03. Ser perfecto.

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Heaven Cowan

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Heaven Cowan.


Supe que algo andaba mal conmigo cuando comencé a ignorar las llamadas diarias de mis amigas y amigos de la escuela. ¿Qué pasó después? Las perdí porque siquiera yo podía explicar por qué quería estar sola. Sin embargo, ellas siempre querían explicaciones, pero a veces las emociones se comportan inexplicablemente y eventualmente no puedes explicarlas. Y no conocí la soledad hasta que todos querían explicaciones ante mi actuar y comencé buscar aislamiento como recurso y escapar voluntariamente.

—¡Heaven Cowan! —Volteo a ver a Agni—, ¿Estás sorda?, Estoy hablándote.

—Estaba pensando. ¿Qué decías?

—Adivina quién será guitarrista en el festival de música en la playa esta noche —Levanto mis cejas—, ¡El grandísimo e inigualable Agni!

Me levanto del sillón emocionada y doy pequeños saltitos aferrándome a las manos de Agni. El festival de música que se hace en nuestra ciudad siempre ha sido muy importante para él, porque las bandas nativas de la ciudad son invitadas y tocan una canción propia, muchas bandas son impulsadas a llegar lejos gracias a tocar ahí.

—¡Genial!

—Lamento no habértelo contado antes, quería sorprenderte —sonríe.

—Mierda, Agni. Estoy feliz por ti.

—Los chicos y yo estamos felices. ¡DIAG estará en un festival importante! —ríe luego de pronunciar el nombre de su banda— Estoy nervioso.

—Estoy segura de que saldrá mejor de lo que esperas —sobo su hombro.

—Eres motivadora —ríe.

—Te la debo —sonrío—, Iré contigo y me convertiré en tu fan número uno, voy a comportarme como si fueras David Gilmour.

—Piensas demasiado en grande, me halagas —suelta una carcajada—. Prepararé algo de comer —Me notifica mi mejor amigo alejándose de mí.

—Está bien.

La semana que llevo quedándome con Agni ha estado muy bien. Estaría excelente, si mi mente dejase de mostrarme a mamá mirándome decepcionada, supongo que esta vez lo arruiné y el corazón de mi madre se rompió por mi culpa. Su imagen duele como el fuego, no he podido olvidarla, por ningún segundo.

Siempre es tu culpa, Heaven.

Extraigo mi teléfono del bolsillo trasero de mi pantalón y abro el chat perteneciente a Eder, un amigo cercano de Agni y baterista de su banda, en mi caso es solo un conocido.

Yo: Necesito mi fármaco favorito.

El padre de Eder trabaja en una farmacia y se encarga de atribuirme xanax, digamos que no lo consigue muy limpiamente, pero es lo de menos, no me incumbe.




Colores Primarios ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora