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Narra Noemí

Subimos al auto con rumbo a no sé dónde, mientras Stuart conducía yo iba dormitando realmente tenía mucho sueño, al poco rato el  tocó mi hombro avisando que habíamos llegado a nuestro destino, bajé del carro con mucha flojera mientras Stu sacaba mi mochila del maletero.

Cuando me di cuenta nos encontrabamos en un bello hotel cercano a la playa, la recepcionista le entrego la llave y subimos a la habitación, me acerque al balcón donde se podía apreciar una  preciosa vista  acompañada de una brisa fría que acariciaba mis mejillas. Stuart se acercó a mí abrazándo mi la cintura y besando mi cuello, dio un pequeño mordisco lujurioso seguido de una suave lamida a lo largo de mi cuello. Ejerció un poco de precion en mi cuerpo haciendo que mi trasero quedase a la altura de su entrepierna. Sonreí pícaramente para luego girar mi cabeza y atraparlo en un profundo beso hasta dejarlo sin aliento.

Lo separé de mi empujándolo suevemente, me voltie para nuevamente besarlo rodeando su cuello con mis brazos, mientras que el metía sus frías y grandes manos bajo mi camiseta para acariciar mis pezones. Solté unos leves jadeos, seguí empujándolo suevemente para volver a la habitación.
Stuart: espera un segundo Noe... Quiero ir al baño
Noe: esta bien aquí te espero -sonrio-

Sentí que Stuart se estaba tardando mucho, así que me recosté en la cama mirando por la ventana. Estaba dormitando cuando sentí que acariciaban mis piernas y movían mi cuerpo. Trataba de moverme y me comencé a desesperar , por alguna extraña razón mi cuerpo se sentía muy pesados, habrí los ojos de golpe visualizando a Stuart el cual está sin camiseta acomodando y amarrando mi cuerpo.

Stuart: shhh.... Mi pequeña Noemí, no te asustes... No te haré  nada malo -sonrio-
Noemí: Stuart... Por que no me puedo mover bien ?
Stuart: -la besa- digamos que aquella soda que beviste tenía un ingrediente secreto, el cual te dará más placer y te hará un tanto más devil haciendo que mi trabajo sea más fácil.

Narra Stuart

Terminé que amarrar a Noemí y contemple lo que tenía en frente, un bondage totalmente perfecto junto a una chica delgada y sexy lista para recibir todo mi pene. Con una sonrisa que nadie me podía quitar comenzé a jugar, la puse de espaldas, acomode sus caderas para abrir por completo sus piernas. Debido a que no se podía mover me acomode entre sus piernas para comenzar a lamer esos pequeños y jugosos labios, ella solo se limitaba a gemir y gritar de placer.

Stuart: me encanta verte así... Devil, indefensa, tan sexy y pequeña... Pero sabes que es lo mejor ?.... Es que eres totalmente mia -sonrio-
Noemí: por favor... Stuart... No me hagas esperar más
Stuart: lo siento quiero verte sufrir un poco más

No deje que respondiera ante lo anteriormente dicho y procedí a introducir mis dedos en aquella pequeña, húmeda y pegajosa vagina haciendo que sus dulces gemidos se volvieran gritos desesperados aclamando piedad de mis largos y gruesos dedos que entraban y salían sin parar ...

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