Naruto One Shots (Pedidos Cerrados)

Situaciones 9

¿Cómo serían estos chicos mientras estás con Andrés?
(He de advertir que el de Shisui fue un poco incómodo de escribir y quizá lo sea de leer).

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El pobre chico se moriría de vergüenza. Te sentías tan pero tan mal, que le pediste ir a comprar algo de toallas para ti.

Sonrojado a más no poder, le pidió el producto a la vendedora de la farmacia. Ella, con toda la tranquilidad del mundo, le explicó que eran cada tipo de toallas, y él sin entender muy bien, escogió las nocturnas.

—No vuelvo a pasar una vergüenza así, _______, ¿me oíste? —Habló completamente enojado dándote las toallas. Viste como escondió su rostro de tu vista, estaba más rojo que un tomate...

Lo abrazaste por la espalda, seguía tenso.

—Gracias, me hiciste un gran favor—Dijiste dando un beso a su mejilla como pudiste.
Él, se colocó aún más tenso, pues, lo hacías ponerse nervioso.

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Él... Bueno, es un angelito.
Sabiendo que estabas sufriendo, te consintió con todo lo que pudo.

—Minato, cariño, tengo ganas de chocolate—Y con esas simples palabras, al cabo de unos minutos, tenías en tus manos barras de chocolate. —Ven—Pediste palmeando la cama.

Él se acercó ti y se sentó. —Así no... Quiero que me abraces, por favor—Volviste a pedir y él inmediatamente pasó por encima de ti para colocarse por detrás y abrazarte por la cintura.

—Te amo, pequeña—Confesó dejando varios besos en tus hombros.

Diste la vuelta quedando justo frente a él, solo se aferró más a ti.
—Yo también—Tomaste la iniciativa y besaste a tu novio.

Sí así habrían de ser todos los días que tendrías que soportar a Andrés, no te importaría vivirlos toda tu vida.

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Estaba un poco desesperado, pues en un segundo le estabas diciendo cuanto lo amabas y al siguiente estabas gritándole que era un inútil.

—Princesa, ¿Puedo abrazarte?—Inquirió con todo el temor del mundo a que le fueses a gritar.

Después de que tú le dijeras que sí, él te abrazó con todas las fuerzas que tenía.
Pusiste tu cabeza entre su hombro y su pecho mientras que él colocó una mano en tu cintura y la otra en tu cabeza acercándote cuanto pudiera.

—No tengo ni la menor idea de como te estés sintiendo en este momento, y, para ser sincero, no lo quiero ni imaginar. Lo único que sé, es que te amo, mucho más de lo que crees, __________, te amo más que a mi vida entera, eres lo mejor que me ha pasado. Siempre estaré a  tu lado, solo... Quiero que sepas eso—Habló susurrando a  tu oído con todo su cuidado y sinceridad.

Y, para que negarlo, las hormonas te estaban matando, solo te soltaste a llorar, él te levantó la cara, secó tus lágrimas con sus pulgares y una delicadeza enorme, bajó su máscara acercándose a ti con cuidado para poder dejar un beso en tus labios.