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Unos cuantos días habían pasado y las cosas bien no estaban, al contrario, por una parte Felix no había dado señales de vida y cuando sus amigos quisieron marcarle su celular estaba apagado y en su casa parecía no haber nadie al mismo tiempo en que Minho tenía ese humor insoportable que hace mucho tiempo no aparecía, le molestaba todo, mucho ruido, malo, mucho aire, malo, salidas, malo, respirar, malo.

Incluso hasta si volaba un insecto cerca de él era un motivo más para verlo explotar y marcharse dejándolos a todos confundidos.

Todos estaban estresados con su humor rancio y la única persona que podía calmar a la bestia parecía haber desaparecido de la fas de la tierra de un día para otro, estaban preocupados por ambos por que si bien a Minho lo veían y medio monitoreaban que se alimentara y durmiera bien, de Felix no podían por que no sabían ni donde estaba, él muy bien podría estar viviendo en mitad del polo norte y ellos no lo sabrían por que parecía que había dejado todo antes de que ellos se pudieran dar cuenta.

Su última conexión había sido el sábado por la tarde y que ya fuera Jueves y no supieran nada les comía los nervios, en clases fuera quien fuera de su grupo de amigos se quedaron esos días por la zona del edificio de la carrera de Felix para ver si es que el chico si quiera se presentaba en clases lo cual tampoco hacía. No sabían dónde buscarlo y tampoco podían por que lo único que se les ocurría era que quizás había dejado todo para irse a Australia con su novio pero tampoco querían llamar a Bang por que si él no estaba ahí también lo preocuparían.

Todo era un problema.

Sus cabezas podrían explotar y ellos tener una crisis asegurada por el estrés que tenían encima.

También sobrepensaban las cosas en un silencio colectivo, todos se imaginaban lo mismo pero tenían miedo de comunicarlo al otro por incertidumbre de no saber si sería un mal comentario o si eso causaría mas conflictos, sin embargo sus sospechas estaban ahí, la curiosidad se les notaba. Porque era por demás curioso que Felix hubiera desaparecido después del incidente de la fiesta y que a su vez Minho actuase de esa manera luego del mismo acontecimiento, ellos lo sabían, sabían que de la misma forma lo recordaban todo o al menos la parte mas importante y todos estaban asustados por ello, porque algo como eso podría terminar con una amistad que se cree inquebrantable pero también sabían que mirarse a la cara para sería difícil.

Y pese a confiar en que todo se arreglaría con cada día que pasaba solo les hacía pensar que no había muchas esperanzas de nada. Minho no hablaba, no los miraba a los ojos y respondía con monosílabos cuando eran muy insistentes en pedir su respuesta, solo parecía lejano pero conocido al mismo tiempo y entendían el momento pero ellos querían que tuviera la suficiente seguridad y confianza para hablarlo, para dejar salir todo eso que evitaba y que se tragaba como filosos cristales guardandolo en lo más profundo de sus secretos.

En tanto Minho solo podía obligarse a no llorar por haber arruinado su amistad con el menor ni dejar de sentirse un traidor por haber faltado a la confianza que Bang le había entregado con el peor sentimiento de no saber absolutamente nada de Felix.

Nada podría ir peor.

No en ese momento.































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Una Extraña Historia | MinLix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora