CAPÍTULO 16: "¿UNA GRANADA?"

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Domei Karev había sido cambiado al turno de día después del robo, y estaba sentado en su silla delante de los monitores de vídeo y del ordenador cuando Julia y Elena entraron en el cuarto de vigilancia.

-Señorita Volkova... -Dijo el guardia, poniéndose en pie.

-Karev, a la señorita Katina y a mí nos gustaría revisar las grabaciones del garaje, comprendidas entre las nueve de anoche y las diez de esta mañana.

-Y las del camino de entrada principal al mismo tiempo... -Añadió Elena.

Karev se sentó otra vez.

-Hmm, de acuerdo... -Asintió nerviosamente-, Las pondré en esas pantallas de allí, me llevará un minuto...

-¿A qué hora comenzó tu turno esta mañana, Karev?

Continuó con el tema Elena, rozando ligeramente el brazo de Julia con la mano al pasar por su lado. Elena la embriagaba con sólo estar en la misma habitación. "¡Ja! Y me había acusado de distraerla demasiado" pensó la morena, desde que se había colado en su oficina para pedirle ayuda, se había convertido en su obsesión. Había cancelado tres reuniones y un vuelo a Múnich para salir con ella. El costo de su negligencia podría ascender potencialmente a millones, pero le traía sin cuidado lo uno o lo otro. Parecía más importante que cuando Elena estaba cerca el corazón se le desbocaba, la sangre le hervía y la vida se tornaba más... viva. Le fascinaban los atisbos de la mujer inteligente y divertida que existía bajo la fría fachada profesional.

-Llegué a las seis... -Respondió Karev, con su mirada dirigida de Julia a Elena-, Alexi Moursov tenía el turno de noche. ¿Por qué?

-Por nada... -Contestó Julia, siguiendo a Elena hasta los monitores del rincón.

La mirada que ella le dirigió decía lo contrario, pero no estaba dispuesta a acusar a nadie que trabajara para ella sin una muy buena razón. La pelirroja se agarró a su hombro y se acercó a su oreja.

-Estuvo aquí en ambas ocasiones... -Susurró-, No te apresures tanto en descartar una coincidencia...

-Contigo lo he hecho... -Respondió en voz baja.

Elena torció el gesto.

-Sí, bueno, tú también estabas aquí ambas veces...

El monitor se encendió y apareció una grabación del garaje tomada desde el rincón suroeste, desde la que se obtenía un ángulo de visión de las amplias puertas exteriores y de la más pequeña que conducía a la casa. A diferencia de las cámaras exteriores, ésta era fija en vez de rotar de un lado a otro. Elena asintió con aprobación.

-Buena ubicación... -Dijo-, Salvo que no tienes una cámara de refuerzo. Si descubren cómo esquivar ésta, ya están dentro...

-No todos somos expertos en electrónica y en el arte del latrocinio... -Farfulló, manteniendo la voz baja para que Karev no pudiera oírle.

-Cualquiera que pudiera llegar hasta aquí sin ser detectado sería un experto... -Replicó malhumoradamente.

-¿Puedes entrar y salir de ahí sin que nadie lo sepa?

-¡Ah! Sí sabrían que había estado dentro, pero no hasta que hubiera robado el Bentley y me hubiera marchado...

Así que le gustaba el Bentley. La próxima vez que fueran juntas a alguna parte, dejaría que lo condujera. Claro que, al parecer, no tenía carnet de conducir, pero eso parecía la menor de sus preocupaciones.

-¿Podemos pasar rápidamente la cinta desde aquí? -Preguntó la morena por encima del hombro.

-Sí, utilice el teclado que hay debajo del escritorio, está todo preparado, señorita Volkova...

LADRONA DE CORAZONES [tATu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora