Capítulo IV "Pescar y Comer"

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'Coño de su ma...'- Sin poder terminar la oración me vi obligado a saltar y rodar hacia un lado evitando las mandíbulas del lagarto superdesarrollado.

Esto tiene que ser una broma demonios, esa cosa no sólo es endemoniadamente grande, si no que también es anormalmente rápido para su tamaño, si no fuera por que vi una alteración en el Aura y los movimientos del agua, me abría arrancado la cabeza antes de reaccionar.

El super lagarto volteó su mirada y me vio directamente, apenas vi su ojo un escalofrío paso por mi espalda y se me erizo la piel. Esta sensación... este sentimiento de opresión... yo lo conozco...

Sed de Sangre... he Intención Asesina...

Esta cosa de verdad me quiere para la cena, eh. Pues te digo que no será tan fácil ponerme en un plato, estúpida lagartija.

Como si leyera mi mente esa cosa se lanzó en mi dirección con su boca bien abierta, listo para engujirme de un bocado.

Pero yo no soy un novato, yo soy un cazador con experiencia, ¿crees que esa cantidad de Sed de Sangre e Intención Asesina me asustara?

Pues estas equivocado, estúpida lagartija.

Apenas el escamoso estuvo a la distancia correcta, le di una buena patada ascendente en la mandíbula inferior, cerrandole el hocico con fuerza y lenvantandolo un poco. Sin perder un solo instante y por puro instinto le clave mis garras en el punto débil debajo de la quijada.

Espera, ¿desde cuándo tengo garras? Sabes que, lo pienso luego, estoy ocupado justo ahora.

Después de ese intercambio me aleje rápidamente del cocodrilo herido, está sangrando y está un poco aturdido por la patada. Aún así debo de ser cauteloso si no quiero salir mal herido, ente momento sólo tengo pantalonsijos como armadura.

Estúpida mancha negra, me pudiste dar más ropa al menos ¿o es que te costaba mucho?

Mientras yo seguía quejándome con la mancha negra, la estúpida lagartija se recuperó he intento volver al agua.

Oh no, eso sí que no.

Antes de que se alejara más, salí corriendo en su dirección y salte en su espalda cerca de la cabeza. Antes de que empezará a sacudirse tome sus mandíbula de tal forma que no pueda abrirla.

Dato importante al momento de cazar cocodrilos, aún cuando tienen las mandíbulas más fuertes de las Bestias de baja dificultad, son muy débiles al momento de abrirlas, lo cual te permite evitar que abran sus bocas sólo con tus manos aún si no destacas en fuerza.

Apenas sintió que lo sujete se empezó sacudir, yo no cedi ni un poco por unos minutos, pero entonces el mal nacido empezó a dar vueltas en el suelo varias veces, y en un momento golpeó su propia cabeza contra el suelo aplastando mis dedos, lo cual hizo que por reflejo soltara una mano y debilitara el agarre de la otra a causa del dolor.

En ese mismo instante sin desaprovechar la oportunidad el estúpido lagarto me mordió la mano derecha. Me jalo y como es bastante más fuerte que yo me agito un par de veces hasta que le clave mis garras en uno de sus ojos.

Me tiro con fuerza y yo rodé por el suelo hasta que pude reincorporarme y ver la sangre en mis manos, en una la sangre de su ojo que sigue goteando y expulsando sangre como una fuente, en la otra mano mi propia sangre escurriendo de todas las heridas sin dar señal de que se quiera detener.

Eso dolía como el infierno, de verdad que dolía demasiado pero, pero... Aún así, no pude evitar que una sonrisa tenebrosa y llena de colmillos junto a una mirada repleta de locura sugieran por su cuenta en mi rostro.

Poder, Diversión y LibertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora