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Cuatro, cinco, seis, diez, doce.

No sabía cuántos, más bien había perdido la cuenta de cuántos vasos ya se había bebido pero se sentía bien, se sentía completamente en ambiente, más feliz y mucho más suelto en su personalidad que normalmente, tanto que se mostraba cómodo mientras se movía al ritmo de la música junto al chico algo más alto que el, de aires seductores que minutos atrás lo había invitado a bailar y el gustoso aceptó. Sin embargo un repentino toque en su brazo que lo hizo alejarse del atractivo joven lo "trajo" de vuelta, encontrándose con la mirada seria más no enfadada de Hyunjin, quien lo llevó con el prácticamente a rastras hasta una habitación de la casa donde también estaba un Seungmin algo mucho peor que él murmurando una que otra incoherencia, otra chica de cabellos negros que reconocía como la prima de su amigo y a Gahyeon que tenía la misma expresión de Hyunjin.

- ¿Por qué me trajiste aquí? – Preguntó desorientado –

- Es Seungmin, dijo que quería hablar contigo – El rubio se sintió aún más perdido – No lo sé, simplemente se encapricho llamando tu nombre

Con las cejas fruncidas se acercó a la cama donde estaba sentado el ligeramente menor que en cuanto lo vio le sonrió y lo llamó feliz y cumpliendo con acercarse y dedicando una mirada confusa a los demás presentes antes de verlos salir para poner toda su atención en Kim.

- ¿Que pasa? – Preguntó suave –

- Yo quiero decirte algo – el menor volteo a verlo con seriedad pero algunos segundos después de verlo, negó y lo envolvió en un abrazo – Tengo sueño...¿Me cantas una canción? pidió poniendo ojos de cachorrito y un tierno puchero al que no pudo negarse Por favor, Por favor, por favor, por favor

Tal vez confundido por aquella petición que jamás había escuchado de Kim pero no iba a negarse.

- ¿Que quieres que te cante?

- Yellow

- Umh... Bien pero acomodate - Seungmin asintió y se acostó en la cama haciéndolo a él acomodarse a su lado con la espalda en la cabecera de la cama

La dulce y aterciopelada voz del pecoso fue lo que comenzó a escucharse en esa habitación con un Seungmin que al apenas cerrar los ojos se sintió libre de todo mareo que tenía y se sintió cómodo cuando la Bonita voz que pocas veces podía escuchar lo envolvió, por un momento sintiéndose ligeramente mal por mentirle al de pecas pero su sentido que aún estaba bien tenía razón, él no podía decir nada por que era un secreto que le había sido confiado y decirlo significaba la traición de divulgar algo que se quiere mantener a raya encerrado y tampoco era su problema, Minho tenía que hablar de ello cuando se sintiera listo.

Cada tanto haciendo coro con la voz de su amigo antes de finalmente terminarla dandose cuenta que no se había dormido y había pasado todo ese rato escuchando y relajando su cuerpo, cuando el aparente silencio — ya que se escuchaba el resonar de la música de abajo – en la habitación se hizo presente el silencio y Seungmin queriendo escuchar más de su voz y de cantar juntos como siempre, puso su celular dejando reproducir de todo, canciones que fueron coreadas por ambos hasta que finalmente el menor se quedó dormido por lo que Felix apostaba una o dos horas quizás, salió de la habitación poniéndole seguro a la puerta por dentro para que nadie pudiera entrar pero en caso de que despertara Seungmin si podría salir.

Estirando sus adormecidos músculos por estar tanto tiempo en la misma posición durante un tiempo indefinido, bajó con el alcohol corriendo por sus venas ya mucho más bajo encontrándose más sobrio que antes y dirigiéndose así a la cocina donde Mina y Sana platicaban animadamente aunque el solamente se pasó a servirse ignorando a las presentes, no estaba seguro de lo que iba a servirse pero iba a probar algo nuevo.

Una Extraña Historia | MinLix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora