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Me despierto lentamente y estiro mis músculos con delicadeza, observo el cuerpo de Jisoo junto a mi envuelto en las sábanas blancas dejando apreciar su cuerpo semi-desnudo, su rostro transmite paz de lo plácidamente que duerme

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Me despierto lentamente y estiro mis músculos con delicadeza, observo el cuerpo de Jisoo junto a mi envuelto en las sábanas blancas dejando apreciar su cuerpo semi-desnudo, su rostro transmite paz de lo plácidamente que duerme.

Un rayo de luz se asoma entre las cortinas negras que cubren la ventana de la habitación y choca contra mis ojos haciendo que me desvele rápidamente.

Decido levantarme y dirigirme al baño para tomar un reconfortante baño, dejo que el agua de la regadera corra por mi cuerpo haciendo que todas mis preocupaciones desaparezcan.

Al salir de esta comienzo a vestirme y luego me afeito quedando listo para poder ir a la consulta del médico.

Estos dos años estuve en un constante tratamiento, al principio eran 4 veces a la semana pero con el pasar del tiempo las secciones fueron haciéndose más alejadas la una de la otra llegando a ir una vez al mes para ver si había algún cambio.

Pero por más que lo intente o quiera, mi memoria no vuelve y eso hace que una ira dentro de mi vaya emergiendo lentamente.

De pronto mi celular suena y observo que es mi madre llamándome.

—¿Hola?

—Jimin, hoy es la consulta con tu médico.

—Lo sé, en unos minutos estaré allí.

—Te espero en la entrada de la clínica.

—Okey—Finalizo la llamada y guardo el celular en mi bolsillo derecho.

Bajo las escaleras de la casa y Jisoo se encuentra desayunando mientras mira las noticias.

—¿Ya te vas?

—Si, espero que todo salga bien.

—Eso espero—añade ella mientras se acerca a mi y rodea mi cuello con sus brazos—tu madre y yo te amamos, quiero que lo sepas.

—Lo sé, ya me tengo que ir.

—Esta bien—sus labios se apegan a los míos en un corto beso para luego separarnos.

Salgo de la casa y subo a mi auto para poder dirigirme a la clínica, allí observo a mi madre esperándome mientras habla por teléfono caminando de un lado a otro.

Sus pasos resuenan en el suelo por sus zapatos, la forma en la que viste transmite que es alguien de mucho dinero aunque no hace falta darse cuenta por ello ya que todos conocen en corea quienes somos.

—Ya estoy aquí.

—Llegaste cinco minutos tarde Jimin.

—Había tráfico.

—No importa, vamos.

Tomamos el ascensor y caminamos el pasillo largo hasta el consultorio de mi doctor.

Recuerdos del ayer [kookmin] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora