➤ 𝑶𝒖𝒓 𝑺𝒕𝒐𝒓𝒚┆ 𝐅𝐢𝐜𝐭𝐨𝐛𝐞𝐫 ┆ 𝐁𝐮𝐧𝐠𝐨𝐮 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐲 𝐃𝐨𝐠𝐬.

➤ How ridiculous.

Título: How ridiculous

Personajes: Jouno Saigiku / Tetcho Suehiro. 

Rated: +13

Genero: ¿Humor?

Temática: Postre.

Advertencias/Aclaraciones: Narración de dudosa calidad. 

. . . 

Los días libres podían ser tan irritantes como los días laborales, sobretodo, cuando sales a un sitio con la esperanza de no toparse en todo el fin de semana con tus compañeros de trabajos, para al final, tener el infortunio de toparse a uno de ellos. 

Y justamente con Tetcho... 

Al menos no era la Vice - Comandante. 

━Jouno. 

Ah, como siempre, le saludo con ese rostro lleno de indiferencia aunque se había metido en su día libre. Bueno, fue una casualidad encontrarse, pero aún así... 

━Qué sorpresa encontrar a un idiota como tú aquí. 

Tetcho solo señalo hacia la vitrina, uno de los postres del establecimiento, no pudo evitar hacer una mueca por no haber adivinado que esto podría pasar. 

━Escuche que este es el mejor pudín de la ciudad. 

━Qué ridiculez. 

━Una taza de chocolate caliente y un pudín, por favor. 

La persona que estaba atendiendo, una amable señora, fue de inmediato a cumplir la orden del joven militar. 

━Jouno, pide algo, podemos comer en la misma mesa. 

No pudo evitar una sonrisa incomoda. Prefería no soportar más de lo debido a sus compañeros de trabajo, apenas los tolera en el ámbito laboral, nunca ha esperado relacionarse con ellos en su vida diaria. 

Sin embargo, ese día no parecía tener opción. Tetcho siempre ignoraba su irritación y hacía lo que le quería siempre. 

━Tsk. Un té verde, y un pastel de fresas. 

Ni siquiera lo pensó demasiado, al menos, podrá ignorar al joven en la mesa. Suehiro pocas veces hablaba más de lo debido. 

Qué ridículo... 

Solo deseaba un día en donde no tuviera que ver a ninguna de las personas que le irritaban. Pero lo dejará pasar por esa vez, porque la calidad de los postres de esa tienda, eran los mejores. 

━Delicioso..........

Lo único que interrumpió su silencio cómodo, fue por supuesto, el joven que le acompañaba para su mala suerte. Por suerte, Tetcho no volvió a abrir la boca y siguió comiendo el pudín como si no hubiera un mañana; era un salvaje, como un niño pequeño. 

Extrañamente, el tiempo compartido, fue bastante callado. Era algo que apreciaba Jouno ya que no le gustaba el ruido innecesario o las platicas estúpidas. Cuando Tetcho se fue, solo le dijo gracias por comer con él y dijo que espera lo pudieran hacer más seguido, obviamente, se negó. 

No tiene tanta paciencia para soportarlo. 

Qué ridículo... 

Su plan no salió como esperaba, pero al menos, no fue un día desagradable o desperdiciado.