➤ 𝑶𝒖𝒓 𝑺𝒕𝒐𝒓𝒚┆ 𝐅𝐢𝐜𝐭𝐨𝐛𝐞𝐫 ┆ 𝐁𝐮𝐧𝐠𝐨𝐮 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐲 𝐃𝐨𝐠𝐬.

➤ Crown of Thorns.

Título: Crown of Thorns. 

Personajes: Francis S. Fitzgerald / Zelda Fitzgerald. 

Rated: +13

Genero: Angst. 

Temática: Corona. 

Advertencias/Aclaraciones: Posible trama sosa. 

. . .

El dinero era sin duda asombroso, te daba mil alcances, hacía que fuera imposible el sufrir por hambre o enfermedad, pero el dinero tenía un inconveniente: no volvía el tiempo atrás. 

Aún cuando ahora Fitzgerald tenía el dinero para mantener a su familia, había un problema, su esposa estaba enferma y dudosamente volvería a ser la misma a menos que toda la familia este reunida de nuevo. Pero Francis no podía traer a su hija de entre los muertos, solo quedaba una opción; un milagro. 

Era doloroso ver a Zelda mirar por la ventana, probablemente esperando ver a su retoño reír sentada bajo la sombra del árbol. 

Y aún cuando él tenía el dinero para subyugar a un país entero, todo esto, llegó demasiado tarde a su vida. 

Zelda... 

Ah, era doloroso. No soportaba ver a su esposa en ese estado de negación y depresión. 

Era pesado, como una corona de espinas, clavándose cada vez más en su cabeza. 

No había día que no lamentará la pérdida de su hija, el como su esposa se rompió luego de eso, y como él era incapaz de hacer algo, pero... 

'¿Lo escuchaste, Mr. Fitzgerald? Con ayuda del  Hombre Tigre, encontrarás el Libro, capaz de conceder lo imposible.' 

Era el susurro del diablo, lo sabía, pero si había una mínima probabilidad de recuperar a su familia, de reunir a madre e hija, a como era antes de tener toda esa fortuna, no le importará sacrificar lo que sea necesario. Por algo tenía al Gremio. 

Zelda... 

Era imposible decirle algo porque apenas reaccionaba, pero tenía los sirvientes necesarios para que la cuidarán. Apretó suavemente el hombro de su esposa, mirando también por la ventana, imaginando de la misma manera que allí estaba su pequeña jugando y riendo de forma risueña. 

Duele... 

Como una corona de espinas clavándose en su cabeza... 

Zelda incluso colocó su mano en el vidrio de la ventana, su mirada claramente clamaba anhelo, queriendo ir al lugar de sus ensoñaciones. 

A Francis le dolía ver así a su esposa, su única familia viva. 

No te preocupes más, Zelda. 

La traeré de vuelta, a nuestra preciosa niña. 

Aún si su conciencia se hundía más, aún si le dolía como la corona de espinas caía más y más, cumpliría su cometido: traería de vuelta la felicidad a esta casa. 

No sufras más. 

Traeré a nuestra amada hija de vuelta.