A cualquiera que haya sentido el peso del dolor sobre sus hombros y haya logrado salir adelante.
Y para cualquiera que alguna vez se haya sentido indigno de estar en su propia piel, no haya encontrado las palabras para explicar qué sienten y se haya sentido menos e incómodos siendo quienes son.
Esto es para ti, para nosotros.
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Heaven Cowan está segura de que se ganó un boleto de ida, no reembolsable directo hacia el infierno. Mientras sus amigos se preocupan por sus propios problemas, ella intenta adaptarse a la cruel realidad del patio de recreo perteneciente al diablo.
Quizás tiene sueños demasiado grandes para sus pequeñas manos por lo que siempre terminan deslizándose entre sus dedos de forma que se limitó a pisarlos, en aquel momento sus simples días soleados quedaron atrás, cuando vivía para sentir el abrazo del sol, cuando su espirito indómito pertenecía a la tierra y comenzó a darle oportunidades a las noches.
Hubo noches en las que perdió el viaje del autobús a propósito después de la escuela. En aquellas noches llenas de estrellas se quedó viendo el cielo hasta tarde fuera de casa y no por las estrellas. Si no porque, en noches como esa, Heaven a menudo se sentía como la luna, distante del mundo aquí y allá.
Mirando la luna plateada contra la oscuridad como la tinta, mientras sangraba la luz solar que olvidó y con la tranquilidad en su fin, agarrando mechones de una brisa fría: perdió el control y sentido de este mundo sin ley.
Sus pensamientos son invadidos por incoherencias y errores que se muestran en su vocabulario, cosa que en la mitad de las ocasiones ni ella misma puede descifrar. En muchos sentidos su mente es un laberinto sin solución, un rompecabezas sin fin aun que por lo seguido que sueña y no hace nada para que sea una realidad sería más correcto definir a su mente como un universo paralelo.
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Jan Sawyer, una vez escuchó que las vidas se parecen a los acertijos sin resolver. Y de cierta forma la persona que lo dijo no se equivocaba; todos somos piezas de rompecabezas, tratando de averiguar a dónde pertenecemos.
A veces las personas cercanas a él piensan que debería tener un mapa, una guía para la vida, pero Jan sabe cómo orientarse sin una hoja de ruta, se despierta cada mañana sabiendo quién fue, en qué se convirtió, quién es y quién quiere ser.
Desde el principio siempre tuvo un plan para sí mismo, hasta que aquello fue remplazado por una aburrida rutina de la que no sabe cómo salir.
Los casi veinte años de Jan en la tierra pueden separarse en dos partes. Dos partes como las de un papel roto saturado en frustración. Una parte pertenece al antiguo piso de su habitación, un lugar donde descansan sus pensamientos abandonados, donde creció con un gran odio a la perfección y casi se ahoga en ella. La otra parte del papel la encuentras imaginariamente en su bolsillo, es donde te topas con su percepción de sí mismo; sus esperanzas, ambiciones, miedos, arrepentimientos, fabulas...
Es cosa de poco tiempo para darse cuenta de que es un ser humano que llena atmósferas dulces, con respiraciones profundas y palabras sabiamente divinas porque su caja torácica estuvo presionada demasiado tiempo, se había convertido en su prisión y sabe lo que es una exhalación atrapada como pájaros revoloteando en jaulas.
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Cuando Heaven conoce a Jan, ambos estaban en lugares muy diferentes de sus vidas.
Jan piensa que Heaven tal vez no está rota, tal vez sus puños apretados, la sangre en sus manos y los pedazos son signos de su renacimiento.
Heaven al comienzo piensa que Jan tiene la vida fácil y en consecuencia puede obtenerlo todo en bandeja de plata cuando se le plazca. Pero es la imagen más errónea que haya creado en su cabeza sobre alguien.
Sin embargo, en el fondo, están unidos por un hilo de comprensión porque nunca han probado el brillo del amarillo, la calma del azul o el amor del rojo.
Ninguno se relacionó con aquellos colores porque estaban buscando el significado del blanco y el negro, hasta conocerlos lo suficiente. Sienten el misterio, las caídas, los encierros, los fríos y los silencios del negro y también pueden reconocer a la perfección la pureza, la frescura, las exhalaciones, el brillo y la claridad del blanco.
Y es hora de cambiar, para descifrar los secretos de una mente distorsionada, para dejar ir la rabia y ser libres.
Entre la ayuda de ambos, compartiendo la crueldad de vivir erróneamente pero en tiempos diferentes, y compartiendo verdades hasta que llega el mañana, donde un sol sonrojado comienza a salir.
Es allí donde han descubierto que para que sus almas se vean, deben fundirse en los tres colores primarios, y hacerlo de nuevo cada amanecer.
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¿Por qué hay dos sinopsis? Al menos eso supongo que puedes preguntarte.
La respuesta es simple, un día la sinopsis número uno no me convenció demasiado. Y comencé a escribir esta segunda opción que en este momento me gusta más que la uno pero no quiero borrar la primera sinopsis porque es algo así como mi bebé, ya que con esa empecé esta historia y tiene un valor.
Escribir esta nueva sinopsis me renovó ciertas formas de ver a mis personajes y me encuentro bastante feliz con ella. Espero que te haya gustado tanto como a mí.
Para finalizar, he estado leyendo libros pendientes más de lo que he estado escribiendo y dejé esta historia un poco abandonada, pero pronto subiré un prólogo (donde Heav y Jan se conocen) porque en serio tenía ganas de escribirlo :-)
-Viluxsma.
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Colores Primarios ©
Roman d'amour"Hay colores que te quitan la vida" • ────── ✾ ────── • Heaven Cowan, una chica con problemas que a menudo no tiene mucho que decir se enamora de un casi poeta que solo siempre tiene mucho que expresar y le roba las palabras. ...