-Cambio de planes... -Dijo Julia hora y media después de haber despegado. Colgó el teléfono al que prácticamente había estado pegada desde el despegue.
-¿Qué cambio?
Había dejado de fingir no estar impresionada por el jet privado lujosamente alfombrado, con su auxiliar de vuelo personal y una estancia trasera exclusiva con un bar, una mesa de conferencias, dos sofá-cama y televisión. Dejó de juguetear con el control para dirigirse hacia la morena y mirarla atentamente. Habían despegado más tarde de lo que ella esperaba, pero tras cuatro horas de mirar por las ventanas del jet en busca de Policías y la Interpol, estaba más que feliz de encontrarse en pleno vuelo.
-¡No está en Livorno! -Respondió-, Era Natasha, está furiosa porque nos marchamos sin avisarle...
-No es novedad... -Respondió-, Entonces, ¿adónde vamos?
-Está en Londres... -Julia se recostó, y se fue bebiendo el té que la azafata le rellenaba en silencio cada veinte minutos sin demora-, ¿Sabes? Aún me pregunto porqué quería que me quedara otro día en Livorno... -Exhaló bruscamente, las hermosas facciones de su rostro teñidas de indignación.
-Concédele cierto crédito... -Respondió-, No quería que te encontraras de lleno en medio de un robo...
-Lo que nos lleva a la cuestión de si tenía conocimiento o no sobre DeVore y los explosivos...
-Si lo sabía, no quería que volaras por los aires...
-Por supuesto que no...
Elena se aclaró la garganta.
-¿Podemos estar seguras de que Partino no nos ha dado un nombre para sacarte de su caso? ¿Te imaginas a Meridien haciéndote esto?
El ceño que lucía desde la noche anterior se hizo más marcado.
-¿Cómo describiste a DeVore? ¿Excesivo, ambicioso, sin demasiados escrúpulos en cuanto a cómo llevaba a cabo un negocio mientras que los resultados fueran satisfactorios?
-Algo por el estilo...
-Bueno, Harold es igual...
Julia se puso en pie.
-Enseguida vuelvo... -Al pasar por su lado se agachó a besarla en la frente-, Deberías dormir un poco, el sillón del fondo se despliega...
A Elena no le vendría mal unas horas de sueño. Antes de que la morena pudiera desvanecerse en la cabina del piloto, levantó el brazo y buscó su mano, apretándola entre la suya.
-He descubierto algo...
Julia se detuvo, volviéndose de cara a ella.
-¿El qué?
-Que... me gusta tenerte conmigo mientras duermo... -Frunció el ceño ante su súbita expresión arrogante y engreída-, Lo que pasa es que eres simpática y calentita...
-Hmm... -La sonrisa que curvaba su boca alcanzó sus ojos-, Acabo de recordar que me prometiste que podría aprovecharme de ti...
Un calor líquido surgió entre las piernas de la pelirroja. No cabía duda de que se le ocurrían peores formas de pasar unas pocas horas. Más cuando la noche anterior había creído que su asociación se había terminado.
-Menuda coincidencia...
-¿Verdad que sí?
Cuando la morena volvió de la cabina unos minutos después, sonrió al ver la expresión lasciva en sus ojos verdes. Era una suerte que se encontraran a solas. Se arrodilló delante de ella, y empezó a deslizar las manos lentamente por sus muslos y alrededor de su cintura.
ESTÁS LEYENDO
LADRONA DE CORAZONES [tATu]
Fiksi PenggemarLa galería estalló a sus espaldas con una explosión y un destello. El calor se cernió sobre ella aun estando apretada contra Julia en el suelo. Contuvo el aliento cuando sintió que la casa tembló, los cristales se hicieron añicos, la galería rugió c...