Elena no lograba recordar haber estado en una casa en la que se respirara tanta paz. Si alguien se lo hubiera descrito, con su limitada experiencia lo hubiera creído mortalmente aburrido. Pero, sorprendentemente, la casa de Natasha y Katya distaba mucho de eso. Acogedora, tal vez, y cómoda, pero para nada aburrida. Le agradaba, aun cuando se daba cuenta de que empezaba a albergar la esperanza de que Natasha fuera una buena mujer y de que sus reservas hacia la rubia se debieran más a su carrera que a su personalidad.
-¿Elena, puedes llevar la ensalada a la mesa? -Preguntó Katya, bajando una pila de platos de un gabinete.
-Claro...
Anya fue delante mostrándole el camino a la pelirroja, y juntas salieron a la terraza. Natasha había encendido faroles y había dispuesto algunas luces en el césped en torno al límite del enorme jardín, y con su luz iluminaban las flores y el exuberante follaje verde. No cabía duda de que ambas mujeres habían empleado gran cantidad de tiempo y esfuerzo en su casa, y eso se apreciaba.
-¿Has vivido siempre aquí? -Le preguntó Anya a Elena, mientras ella colocaba la ensalada en el centro de la mesa.
-Sí... -Elena sonrió. No pudo evitar imaginarse cómo sería vivir en un hogar parecido a ese, pero ésta vez no fantaseó con tener a su lado a sus padres.
Katya apareció, cargada con dos platos repletos de pollo y pasta.
-Hay más en la cocina... -Dijo, dejándolos sobre la mesa.
Julia y Natasha ayudaron a sacar las bebidas y el queso parmesano y salieron todas juntas al patio. Elena tocó a Katya en el brazo cuando se encontraban junto a la entrada. Necesitaba estar segura de Natasha en uno u otro sentido antes de poder relajarse.
-¿Dónde está el baño? -Preguntó.
Katya señaló hacia el fondo de la sala de estar.
-La segunda puerta a la izquierda, justo después de la oficina de Natasha...
-No me esperes, vuelvo enseguida... -Con una sonrisa se dirigió de nuevo al interior de la casa.
Ya había decidido que la cena le proporcionaría la mejor oportunidad de investigar un poco. Después habría podido observar por toda la casa, pero si Julia y la abogada se marchaban un rato a dedicarle un rato a los avances de la investigación, le estaría completamente vetado cualquier lugar interesante. Dio con el baño e hizo un ruido con la puerta simulando que la cerraba para que pareciera que estaba dentro. Hecho lo cual, se escabulló dentro de la oficina de Natasha.
"De seguro dispone de un despacho o algo similar en su bufete, pero apuesto lo que fuera a que si está metida en algo poco limpio, no guardaría las pruebas en su trabajo". Su escritorio estaba ordenado, dos teléfonos, una laptop y algunos marcos de fotos rebajaban la cara superficie de madera de caoba. Tomó asiento en la silla, y abrió el cajón superior. Bolígrafos, unos pocos cuadernos de notas, clips sujetapapeles y unos cubos... eso era todo.
Lena tocó los cubos con los dedos. Un juego para niños, probablemente de Anya. Levantó la vista a las fotografías del escritorio. Una de la familia al completo llenaba el marco de mayor tamaño, en Disney World, a juzgar por el fondo. Las otras fotos eran una de Anya vestida con lo que debía de ser un disfraz de princesa hada en Halloween, una de Katya junto a Natasha, una de Natasha junto a un hombre. Elena detalló la foto pero no pudo reconocer quién era. Y había una de Natasha y Julia, ambas sonriendo abiertamente, sujetando cada una algún tipo de bebida entre las manos.
Al comienzo de su carrera había aprendido a confiar en sus instintos, había aprendido que podía entrar y mirar una habitación y saber el carácter de la persona que la habitaba. Aquí se encontraba con una casa entera, diseñada por Natasha y su familia. Lentamente volvió a cerrar el cajón mientras exhalaba y se recostó.
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LADRONA DE CORAZONES [tATu]
FanficLa galería estalló a sus espaldas con una explosión y un destello. El calor se cernió sobre ella aun estando apretada contra Julia en el suelo. Contuvo el aliento cuando sintió que la casa tembló, los cristales se hicieron añicos, la galería rugió c...