Recuerdos del ayer [kookmin] +18

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Minho

Despierto en un cuarto totalmente oscuro, intento moverme pero noto al instante que estoy atado a una silla de manos y pies.

Mi respiración comienza acelerarse y lo único que veo a mi alrededor es completa oscuridad.

Lo último que recuerdo es un puño dirigiéndose a mi cara para luego desvanecerme en el suelo.

Solo pasan unos minutos para que el cuarto se ilumine al abrirse una puerta y la madre de Jimin entra aproximándose a prender las lámparas de la habitación.

La mujer toma asiento delante mío y comienza a pasear su mirada sobre mi de arriba abajo, como si estuviese buscando algo en mi.

—¿D-Dónde estoy?—me atrevo a preguntar.

—Veo que ya has despertado—ignora mi pregunta—Mi paciencia ya se estaba terminando al ver que no reaccionabas.

—Déjeme ir de aquí, no hice nada malo—suplico para que me dejen libre.

—Si respondes lo que te pido, te soltare.

Mi mente recuerda aquella pregunta que me había echo la mujer en mi departamento.

—No lo sé—respondo sollozando.

—No me mientas, escuche como hablabas con Jimin por teléfono—se acerca a mi amenazante.

—P-Pero no sé dónde se encuentra, por favor déjeme ir.

Aunque quisiera no sabia la ubicación de Jimin, y si lo supiera tampoco lo traicionaría.

—Arthur...—la escucho llamar a alguien y acto seguido el mismo hombre que se encontraba con ella anteriormente, entra a la habitación—Si no me lo dices por las buenas, me lo dirás por las malas.

—Enserio, no lo sé, no sé dónde se encuentra actualmente su hijo. Porque en vez de estar detrás de él, lo deja ser feliz—el silencio inunda la habitación y decido proseguir—Que tan infeliz tiene que ser Jimin para que usted logre su felicidad.

Las palabras parecen haber tocado su corazón pero tan pronto como su rostro mostró arrepentimiento también la furia se apoderó de su cuerpo.

—Quiébrale la pierna—añade dirigiéndose al hombre a su lado.

—¡¡No por favor!!—comienzo a moverme para tratar de soltar mi cuerpo de las ataduras, pero es en vano...

Aquel hombre toma una barra de acero que se encontraba en una esquina del cuarto y con brutalidad golpea mi pierna derecha unas tres veces sin remordimiento alguno.

Gritos desgarradores salen de mi garganta al sentir tan indescriptible dolor, las lágrimas comienzan a salir por mis ojos sin cesar.

—¡Por favor pare!—suplico para que se detenga—¡Juro que le digo la verdad, no sé la ubicación de Jimin!

—Tal vez este diciéndole la verd-

—Tú cállate—La madre de Jimin interrumpe al hombre para luego acercarse a mi—Si en verdad no sabes la ubicación te utilizaré para llegar a él—con todas mis fuerzas levanto mi cabeza quedando mi rostro a solo centímetros de ella—Él vendrá por ti y yo iré por él.

Sin entender lo dicho, escucho como ella habla con aquel hombre pidiéndole que se libre de mi.

Segundos después ella se retira y unos tres hombres entran a la habitación para sacarme de allí, mi cuerpo sin fuerzas no puede resistirse y solo se deja cargar por estos hombres.

De un momento a otro siento como me desvanezco y al despertar estoy arrojado a un costado de la carretera.

Intento levantarme pero solo observo mi pierna y veo a esta quebrada y totalmente dislocada, mis prendas están teñidas del rojo intenso de mi sangre, haciéndome dar cuenta de la gran pérdida de esta que estoy teniendo.

Mis lagrimas aparecen nuevamente y siento como la fuerza y la energía comienzan a desvanecerse.

Un auto frena de pronto y una mujer sale de este pidiendo socorro por parte de su acompañante.

De pronto todo se vuelve negro y lo último que viene a mi mente es lo dicho por la madre de Jimin...

"Él vendrá por ti, y yo iré por él"

Todo iba a ser una trampa...

Hoy hay capítulo doble por la semana que los dejé sin actualizar (no recuerdo si fueron 1 o 2 semanas, en fin aquí tienen su regalo de navidad)

Espero que les haya gustado  los capítulos del día de hoy, no olviden votar por este, también me ayudarían compartiéndolo (si quieren) con las personas que también les gusta el Kookmin, sin más decir muchas gracias por el apoyo a la historia♡