• ° ▪︎ ¿Final? ▪︎ ° •

221 19 27
                                    

































Días más deprimentes le esperaron y lo atraparon como un filoso anzuelo a un ignorante pez sin capacidad de razonar, solamente mirando de soslayo en algunas ocasiones a otros lugares que no tenía permitidos mirar, entrar a esa cafetería significaba buscar ocupar su atención en cualquier otro lugar que no fuera ese porque no quería verlo o más bien porque Eunwoo no lo dejaba argumentando que no iba a sufrir más por un 'idiota' que no sabía lo que hacía y eso solo lo lograba entristecer más porque enserio quería por lo menos una vez cruzar su mirada con la de Minho aunque no fuera de manera amable, solo necesitaba saber que estaba bien para sentirse bien él mismo.

Salía de su casa por obligación y no por gusto, si hubiera sido por él pasaría si vida entre sus tibias sábanas y comida chatarra a su alrededor no por odiar al mundo sino por odiar la sensación de sentirlo tan cerca y tan lejos que podía asegurar que con cada día y momento su corazón encogia un poco más.

Los días le parecían tortuosos y lentos, muy lentos.

Seguía ocupándose en sus obligaciones pero ya nada lo sentía igual, incluso aún cuando Jihyo le elogió demasiado su comida la primera vez que la probó no sintió que realmente fuera buena, lo que antes lo distraía ya le parecía tedioso y sin color, si su vista pudiera cambiar de matices estaría seguro que ahora distinguiría solamente las gamas del blanco y el negro porque así sentía su ánimo, gris y negro. Probablemente el mundo no se le vendría encima pero solamente una persona que amó de verdad puede entender el sentimiento cuando aún si no fue una ruptura eso terminó con astillas de por medio y sin aviso.

Podría ser catalogado como dramático pero no encontraba otra explicación ni justificación, él sufría por amor, por lo que fue quizás el amor más puro que algún día la vida le permitiera sentir, no se trataba de solamente perder a una pareja sino también un compañero.

Minho era su compañero.

Y aunque tuviera la compañía y el afecto nada podía ser Minho.

Nadie era Minho.

Nadie podía compararse con él.

Eso podía ser obvio pero él no se cansaría de decirlo nunca, aunque todo el mundo lo supiera quería decirlo.

Sin embargo los descansos son siempre buenos y Felix no fue la excepción, estar todo el tiempo en contacto con su familia le sirvió para saber que sus padres le invitaban a una comida con los Lee, los mismos que eran padres de Minho, lo derrotó esa invitación pero aún así aceptó ante la insistencia y los pequeños ruegos infantiles de su madre, ella nunca cambiaba.

La decepción llegó pronto cuando al entrar a la casa con su mejor rostro y sonrisa, siendo recibido por el calor de su madre que lo hizo querer llorar pero se contuvo aunque esa contención no duró demasiado cuando sus visitas estaban incompletas, ahí solo estaban Jisoo y Junmyeon, sus padres. Entonces su corazón se sintió un poco más roto pero la personalidad bromista de su tío lo ayudó a pasar el mal trago de la no presencia del hijo Lee.

'- Minho avisó que no pudo venir por un contratiempo pero les mandó muchos saludos Rosé. Aunque me pregunto que habrá sido, nunca se niega a algo que tenga que ver con Felix'

Escuchó a la peli negra mencionar mientras le dedicaba una sonrisa que lo puso cohibido.

Ya era demasiado difícil la situación, todo el tiempo fue Minho hasta en el tema de la comida y eso solo lo hizo sentir todavía más incómodo hasta que la tarde terminó con una despedida dulce y afectuosa con una promesa de planear otra en la que estuvieran los tres juntos, cosa que dada la situación, Felix dudaba pero nada le fue mucho más duro e impresionante que cualquier otra cosa que hubiera pensado.

Una Extraña Historia | MinLix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora