Recuerdos del ayer [kookmin] +18

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Jisoo sale de la habitación y escucho como cierra la puerta con cerradura para luego bajar las escaleras.

Mis muñecas arden por la fricción entre estas y la soga con la que estoy amarrado.

Aún no puedo creer que mi propia madre sea capaz de hacerle tal atrocidad a su propio hijo.

Aunque a este punto ya todo es posible viniendo de ella, mis esperanzas de que me deje vivir en paz nunca se desvanecieron.

Quedo unos segundo inmóvil y escucho el sonido de varios automóviles alejarse, comienzo a forcejear nuevamente tratando de soltarme de las sogas y logro hacerlo.

Desato mis pies y al incorporarme, mis piernas se acalambran por lo que decido estirarme un poco.

Lo primero que viene a mi mente es golpear la puerta con toda mi fuerza para que esta pueda abrirse, pero si alguien me escuchase vendría enseguida.

Mi vista se enfoca directamente hacia una rejilla de ventilación lo suficientemente grande como para pasar a través de ella.

Comienzo a buscar desesperadamente algún objeto servible como para desatornillarla.

Toco mis bolsillos y encuentro una moneda en ellos.

—¡Si!—añado triunfante en voz baja.

Poco a poco voy quitando cada uno de los tornillos pacientemente.

Cuando ya voy por el último observo como mi madre y Jisoo salen de la casa y suben a la camioneta.

Una vez que estás se están alejando, quito rápidamente la rejilla y salgo de allí caminando por el tejado del techo del piso inferior.

—Al parecer no hay nadie en la casa—añado al darme cuenta que no se encuentra nadie en el lugar.

Bajo lentamente por una especie de escalera al costado de esta y al observar por las ventanas mi duda es acertada.

A lo lejos en la mesa se encuentra mi móvil así que decido entrar rápido y tomarlo.

Camino hacia el garaje para ver si hay algún transporte disponible que pueda llevarme lo antes posible con Jungkook, pero solo encuentro una motocicleta con algo de polvo.

Subo a esta y marca su tanque de gasolina lo suficientemente lleno como para llegar a mi destino.

Marco en mi celular el teléfono de la casa pero este no contesta.

Llamo a la policía y le indicó la dirección para que lleguen lo antes posible.

Arranco la motocicleta y manejó a gran velocidad hacia la casa, la desesperación y la adrenalina estaban corriendo por todo mi ser.

La angustia me estaba quemando por dentro.

No aguantaría el pensar no tenerlo más a Jungkook a mi lado.