Todo queda en silencio por unos minutos hasta que entra la ama de llaves a la oficina y comienza a recoger cada uno de los objetos que se encontraban en el suelo.
La señora Park solo se quedó parada frente la ventana observando el jardín seriamente, y la Joven Jisoo se encontraba sentada en el escritorio observando un punto fijo en la oficina.
La tensión se podía notar a simple vista entre las dos, y lo único que se escuchaba eran los vidrios que la ama de llaves arrojaba en el cesto.
—Pídele a Arthur que venga.
—Esta bien—añade la ama de llaves haciendo una pequeña reverencia y saliendo de la oficina.
Solo pasan unos segundos para que se escuchen pasos dirigiéndose a la oficina y Arthur aparezca acto seguido.
Mientras la señora Park tenia una conversación seria con él, Jisoo decide salir de allí sin decir una palabra.
La joven sonriente y simpática de años atrás había desaparecido desde que aceptó aquel trato.
No había palabras para explicar como se sentía en ese momento, mezcla de sensaciones la rodeaban y sentía un vacío dentro de ella.
La tristeza, el miedo, la impotencia...
Jisoo se sentía miserable, no podía creer a lo que había llegado.
La joven que no era capaz de lastimar ni una mosca ¿A dónde había ido?
Una vez llega a su casa se dirige directamente hacia su habitación, sus padres ya no estaban, había despedido a la ama de llaves por pedido de la señora Park para que no haya nadie que se entere de lo que estaba ocurriendo, prácticamente Jisoo estaba sola.
No podía decir a las autoridades lo que ocurría.
No sabía dónde se encontraba Jimin.
Lo único que la dejaba tranquila era que sus padres se encontraban lejos de allí y no la verían hecha un desastre. Se encontraba con ojeras, su piel más pálida que nunca y sus labios quebrados de tanto que los mordía por los nervios.
Decide caminar por la habitación y para tener una distracción toma un trapo y comienza a pasarlos para quitar el polvo de los libros que se encontraban allí.
Uno llama su atención al instante...
Una tapa dura y roja era la que cubría aquellas páginas viejas, al hacer una ojeada de sus hojas algo cae al suelo y al verlo la angustia se apodera completamente de su cuerpo y la fuerza que había mantenido para no derramar lagrima alguna es eliminada rápidamente.
Jisoo cae de rodillas al suelo y toma aquel objeto que no era ni más ni menos que una flor marchita plastificada.
Ella la utilizaba como separador cuando terminaba lecturas y había olvidado con el tiempo haberla dejado allí.
Jimin le había dado esa flor cuando se conocieron por primera vez hace muchos años atrás.
*Flashback*
Todos los lunes cuando Jisoo salia del colegio podía observar al pequeño Jimin recogiendo flores que salían naturalmente al costado del edificio.
Siempre eran los lunes ya que al parecer era el día que visitaban el cementerio para llevarles flores al difunto señor Park.
Desde el primer momento este había captado su atención totalmente, siempre impecable con sus rizos rubios que tenía de cabello, cortaba cada flor delicadamente con una pequeña tijera y armaba un sutil ramo con ellas.
Jisoo siempre lo observaba cuando solía sentarse en una banca que se encontraba al costado de la entrada del edificio, allí esperaba a la búsqueda de sus padres.
Aproximadamente eran unos 4 minutos que el niño Park recogía flor por flor hasta que sonaba la bocina de un auto color gris y este corría a hacia allí, al abrir la puerta se la podía observar a la señora Park junto un ramo de flores blancas.
Pero ese día el auto se retrasó unos minutos y la joven y pequeña Jisoo de nueve años de edad tomó toda su fuerza y valentía para acercarse a aquel niño.
Recuerda perfectamente cuando comenzó a dar pequeños y lentos pasos hacia él, parecía dudar acerca de lo que estaba por hacer y al estar a unos pocos centímetros de él decide dar marcha atrás sin que este se entere.
—Ya sé que estás detrás mío, puedo ver tu sombra—escuchó la voz del niño Park y dio la media vuelta para encontrarse con este parado frente a ella— Me llamo Jimin, mucho gusto— añadió este haciendo una leve reverencia.
—M-Mi nombre es Jisoo...
El cuerpo de ella temblaba un poco, Jisoo siempre había sido tímida y nunca había tenido tal valentía de empezar una conversación con alguien, y menos si se trataba del niño Park.
—Lindas flores—añadió ella señalando el pequeño ramo improvisado que tenia él.
—Oh, ¿te gustan?—Jimin sonrío al escuchar ello y toma una de estas para luego tendérsela a ella—Ten.
El corazoncito de la pequeña Jisoo no paraba de latir al recibir tal regalo del niño Park.
El ruido característico de la bocina se escuchó y al voltear aquel auto gris se encontraba estacionado en la calle.
En tan solo un pestañeo Jimin corrió hacia allí y antes de subir le regaló una sonrisa a la pequeña Jisoo, haciendo que su corazón palpite aún más fuerte.
Minutos después apareció otro auto en busca de ella, al subir solo tomo la flor y la acerco a sus fosas nasales para poder sentir su aroma.
El perfume de Jimin se hacía presente en este y en ese momento Jisoo tomó uno de sus cuentos favoritos y colocó aquella flor entre las páginas.
*fin flashback*
Ella no podía creer que aquel objeto aún estuviese.
Los años pasaban y para no perder aquello con gran valor sentimental decidió plastificarlo para que quede como recuerdo de aquel día en el que tuvo el valor de acercarse a Jimin.
Porque ella desde el primer momento amo a Jimin y ahora su corazón dolía como nunca al retractarse todo el daño que le había hecho, y de todo lo que vendría más adelante.
Hoy es jueves de actualización.
Okno eso no tiene J pero la cuestión es ¿Les gusto el capítulo de hoy?No se olviden de votar si les gusto uwu y también pueden dejar sus comentarios♡
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Recuerdos del ayer [kookmin] +18
FanfictionJeon Jungkook y Park Jimin vienen de mundos totalmente distintos, pero cuando su amor surge deciden darse a la fuga trayendo consecuencias como el peligro, las mentiras y el desamor. Con un amor prácticamente perdido ¿Podrán superar los obstáculos...