Naruto One Shots (Pedidos Cerrados)

Kakashi Hatake

Pata: SophieHatakeUwU
Pareja: Sophie x Kakashi
Advertencia: Inspirado en "Ramito de Violetas"
Título: Lo Siento.

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Era feliz en su matrimonio, aunque su marido era el mismo demonio, Kakashi tenía un poco de mal genio, pues ser Hokage no es un trabajo para nada sencillo, pocas veces llegaba a dormir a casa y... Ya jamás le daba nada a ella, no me refiero a lo material, ni si quiera la abrazaba.

Él había sido tierno en algún punto de su relación, pero, desde hacía tiempo... No la abrazaba tan siquiera.
Ella se quejaba, pues empezaba a extrañar a aquel Kakashi Hatake que siempre le deba un abrazo por las mañanas aún si eso implicaba despertarla.
Todas las chicas mala influencia, como se les dice a veces, le decían que, si ya Kakashi no la trataba como antes, mejor buscara a alguien más.

El engaño y las mentiras sustituirian todo aquello que el peliplateado no le daba.

Obviamente los rumores vuelan, y estos llegaron a oídos del hombre en cuestión.
Las inseguridades lo atacaron, le daba miedo perderla. ¿Podía ser ella capaz de hacer algo como eso?. No prestaba mucha atención a su trabajo, sus manos temblaban constantemente.

Cierto día, un niño tocó la puerta de Sophie, quien abrió desganada.

—Le mandan esto, Sophie-Sempai—Dijo el pequeño azabache entregándole en sobre.

—¿Quién? —Inquirió la castaña tomando el sobre.

—No le puedo decir—Y sin más, el pelinegro salió corriendo.

La castaña lo abrió encontrándose con una carta. Fue a sentarse dispuesta a leerla.

«Sophie Hatake, la mujer de la que he estado enamorado desde hace tiempo. Sin embargo... No le puedo decir. Cada vez que intento que de mis labios salga un "Te Amo" titubeo, no puedo.

En fin, creo que debo empezar por el inicio. Desde hace años, muchos en realidad, mi corazón late como loco cuando veo tus ojos, mi sonrisa se ensancha y... Siento que me desmayaré.

Soy un cobarde, si puedo dar mi punto de vista, jamás te lo digo, jamás lo hice, ese Te Amo que mereces escuchar todos los días, no sale de mi boca.

Solo... Quédate con eso, te amo, mucho más de lo que pensé hacerlo.

Atte: No»

Aquellos versos dejaron sorprendida a la chica, quien sólo se dedicó a guardar la carta.
A pesar de que le contaba todo a Kakashi, tenía miedo de decirle sobre ese chico. Con el humor que se cargaba esos últimos días –para ser precisos, desde que se enteró de la posibilidad de que Sophie lo engañara–, era mejor no decir nada.

Ahora, primavera, ah esa hermosa época del año en la que solo hace calor, calor y más calor, pero también, la época en la que nacían las flores más amadas por la –desde hace dos años– Hatake.

Otra carta se resbaló por la abertura de la puerta.
Sophie esperaba con emoción aquellos papeles rayados con una tinta negra, pues  eran cartas llenas de poesía que le han devuelto la alegría.