Recuerdos del ayer [kookmin] +18

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La señora Park queda en silencio, Jisoo puede observar como sus ojos comienzan a cristalizarse y no sabe que decir al respecto luego de lo escuchado.

—Pero él no tuvo la culpa de los errores de su madre—rompe el silencio.

—Con tan solo ser su hij-

—¡Eso no es excusa alguna! Ellos se aman, usted hará infeliz a su hijo por errores que ocurrieron en el pasado, los cuales ellos no forman parte.

—¡Me importa una mierda!—añade la señora Park arrojando todo lo que se encuentra en su escritorio—Tal como su madre ese hijo de puta vino a arruinar mi vida y no dejaré que se lleve lo único que le da sentido a esta.

—Si Jimin es lo único que le da sentido a su vida, pues no haga que sea miserable al igual que usted lo es ahora.

—Tú no eres madre, ¿acaso sabes cuánto me duele hacerle esto a Jimin?

—Pues no, solo veo una persona que intenta vengarse de alguien que está muerto, e intenta hacer infelices a dos personas que no están metidas en ello.

La postura de Jisoo aún seguía firme a pesar de tener a la señora Park mirándola intimidante como siempre lo suele hacer.

En cambio la última nombrada decide sentarse nuevamente en su escritorio.

El silencio invade la oficina, en el suelo se hallan todos los objetos que anteriormente estaban en el escritorio.

Jisoo decide agacharse y comenzar a recogerlos lentamente ya que se encuentran pequeños vidrios esparcidos.

Alguien toca la puerta de la oficina e ingresa la ama de llaves.

—Oh por Dios, ¿Qué a ocurrido aquí?—esta se da cuenta que ambas discutieron así que solo se queda callada esperando alguna respuesta.

—¿Ocurre algo? ¿O por qué estás aquí?—pregunta la señora Park fríamente.

—Un hombre pregunta por usted en la puerta, dice que solicitó verlo.

—Es Arthur, déjalo pasar.

La ama de llaves asiente con la cabeza y sale de la oficina.

—¿Arthur? ¿El mismo que usted mandó para matar a la madre de Jungkook?—pregunta la joven Jisoo pero no consigue contestación alguna.

La puerta se abre y un hombre de aproximadamente unos 40 años entra a la oficina, su vestimenta es casual pero elegante, tiene un pequeño tatuaje en su nuca, su estado físico no concuerda con su edad ya que si uno lo viera de espalda creería que tiene unos 30 años.

El hombre ignora la presencia de la joven Jisoo y se interpone delante de esta viendo a la señora Park.

—¿Para qué me solicitó?—pregunta este con una voz profunda.

—Tengo un trabajo para ti.

—¿Trabajo?—pregunta Jisoo, pero sigue siendo ignorada.

—¿De qué clase de trabajo estamos hablando?—pregunta Arthur.

—Necesito que busques a una persona, su nombre es Jeon Jungkook.

—¿Y qué hago exactamente con esa persona?

—Terminar con su vida.

—No!!! No puede hacer eso!!—grita Jisoo.

—Pues ya lo hice una vez, y puedo hacerlo otra vez—añade la señora Park dirigiendo su mirada a Jisoo.

—Usted es despiadada, hablaré con las autoridades y-

—¿Y qué?—la interrumpe la señora Park—Tú también eres parte de todo esto así que no saldrás libre, te haré sufrir y lamentaras haberlo hecho.

Esta se levanta de su escritorio y se dirige a Arthur.

—Tú ya sabes que hacer y donde hacerlo.

—Lo que usted desee—añade este y se retira.

—Y tú—señala con el índice a la joven—no tienes más escapatoria que obedecer mis órdenes, o si no... tú mundo se vendrá abajo y perderás a las personas que más amas.

—Q-Qué?—añade Jisoo con su voz temblorosa.

—Lo que oíste, además... tus padres nunca me cayeron bien así que si tengo que terminar con sus vidas, lo haré sin remordimiento alguno.

La señora Park sale de su oficina y la joven Jisoo queda en profunda soledad asimilando todo lo oído.

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