♡ Fuera de mi Liga ♡ [Jardín de Meteoros]

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lixue | ೃ࿔₊•

Estamos los seis sentados en la mesa de la cafetería más apartada del resto. Tengo puesto un vestido azul pálido, Jing quería que combináramos nuestros outfits, y para que negarlo, me encanto la idea.

—Jing, Lixue, ¿qué pasó ayer?— nos pregunto Meizuo y volteé a ver a Jing con una sonrisa grande.

—Como les decía ayer, antes de que alguien se me lanzará encima...— no acabe de decir pues se escucho un ruido fuerte haciendo que saltara del susto.

Mire en la dirección del sonido y la intrusa está en el piso con comida sobre ella, vi a Ah Si sentado mirándola como cuando un águila ve a su presa.

Este se paró y camino hasta quedar enfrente de ella.

—Estar con Qinghe te hace 100, 1000, 10 000, veces más feliz ¿no? Así que debes de estar feliz—. le dijo.

¿De qué rayos habla?

—Daoming Si. ¿Por qué nos molestas? ¿Acaso lo disfrutas?

—Si. Me hace feliz ver que te caigas de cara—. pateo la bandeja y se hinco para quedar frente a ella—. Shancai. Tienes pinta de que te encantan las verduras. Con razón te llamas "Shancai"—. ella quito, bruscamente, la mano de Ah Si de su mejilla.

So rude. Me levante dispuesta a ayudarla. Nadie merece ser tratada así.

—¿Qué pasa?— le respondió agridulce Ah Si—. Vamos, golpéame—. empecé a caminar soltándome del agarre que Ximen tiene en mi muñeca.

Lei, de igual forma, también se levantó. Me puse enfrente de Shancai y la ayude a levantarse.

Me di la vuelta y Jing, Meizuo y Ximen también se habían parado quedando a una prudente distancia de nosotros.

Le pase la mano de Shancai a Lei para sacarla de aquí, pero Ah Si también la tomo del otro, dejandola en medio de los dos.

—Lei, Lixue ¿saben lo qué hacen?

—Ah Si, es suficiente—. hablamos al mismo tiempo.

—No me digan que les agrada esta loca.

—Está "loca" no merece ser tratada así, Ah Si, déjala irse.

—Si son mis amigos, suéltenla—. nos dijo—. Suéltala dije—. le dijo a Lei, pero este no la soltó—. ¡Suéltala!

—No.

—¡Suéltenme! ¡Me están lastimando!— ambos la ignoraron y Ah Si la dejo ir, por impulso Shancai choco con Lei.

—Si te vas con ella, no vuelvas a hablarme.

Lei salió de ahí con Shancai.

Con una seña hice que Ximen y Meizuo fueran tras Ah Si, agarre a Jing del brazo y fuimos detrás de Lei y Shancai.

—Necesito que me traigas un cambio de ropa, deje uno en tu coche. Luego ve a ver a Lei, quiero conocer a la chica—. me dijo en francés.

—Shancai—. le dije—. No se te vaya a escapar decirle "chica."

—¿Quién crees que soy? ¿Tú? Debes de dejar de llamarla intrusa.

—Oblígame—. me fui antes de que me regañe, al llegar al coche tomé lo necesario y regrese al baño dónde se supone están ambas—. ¡Llegó la caballería!— grite entrando—. O tal vez sería ¿damiceleria?— hice una mueca, estoy confundida.

—¿Lo trajiste?— me pregunto Jing con Shancai a su lado.

—Obvio—. le mostré la bolsa.

—¿Qué hay ahí?— me pregunto Shancai y sólo le sonreí

—Mi trabajo aquí ha terminado, no vemos al rato—. dije mirando a Jing, está asintió y salí de ahí en busca de Leí.

Divague un buen rato en la Universidad hasta dar con uno de los lugares favoritos de Lei, al ver su cabeza fui a él y me senté a su lado.

—Sabía que estabas aquí. Toma.— le pase una galleta que compre en el camino.

—Gracias—. tomó la galleta y comimos en silencio.

—¿Me vas a contar qué fue lo qué pasó ahí abajo? Nunca has hecho algo como eso—. vi a la nada esperando su respuesta.

—No se—. me dijo y me volteé a verlo—. Algo me decía que la ayudará.

—¿La consideras tu amiga?

Se encogió de hombros—. Tal vez, un poco—. asentí ante lo que dijo—. Tú te levantaste primero, ¿por qué?

—No aguante ver cómo Ah Si la trato, no se me hizo correcto—. solté un suspiro—. Si yo hubiera estado en esa situación, me hubiera gustado que alguien me ayudara.

—Nunca vas a estar sola—. le di una sonrisa y recargue mi cabeza en su hombro.

—¿Aún vas a ir a Hawái, verdad?— le pregunté.

—No lo creo. Prefiero quedarme, Ah Si está molesto.

—¿Y?— me separe de él viéndolo de frente, este se volteó encarándome—. No me vas a dejar a mi suerte ahí.

—Quédate conmigo—. se encogió de hombros con una sonrisa, le di un leve golpe en su hombro izquierdo

—Hablo enserio.

—Yo también—. me dijo—. Podemos ir a ver las luciérnagas.

—Aunque suena tentador, quiero ir al mar, lo extraño. Después podemos ir a ver las luciérnagas.

—Lo pensaré—. me dijo y nos quedamos en silencio.

Lo que más me gusta de estar con Lei, es que nunca ningún silencio es incómodo.