Capítulo dos

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TYLER

Vaya día de mierda.

Ni siquiera había llegado a Nueva York y la vida me estaba mostrando el dedo medio. Mi vuelo estaba retrasado por una fuerte tormenta que azotaba San Francisco, me había costado una fortuna enviar al depósito del avión mis maletas y se me había descargado el móvil. Lo único bueno era que mi laptop seguía con batería y el aeropuerto tenía Wi-Fi.

—Borra esa cara de perro viejo y amargado, Ty —me pidió Genesis con una sonrisa bastante adorable.

—No fastidies, G.

Rió ante mis palabras y la imagen tembló, mostrando el suelo y no su bonita cara. Por un segundo creí que se había caído al intentar caminar y mantener una videollamada a la misma vez, pero pronto su rostro apareció de nuevo en la imagen.

—Me tropecé —admitió y eso provocó que riera con fuerza.

—Pequeñita, mira por donde caminas —le pidió Theo que se encontraba en su habitación en la universidad. También sonreía por su torpeza.

—Taylor, cuida a tu novia —lo regañé.

Mi amigo rodó los ojos con diversión, esbozando una sonrisa de labios cerrados. Por lo que alcanzaba a ver en la pantalla, estaba caminando, probablemente había salido de clases e iba al encuentro de Genesis para almorzar juntos. Maldito afortunado. No solo se había quedado con la chica, sino también tenía la suerte de ir a la misma universidad que ella.

No lo admitiría en voz alta, pero lo envidiaba bastante.

—Saben que es torpe por naturaleza.

—¡Oye! —se quejó G—. Te puedo escuchar, Tay. Y no estoy muy feliz ahora mismo.

—Lo lamento, cielo, pero sabes que es verdad. Ayer casi caes en la fuente por intentar hablar con Ty y caminar al mismo tiempo.

—Entonces es culpa de Tyler que llama cuando estoy caminando —contraatacó, sonriendo.

Eché la cabeza hacia atrás riendo y mis carcajadas llamaron la atención de algunas personas. No me molestó, la simple presencia de mis amigos, aunque fuera de manera virtual, me subía el ánimo.

Uno y medioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora