EMMA
Intenté disfrutar el partido, realmente lo intenté porque me gustaba ese deporte y los equipos eran bastante buenos; sin embargo, a medida que transcurrían los minutos, no podía pensar en nada más que en las palabras de Tyler.
«Te quiero». Él me había dicho que me quería. Se le había escapado, fue un impulso y pude ver que se arrepintió de decirlo al instante, pero lo hizo y las palabras se clavaron con fuerza en mi corazón.
Tyler me quería. Tyler Murphy me quería y yo me sentía en un sueño del que no deseaba despertar en el corto plazo. No sabía en qué momento me había vuelto tan cursi, no comprendía cuándo habían nacido los sentimientos, pero yo también lo quería. Y quise decírselo en el momento en que las palabras escaparon de sus labios; no obstante, el ruido estridente de la cancha me interrumpió.
—¿Quieres caramelos? —preguntó Taylor, trayéndome de nuevo a la realidad.
Estaba sentado a mi lado, a su izquierda estaba Genesis y a mi derecha, Tyler. Teníamos buenos asientos, justo en el medio desde donde podíamos ver a la perfección lo que sucedía en el juego.
Asentí con la cabeza a modo de respuesta y depositó unos caramelos de mora que reconocí al instante. No pude evitar sonreír.
—Estos eran mis favoritos cuando era niña —comenté.
—¿Y ahora no?
—No, he probado mejores —admití y me encogí de hombros.
Su expresión pasó de la relajación total al espanto. Lució realmente ofendido, como si le hubiese dicho que su madre era una tonta y que él también lo era.
—No hay mejores que estos. Nunca habrá mejores que estos.
—Claro que sí.
—No —discutió—. Son los mejores. Punto.
—Admítelo, Taylor, hay mejores. —Sonreí con diversión—. No te sientas mal por tener un gusto horrible con los dulces.
Sus labios se separaron formando una «o» perfecta y su mirada verde me apuñaló. Sí, acababa de cavar mi propia tumba.
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Uno y medio
RomanceEl chico que juraba no creer en el amor, se ha enamorado y el resultado ha sido un terrible corazón roto. El joven escritor Tyler Murphy ha caído perdidamente enamorado por su mejor amiga Genesis, pero su historia no ha tenido un "felices para siemp...