Recuerdos del ayer [kookmin] +18

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Bajo del vehículo
y entro al autoservicio, tomo un carrito de compras y comienzo a caminar por los largos pasillos de este.

A intuición tomaba bebidas y comida que creía faltantes en la casa, lo único que recordaba eran los cereales que me había pedido Jisoo antes de salir.

Hace tiempo no hago las compras y en mi modo de ver es relajante.

Caminar lentamente por cada uno de los pasillos y escuchar aquella melodía típica de un autoservicio, nadie te apura y no tienes que estar pendiente de nada más que arrojar los productos al carrito.

Freno delante de donde se encuentran los cereales y comienzo a pensar en cuales serían de el agrado de mi novia, hay una gran variedad delante mio así que decido enviarle un texto preguntándole.

Espero unos minutos a que ella me responda y mientras tanto verifico que ningún producto falte.

A pesar de solo mirar en el carrito de compras puedo observar que alguien camina hacia mi y como reflejo levanto la vista.

Un joven de cabello castaño frena de repente a unos pocos metros delante mio y me observa de manera sorpresiva, yo solo lo miro extrañado y el sigue su camino pasando rápidamente por mi costado.

Siento una sensación extraña cuando su brazo rosa sin querer con el mío y lo observo detenidamente, el joven sigue caminando rápidamente hasta que gira para cambiar de pasillo y lo pierdo de vista.

Quedo por unos segundos pensando y extrañado por lo recién sucedido, pero mis pensamientos son anulados cuando mi celular suena con la notificación de un mensaje.

Jisoo:Me gustan los cereales de colores.

Tomo aquellos cereales y me dirijo a la caja para poder pagar los productos.

Luego de unos minutos subo a mi vehículo y arrojó las bolsas de compras en mi asiento trasero para poder dirigirme a la casa.

Al llegar allí, Jisoo me espera en la puerta y parece hablarle a alguien de el interior de la casa, una mujer sale de esta y me ayuda con las bolsas de compras.

—¿Quién es?—pregunto confundido cuando la mujer entra a la casa.

—La contrate ayer, y hoy empieza.

—Te dije que no me gusta tener ama de llaves.

—Pero necesitamos a alguien que haga las compras y mantenga la casa aseada.

—Pero nos podemos encargar de eso juntos.

—A mi no me gusta limpiar ni hacer las compras y eso lo sabes.

—Okey—añado rendido—pero trátala bien por favor.

—Claro.

La razón por la cual no me gusta tener ama de llaves es que mi madre en el tiempo que viví allí por mi recuperación la trataba de mala manera.