06. Escondite de un inocente.

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Heaven Cowan

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Heaven Cowan.


La casa de Bay es enorme. Tiene una gran puerta negra, por fuera su casa se ve algo apagada y aburrida —incluso con las coloridas flores que adornan la entrada—, pero por dentro brilla con objetos blancos y algo refinados. Es increíble. En mi mente cruza la idea de conseguir mi propio apartamento, hasta que encuentre un trabajo y se me haga posible ganar dinero suficiente para mí, sólo me queda soñar con tener mi propio lugar para vivir.

Aún me sorprende lo tímida que es Bay, a veces parece cohibirse mucho, sin embargo, es muy dulce y amorosa, reconozco que adoro los abrazos sorpresivos que regala. Ella es muy hermosa pero como cualquier persona tiene un sentimiento de inseguridad consumiéndola por dentro. Bay tiene un cabello algo corto, unas cejas definidas, pestañas lo suficientemente largas como para encrespar y hacer que sus ojos parezcan más grandes, tiene unos ojos grandiosos de esos oscuros pero brillantes y también le sobran kilitos en sus curvas.

Estamos jugando un juego de mesa, es bastante divertido y a su vez llega a estresarme, hay múltiples estrategias en mi cabeza pero no consigo ganar.

—Heaven, vas perdiendo —dice Agni fingiendo arrogancia—. Siempre ganas en esta cosa.

—Cierra la boca —tiro los dados—. Primero me como el colon y luego pierdo.

Agni me mira con un rostro que simula asco, en cambio, Bay ríe cubriendo su sonrisa con una mano.

—Eres asquerosa —Bay contagia de la risa a Agni luego de que habla.

—Tú y tus bromas desagradables —me reclama Agni peinando su cabello blanco y lacio.

De pronto veo a Agni hablando con Bay de cosas triviales e intenta incluirme en ello. De alguna forma quiero saber lo que está tratando de hacer porque conozco a Agni y jamás estaría tan tranquilo jugando monopoly, de hecho yo sería la tranquila y el el estresado. Me hago "la interesada" en lo que habla, al mismo tiempo veo a su mano deslizarse hacia el dinero del monopoly y sacar una buena cantidad sin que Bay se de cuenta.

¡Es un tramposo!

Por eso está ganando.

Aprovecho que Agni intenta distraerme al igual que a Bay, mientras al mismo tiempo le saco algo de dinero que tiene cerca de mí y lo guardo en el bolsillo de mi sudadera para esconderlo y alejarlo de él, no usarlo para beneficiarme.

Comienzo a vigilar a Agni mientras uso mis mejores estrategias en jugar monopoly para ganarle. Evito comprar las propiedades caras, aprovecho oportunidades quedándome en la cárcel y no moviéndome de allí a pesar de que puedo y también compro propiedades caras cuando el dinero comienza a aumentarme. Monopoly es mi juego, me estudié las instrucciones por semanas años atrás para patear traseros.

Bay y Agni: En bancarrota.

Heaven: Un monopolio.

Mi teléfono comienza a sonar sin que pueda burlarme en la cara de Agni y antes de contestar miro a mi mejor amigo con los ojos entrecerrados y acusadores.

Colores Primarios ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora