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- Felix...¡Felix!

El nombrado se sobresaltó al escuchar el grito mirando alarmado a todos lados para pocos segundos después sentirse avergonzado al encontrarse con todas las miradas de los presentes concentradas en su persona.

- ¿Qué pasa?

- Eso respondelo tú, ¿Qué te pasa?

Se sintió nervioso, mucho más que nervioso, desde hace quizás semanas que el Australiano menor estaba más extraño que de costumbre y aunque en un principio no le tomaron tanta atención con el paso de los días la situación les empezó a extrañar de verdad pues Felix parecía vivir en una nube eterna de la cual nunca parecía salir, estaba algo más distante con aparentemente todo el mundo, se la pasaba más callado y con Chris ni se diga, parecía que le huía a sus mimos y cariños de novio de una forma muy sutil más aparte el creer que incluso había dejado de hablarse con Minho ya que pocas veces interactuaban y en otras ocasiones Felix de nuevo huía del Lee mayor, estaban visiblemente preocupados por el pecoso o cualquier situación personal mala que estuviera pasando por que para ellos el pecoso era una pequeña bola tierna de luz que necesitaba ser cuidada con amor.

- Felix, bebé ¿pasó algo? – el tono cariñoso que utilizó su novio en el hizo a su cuerpo temblar y sus sentidos volverse sordos bajo la mirada de todos –

Miró de una manera muy discreta a Minho antes de sentir sus ojos cristalizados y un nudo en la garganta, repasó la mirada por todos y se sintió un bastardo traidor que les mentía y seguiría mintiendo a todos consiguiendo únicamente preocuparlos más y sin poder detener sus lágrimas las dejó salir antes de aferrarse al cuerpo de su novio con el llanto volviéndose más intenso.

Todos en aquella mesa sintieron sus corazones marchitarse por ver a Felix tan frágil y llorando, sin duda ver al sol del grupo llorar no los hacía más que sentir tristes. Pero había alguien más estaba aguantando sus verdaderas ganas de quitar a todos y abrazar a Felix para protegerlo de todo y prometerle una vez más que no iba a dejarlo, sin embargo solo pudo quedarse mirando como Chris se lo llevaba a algún otro lugar mientras lo abrazaba afianzando sus brazos alrededor de su cintura y espalda con pequeñas caricias, susurrando pequeñas palabras hacia el menor que ninguno pudo escuchar pero podían asegurar que eran hermosas palabras, la impotencia claro que era grande.

Felix jamás en esas semanas había podido decir exactamente lo que pensaba o lo que quería decir por miedo, inseguridad y básicamente por él mismo, porque Chan era tan bueno y tan amoroso que le complicaba el decirle adiós mientras al mismo tiempo se regañaba por que algunos días tenía citas secretas con Minho en las que se sentía tan feliz y tan culpable como nunca se sentiría pero tampoco podía culparse, no cuando en ese momento era Chan quien estaba ahí con él tomando su mano y mirándolo con tanto cariño mientras le decía que todo estaría bien, que él estaba ahí para cuidarlo siempre y que jamás iba a dejarlo.

Que jamás iba a dejarlo.

Y él solamente como siempre solamente lloró sin poder corresponder a sentimientos tan bonitos que por él ya no sentía, acerco su rostro al mayor para susurrar y darle un pequeño beso en los labios.

- Te Quiero – sus ojos fuertemente marcaban el error que sin querer había cometido –

Chan sonrió feliz por que hacía mucho tiempo que el menor no le dedicaba palabras de amor y sin dudarlo un segundo unió sus labios en un tacto suave y dulce que Felix correspondió en su torpe inconsciencia sin darse cuenta que una tercer persona estaba a pocos metros de ellos y que por desgracia había visto todo, vio eso que jamás en su vida pretendió ver después de ese supuesto inicio de una supuesta relación entre ellos.

Una Extraña Historia | MinLix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora