TYLER
La cabeza me dolía cuando bajé del avión y el aire helado de la ciudad combinado con la nieve ayudó un poco. Le gente a mi alrededor se apresuró para ingresar al pequeño bus que llevaba a los pasajeros desde la plataforma hasta el interior del aeropuerto y yo hice lo mismo para resguardarme de la nevada.
Encendí el teléfono y rápidamente varios mensajes llegaron a mi buzón. El primero era de Theo pidiéndome que le avisara al llegar y los restantes eran de Taylor que me ponía al corriente respecto a Genesis. Contesté todos antes de volver a guardarlo en el bolsillo de mi abrigo.
Taylor, Genesis y yo habíamos atrasado el inicio de clases por dos semanas esperando recibir buenas noticias de nana. Su cáncer era complicado, un tumor entramado en su sistema digestivo. Habían quitado la mayor parte de las células cancerígenas con una larga cirugía, pero debía seguir tratándose hasta que desaparecieran todas. Allí entraba Theo, sus padres y los de Taylor. Los cinco se encargarían de cuidar a nana en nuestra ausencia. La mujer se había enojado muchísimo con nosotros cuando quisimos abandonar los estudios para estar a su lado y no nos había hablado por dos días hasta que le prometimos volver. Lo habíamos demorado; sin embargo, cumplimos la promesa.
Genesis estaba destrozada, había rogado a su abuela para que no la hiciera marchar, pero Meredith había sido firme con su decisión. Yo tampoco quise irme; no obstante, lo hice para convencer a G de que era mejor hacer lo que su nana nos pedía. Ella no podía gastar energías regañándonos.
No tardé en llegar a la puerta del aeropuerto y miré hacia ambos lados buscando un rostro conocido. Una bocina sonó a mi derecha y giré la cabeza hacia esa dirección. Apenas estaba amaneciendo y la luz era escasa, de todas maneras pude divisar a Emma caminando hacia mí.
Le había avisado que volvería a la ciudad y había insistido en ir por mí. Ella no conducía y mucho menos tenía un vehículo, por lo que su presencia significaba también la de su hermano.
Se detuvo a pocos pasos de distancia como si no supiera qué hacer a continuación y yo tampoco estaba seguro de cuál era la manera adecuada de actuar. No la había visto por seis semanas, habíamos hablado casi a diario, pero no se sentía igual. Intenté no darle más vueltas al asunto y abrí mis brazos esperando un abrazo. Ella sonrió y relamió sus labios antes de terminar de acortar los metros que nos separaban.
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Uno y medio
RomanceEl chico que juraba no creer en el amor, se ha enamorado y el resultado ha sido un terrible corazón roto. El joven escritor Tyler Murphy ha caído perdidamente enamorado por su mejor amiga Genesis, pero su historia no ha tenido un "felices para siemp...