismo es un mal tema, pero... —. Es un mal tema.

—¿De qué quiere que hable? —le pregunto, soltando un suspiro. No sé sobrellevar la frustración y tener que cambiar todo mi tema de tesis me estresa sin siquiera haberlo empezado.

—El machismo es una relación desigual entre personas, ¿No es así? —asiento —. Las relaciones desiguales de poder hacen que una persona domine y la otra se someta.

—Sí, suele ser así— accedo.

—Me gustaría que abordaras tu tesis con esa perspectiva— Silvermet me devuelve los avances de mi tesis y me observa por unos segundos—. ¿Quieres hablar de machismo y relaciones de poder? Bien, hazlo, pero tal como está, no van a aprobar tu tesis.

— ¿Por qué? —gruño, un poco enfadada— está bien abordada y tiene... tiene fuentes fiables— murmuro — ¿Acaso quiere que escriba sobre las relaciones sexuales desiguales?

—mira esto— el profesor saca su teléfono del bolsillo de su saco y me muestra portadas de libros que reconozco como novelas eróticas— ¿Qué ves?

—¿Relaciones tóxicas? —digo de manera retórica –. No lo sé, puedo intentar abordar la desigualdad en las relaciones... ¿Cómo se llaman?

—Sadomasoquistas, Lianna.

Lo miro en silencio por una buena cantidad de segundos.

—¿Por qué quiere que aborde esto, profesor?

Abraham Silvermet me da una sonrisa paternal que podría enternecerme en otro momento pero que ahora solo me produce ganas de golpearlo.

—Quiero que te desafíes— admite—. Odiaría ver tu talento y tu capacidad desperdiciada en... esto— él toca las hojas de mi, ahora obsoleta, tesis—. Quiero que investigues, generes una hipótesis y una conclusión sobre las relaciones sadomasoquistas y la psicología de las personas que lo practican. Tiene una fundamentación muy freudiana, especialmente porque es quien puso sobre la mesa la cuestión psicológica de las relaciones sexuales— sigue— Hay algunos libros de él que podrían servirte como base.

—Freud era machista —me quejo en un suspiro—. ¿No hay algo un poco más... actual?

—Hay algunas universidades que hicieron investigaciones sobre esto, también puedes buscar referencias ahí— habla, mientras anota algo en el margen de mis hojas impresas—. Aquí te dejo los nombres. De todos modos, machista o no, Freud escribió mucho sobre esto.

—¿Puedo usar testimonios? —pregunto luego de unos segundos.

No tengo ni idea de en dónde podría conseguir tal cosa, pero quizás exista alguna web sobre el tema.

—¡Por supuesto! Siempre es necesario comprobar o refutar la hipótesis de plantees en tu tesis. Necesitas testimonios para eso.

—Bien, yo...— me rasco la nuca—, traeré los avances en la próxima reunión o, al menos, traeré una hipótesis elaborada.