Mantuve mis ojos en Pablo, quién pateaba la puerta como si eso solucionaría el problema, y en realidad yo también esperaba que lo solucionará, pero algo me dice que íbamos a estar atrapados acá por un largo rato, y nunca había deseado estar más que equivocada. Estoy segura que la mayoría las chicas de este colegio estarían emocionas por estar atrapadas en un closet con Pablo Bustamante y yo lo hubiera estado, pero descubrí que puede llegar a ser el tipo más egocéntrico, narcisista e idiota que puede haber, así que no me hacía feliz el hecho de estar acá con el.
Apoye mi espalda en uno de los muebles mientras me resbalaba hasta el piso y ponía mis rodillas en mi pecho. Esta situación era algo... perturbadora, hace unas pocas semanas rezaba para que llegará el día en que esto pasara, y que Pablo por fin se diera cuenta de mi existencia. Obviamente nunca me imaginé estar literalmente encerrada en un cuarto con el.
- ¡Maldita seas! - gruñó Pablo no directamente a mí, sino más bien directamente a la puerta. El le dio una patada antes de deslizarse y sentarse al igual que yo.
- Mansilla va a llegar unos cuantos minutos y nos va a sacar - murmuré tratando de calmar la situación. Alcé mi mirada para ver a Pablo, el cual no me ha respondido y me miraba con disgusto.
- ¿Estas jodiendo? - Pablo sacudió su cabeza. - El señor se va a la una en punto todos los miércoles para ir al hospital. Necesita un medicamento para la cabeza, un dolor o alguna mierda así.
Pensé una respuesta por varios minutos pero sin éxito, ya que no tuve ni idea de cómo contestarle a eso. La voz de Pablo me decía claramente que estaba tratando de controlarse para no aplastar todo lo que se encontraba en la pequeña habitación, lo cual me hacía tener que ir con cuidado con todo lo que diga.
- Wow, el encerio nos odia. - murmuré refiriendome al profesor. Había quedado pensando en lo que me había dicho Pablo, sabía que el profesor Mansilla estaba loco, pero no tanto como para tener que tomar medicamentos para la cabeza. Mi pregunta era; ¿si odiaba tanto a los adolescentes porque había aceptado trabajar con ellos?
Pablo rodó los ojos - No, literalmente, es algo de la cabeza. No tanto porque nos odiae. - hice presión en mis labios pretendiendo evitar hacer lo que mis instintos me dicta, hacerle otra pregunta. Sabía que eso lo iba a molestar más. Supongo que siempre voy a tener la duda sobre cómo obtuvo ese trabajo, y cómo se las arregló para mantenerlo durante 20 años.
- El es medio... Amm idiota. - Pablo hizo una media sonrisa ante mi comentario. Era raro como alguien podía ser tan cruel y tierno al mismo tiempo. Es como que incluso después de que Pablo me insultara, seguía sintiendo mariposas en mi panza al verlo sonreír.
- Voy a llamar a Tomás. - dijo Pablo mientras se levantaba y sacaba su teléfono, el cual está en su bolsillo.
Asentí impaciente mientras miraba a Pablo buscar el número de Tomas. Honestamente sólo esperaba que alguien viniera a sacarnos de acá lo más rápido posible, porque entre más minutos pensaba encerrada acá, más estupida y humillada me sentía.
- ¡Hola! - Pablo prácticamente le gritó al teléfono como si Tomás estuviera sordo. Yo sólo me quedé en silencio porque sinceramente no había mucho que hacer, sólo sentarme esperar, además, Pablo no quería nada mío, sólo quería salir de acá.
- Tomás... ¿Podrías callarte solo por un segundo? - Pablo gruño con evidente frustración mientras acomodaba la bandana roja que tenía en su cabeza. - Carajo Tomás. No me importa el ciclo menstrual de tu perro.
Bueno no tenías que ser un genio para saber que tomas en un chico muy... ¿Alivianado?. No lo conocía mucho, sólo sabía lo mismo que todos. Era extremadamente alto y lindo, y podría llegar a ser un gran tonto cuando se lo proponía.
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Sex Education { pablizza }
RandomArrancada: 23 de Septiembre del 2020 Finalizada: 18 de Marzo del 2021 (La historia no tiene nada que ver con rebelde way, solo tienen los mismos nombres los personajes)