El agente las condujo a lo que parecía ser una de las salas de interrogatorio. Miró fijamente el espejo que ocupaba la pared, preguntándose quién había tras él, preparado para observar y escuchar su conversación.
-Relájate... -Susurró Julia, haciendo que tomara asiento en la silla junto a la suya.
-¿Cómo sabemos que estamos solas? -Le respondió entre susurros, mirando aún el espejo-, ¿Y si digo algo, ya sabes, incriminatorio?
La morena tomó una de sus manos y le besó los nudillos.
-Tendrás que confiar en mí, Elena, no dejaré que nada te pase aquí... Lo juro...
Elena se obligó a sonreír.
-Te asoma otra vez la brillante armadura...
Julia hubiera replicado, pero Dante Partino apareció en la puerta seguido por otro oficial. Llevaba el uniforme naranja de presidiario y las manos esposadas al cinturón. La pelirroja soltó un suspiro de preocupación. No lograba imaginar estar encerrada en un cuarto diminuto y con las manos atadas.
-¿Podría quitarle eso? -Pidió Julia, señalando las manos, de Partino.
-No es realmente... -Empezó a mascullar el policía. Julia lo miró severamente-, Claro, muy bien... -Balbuceó-, Pero sólo diez minutos...
Tan pronto se cerró la puerta, Dante retiró la silla de golpe y se puso en pie.
-¿Se supone que debo pensar que estás aquí para ayudarme? ¡He trabajado para tu empresa durante años! Y sólo porque esta puta se metió en tu cama, le crees cualquier mentira que te cuenta...
-Dante, no tenía que haber venido aquí esta noche... -Dijo Julia, el tono de su voz era tan frío y sereno que Elena tuvo que lanzarle una mirada-, ¿Te tratan bien? Le dije a Natasha que te buscara el mejor abogado posible, a mi cargo...
La cara de Partino se volvió ceñuda.
-Esto es un enredo... -Dijo con un tono más firme-, No tengo ni idea de lo que dicen sobre mí, que yo robé la estatua y que traté de matar a ésta... -Señaló desdeñosamente a la pelirroja-, ¿Por qué iba a hacer tal cosa?
Por debajo de la mesa Julia dio un empujoncito a Elena con la rodilla, y Lena se sobresaltó. Imaginó que eso significa que ella debía ponerse manos a la obra con Partino. Tomó aire, tratando de olvidar dónde estaban y el espejo que había por encima de su hombro.
-Se me ocurre que por dinero... -Dijo con indolencia.
-No voy a escuchar nada de lo que digas... -Le espetó-, Además, ya tengo dinero. Julia me paga bien porque trabajo bien, pregunta a cualquiera, no encontrarás ningún motivo para robar la estatua...
-Yo no hablo de la estatua. ¿De cuánto sería tu comisión por ella? De seguro sería más que todo lo que has ganado estos tres últimos años...
Partino apoyó los puños sobre la mesa, tratando sin duda de amedrentarla.
-Tú eres la ladrona, eres tú quien la robo en realidad. Encontraron la falsificación en tus pertenencias, no en la mías...
-Porque todas tus falsificaciones ya colgaban de las paredes... -Repuso tranquilamente la pelirroja.
Él se puso blanco como la pared.
-No sé de qué estás hablando...
-El Picasso parece pintado por un preescolar... -Sonrió-, Y eres tan imbécil que hasta guardas un informe de cuándo te llevaste el auténtico...
-¡Tonterías!
-Junio de 2008... -Dijo, cruzando figurativamente los dedos.
Un paso en falso y el hombre no se derrumbaría. Y ella no se sentía precisamente en su mejor momento en aquel lugar. Él la miró con tal odio en los ojos que instintivamente se preparó para que le se arrojara por encima de la mesa. Por el contrario, con un áspero aliento que pudo sentir en su cara, Partino se fue hacia el espejo para volver a continuación al mismo punto. Julia se giró en su silla para no perderle de vista; obviamente confiaba tan poco como Elena en el hombre.
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LADRONA DE CORAZONES [tATu]
FanfictionLa galería estalló a sus espaldas con una explosión y un destello. El calor se cernió sobre ella aun estando apretada contra Julia en el suelo. Contuvo el aliento cuando sintió que la casa tembló, los cristales se hicieron añicos, la galería rugió c...